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Narra Melody:

Las chicas salieron de las oficina de mi madre, pero yo no tenia ganas de salir de allí sin decir algo.

- Melody, No vienes? - pregunto melissa, negué con la cabeza y cerré la puerta.

- Hija yo.. - mi madre se levanto de su asiento con la intención de darme una explicación, primero hablaría yo así que me di la vuelta y la corte.

- No. Ahora es tu turno de escuchar me, no puedes hacer esto, utilizar a tus hijas de esa manera para algo que se te ah ido de las manos.

Esa, mamá... Esa no es la solución, la solución no es que la gente solucione tus problemas, son tuyos, mama, tu escuela es así por ti, por que eres igual a las otras, por querer ser la mejor escuela de California perdiste el poder de ella, lo tuyo es superficial, ellos no son dios, son humanos! No son perfectos! Yo no soy perfecta! Y tu no lo eres definitivamente, ellos son jóvenes, están pasando por una etapa muy dura, lidiar con la sociedad no es fácil, mama, esos chicos... Por que no abres la carpeta de cada uno y conoces un poco de ellos, tal vez y necesiten amor o un psicólogo! Mama tu mejor que nadie debes saber que no todos estos chicos corren con la suerte de tener a sus dos padres, por que no mejor haces algo para motivarlos, deja de verlos como amenazas, tu eres tu propia amenaza, tu eres la directora, tienes el poder! Aun así no tienes ni la mas mínima idea de que hacer, pues desde ahora te digo que la expulsión te va a dejar en frente de todos como un monstruo, pero ante mis ojos quedaras como una cobarde. Te amo y haré lo que quieras que yo haga, pero haz lo bien por que tu eres tu propia ruina, adiós - abrí la puerta y sin ver a mi madre salí, no salí muy bien cuando me tropecé con un cuerpo, rápidamente me levante y aun con la adrenalina, dije - lo siento mucho.. - sin ver quien era pase por su lado rozando su brazo, un escalofrío me recorrió toda mi espina dorsal, ignore todo y saque mi teléfono para mandarle un texto a clare.

- Donde esta la cafetería? - escribí el texto y me senté en una banca cerca de unos casilleros, clare me respondió y yo seguí las instrucciones que me había escrito, tuve que caminar mucho y afortunadamente no me perdí, que escuela tan grande y extraña, cuando llegue toda la cafetería estaba llena, y mientras mas me adentraba mas gente me observaba, no me incómodo, muchos hablaban sobre el espectáculo de esta mañana, otros preguntaban quien soy, hasta algunos alegaban mi belleza, divise la mesa donde estaban las chicas y camine a su mesa, pero antes de llegar allí vi a albert en una mesa solo comiendo este cuando me vio, sonrió de medio lado, le devolví la sonrisa pero pude ver como unos chicos tenían la intención de molestarlo así que camine a su mesa y me senté frente a el, los chicos rápidamente se fueron a sentar en otro lugar, aun la cafetería me observaba y al cabo de unos segundos vi las bandejas de las chicas a mi lado.

-.. Te agradezco mucho lo que hiciste hoy por mi - albert se quito los lentes y los limpio con su camiseta, le hice una seña de que no importaba y le presente a las chicas, con quien mejor se llevo fue con melissa a los dos les gusta mucho paulo coelho.

- La próxima no tengas miedo, golpea lo, de todas formas mi madre es la directora y ella mejor que nadie sabe que tu necesitas defenderte. - meghan estaba comiendo una ensalada y lo estaba apuntando con su tenedor cubierto con lechuga y nueces.

- Si, lo haré, como es que apenas las estoy conociendo? - albert levantó una ceja y nos lanzó una mirada curiosa a cada uno

- Nuestra tía tiene uno de los mejores internados de londres, a los seis años fuimos mandadas a estudiar allí y ahora regresamos a poder estar con nuestros padres - albert nos miro sorprendido, pero repentinamente todos hicieron un silencio incómodo, albert también hizo lo mismo, todas nos miramos y luego miramos a albert pidiendo una explicación, este comprendió por que comenzó a hablar

- Son los reyes, mandan en la escuela - todas miramos hacia la mesa de esos chicos, demonios, ellos tenían la mirada fija en nosotras, algunos sonreían otros nos miraban con odio, eran 5 y tenían a todo el equipo de porristas sentados a su alrededor, sentí pena por ellos y me levante a buscar mi almuerzo, albert me hizo señas de que no los mirara y que tratara de pasar desapercibida, no funciono, todos sin excepción me miraron, no le di importancia y seguí caminando, me desconcertó escuchar como algunos alumnos me llamaban loca, otros apostaban que no duraría ni una semana.

Cuando llegue pedí mi almuerzo y vi que la cajera era muy joven esta me miro sorprendida, camine hacia ella para saber que era lo que pasaba y para pagar también

- Dios, que sucede todos me miran con una..

- Loca? Lo eres, a quien se le ocurre levantarse como si los reyes no estuviesen aquí - la chica me dio el cambio y yo la mire con una ceja enmarcada - seguro y eres nueva, pues te explico si ellos entran en la cafetería debes esperar a que ellos den la orden de poder levantarte, mirarlos y hablar, entiendes? Todos te miran por que Rompiste las reg...

- No hay reglas, las únicas reglas que voy a cumplir son aquellas que me exigen en este instituto, reglas escritas por la dirección, no por ellos, todos somos iguales, nadie es mas, nadie es menos, comprendes? - la chica me lanzo una mirada de odio y habló

- Suerte, aunque no durarás ni una semana - la chica me sonrió con hipocresía

- Gracias, agradezco tu envidia, espero y tengas buenas cosas en tu futuro, tal vez un cerebro - tome mi bandeja y fui a sentar me le lance una mirada a "los reyes" uno de ellos traía un pincing, este me llamo con su mano, tenia una sonrisa socarrona y a leguas se le notaba que es un "chico malo" lo ignore y le pegue un mordisco a mi hamburguesa.

Misión: Desastre?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora