He is my daddy!

06•My king

 "Because daddy, you're my only king, and I'm your little queen..."

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Lucy |12|

Otro beso, sonreí.

—Papi... basta—exprese mientras reía junto a él, sus besos en mi cuello me daban cosquillas y él lamía sin mi permiso.

—Está bien—comento separándose pero volviendo a acercarse y darme un beso más, reí—. Hora de dormir—sentenció, asentí y me acurruqué a su lado, me dio un beso en la frente y cerré mis ojos.

    Desde ese día que Harry me compró esa hermosa pulsera todo cambio y fue distinto.

—Significa que eres mía...

    Su expresión era divertida pero a la vez seria, sonreí—. ¡Claro, Harry! Seré tuya si tú eres mío—explique riendo, pero sólo sentí algo en mis labios, abrí mis ojos y me separe. Lo mire algo sorprendida, ¿qué había sido eso?

—Entonces soy tuyo y lo sello con ese beso—él sonrío.

—¿B-Beso?—Cuestione confundida, sólo sentí sus labios sobre los míos, y recordé a mis padres hacerlo.

—Sí, un beso se dan dos personas que se quieren mucho—reí por la manera en que me lo explicaba—. ¿Es qué acaso no me quieres?—Negué rápidamente.

—¡Claro que te quiero, Harry!—Era el único que seguía a mi lado y sólo esperaba que fuera así por siempre.

—¿Mucho?—Pregunto receloso y reí.

—Muchísimo—él me alzo en sus brazos y repitió esa acción, un "beso". Sus labios eran cálidos y era raro. Al separarnos empecé a reír y el igual.

    Luego de eso nos fuimos a acostar. Al día siguiente me explicó que los besos no se lo podía dar a nadie más que a él, y cuando le pregunte porqué solo me dijo que se pondría triste y el solo pensar en Harry triste me puso triste a mí. Luego de que las semanas pasaran, Harry me hacía "mimos" antes de dormir, esparcía besos en todo mi rostro también, en las mejillas, en mi nariz, párpados y frente. Y me gustaba porque daban cosquillas. Luego empezó a comprarme ropa muy bonita y empezó a llamarme "princesa" o "bebé" a lo que él me dijo que lo llamará "papi". Y así seguimos hasta que paso un año, me gustaban los mimos de Harry, pero no sus castigos, sus nalgadas dolían...

    Abrí mis ojos y sentí algo en mi cintura, sonreí al saber que eran los brazos de Harry. Me di vuelta y me tope con su rostro dormido, sonreí y le di un besito en el cuello. Él solo balbuceo algo que no entendí y repetí la acción, su agarre se volvió fuerte y abrió sus ojos lentamente.

—¡Buenos días!—Dijo sonriéndome.

—Buenos días, papi—me dio un beso en la frente y miró la hora.

—¡Mierda!—Mi ceño se frunció.

—Papi, ¿qué te dije...?

—Nada de malas palabras—dijimos al unisono.