"Huggin someone taller than you is the best feeling ever because you feel protected"
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—Lucy... ¡Lucy!—Abrí mis ojos y vi la cara de Harry, sonreí. Me senté en la cama y bostece.
—¡Buenos días. Harry!
—Buenos días, Lucy. ¿Qué haces aquí?—Cuestionó extrañado y fue cuando note su descubierto torso, tenía una enorme mariposa en su estómago y dos pájaros un poco más arriba.
—No quería dormir sola—exprese y mi mano se poso en su estómago sin previo aviso, lo sentí estremecerse.
—Y-Ya veo—hablo retirando mi mano, lo mire extrañada.
—¿Por qué tienes tantos dibujos en tu cuerpo, Harry?—Él río.
—No son dibujos, son tatuajes—mi desconcierto no pudo ser mayor.
—No entiendo—dije cruzándome de brazos. Él negó divertidamente y me sentó en su regazo.
—Es diferente, los dibujos... salen con agua. Los tatuajes duran para siempre.
Tener un dibujo por toda tu vida sería feo, pensé con disgusto.
—¡Qué horrible!—Exclamé y Harry río—. ¿Estas seguro qué no se quitan con agua? Pueden estar dibujados con marcador permanente—dije volviendo mi vista a la mariposa.
—Estoy seguro, Lucy—admitió y lo mire atentamente.
—Harry, bañémonos juntos—sus profundos ojos verdes me miraron con atención.
—¿Q-Qué? ¿Por qué?—Reí, ¿estaría avergonzado? Yo y mamá solíamos bañarnos juntas.
—Pues, así me demostrarás que no salen con agua y que son reales—pero ni bien termine de decir eso mi estómago sonó.
—Mejor que eso, ¿qué te parece desayunar?—Propuso y yo asentí con ánimos.
Harry me alzo caballito y bajamos a la cocina en dónde encontramos a Lily. ¡Vaya! No sabía que venía por las mañanas también. La idea de pasar más tiempo con la señora Lillian me hizo sonreír.
—Buenos días, Lucy. Señor Harry, ¿tan temprano y despierto?—Preguntó con sospecha y Harry sonrío de forma divertida.
—Digamos que casi aplasto algo—informo mientras me miraba, recibiendo una mirada confundida por parte de Lily.
Ambos nos sentamos en la mesa y él tomó el diario. En cambio yo observé como Lily cocinaba hasta que un olor diferente vino a mi nariz. Arrugué mi rostro al reconocer el aroma: era tocino. Odiaba el tocino.
—Lily, ¿podrías hacerle una chocolatada a Lucy?
—Por supuesto, señor Harry—mire a Harry que había bajado su vista al diario y sonreí. Antes, cuando él venía a desayunar a casa supo que no me gustaba el tocino. Me sorprende que aún lo recuerde.
—Gracias, Lily—dije mientras ponía una taza con chocolatada caliente frente a mí y unos ricos panqueques.
Ella dejó un plato con huevos y tocino frente a Harry y luego se fue por la puerta de la cocina, seguro iría a seguir con su trabajo. Tome un sorbo de chocolatada y puse jarabe al panqueque. Me llamo la atención que Harry no tocara su plato y estuviera pendiente del diario y su celular toda la hora. Yo fruncí mi ceño. Mamá decía que el desayuno era la comida más importante del día.
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He is my daddy!
FanfictionNos queríamos con amor prematuro, con la violencia que a menudo destruye vidas adultas.