Capítulo 8.

586 76 5
                                    

Era un poco incomodo estar sentado en el sillón mirando como JongIn conversaba con sus amigos, era bastante confuso todo lo que pasaba por su mente en el momento de querer saber lo que hablan, tratar de adivinar lo que decían con tan solo verle los labios, ChanYeol estaba verdaderamente complicado con la manera en que podía comportarse en esa situación, incluso si estaba enfermo eso tampoco le ayudaba demasiado, porque este iba empeorando.

Sintió como alguien se sentaba junto a él y no quiso siquiera voltearse a ver. Desinteresado observaba todo el lugar; había un chico más o menos alto arreglando los daños de una motora que rápidamente se podía notar que la habían chocado, más allá veía a un grupo de chicos jugando a las cartas y girando su cabeza a la derecha se topaba con JongIn conversando aun con ese chico bajo, de ojos muy oscuros. ChanYeol con tan solo mirarlo acertaba que toda su atención estaba en los labios de JongIn, eso no significa más que otra cosa.

Tocaron su hombro un par de veces y por compasión ladeo su mirada hacia él, escuchó su saludo y le sonrió para distraerse en otra cosa, el joven no lo dejó, era alto y esbelto, tenía el cabello rubio sol, y de su expresión podía resaltarse la frivolidad de su corazón.

- Soy Derek – estrechó su mano con la suya repitiendo su nombre en silencio. ChanYeol sonrió un poco al mirarlo y apretó más su mano con la de él.

- ChanYeol, un gusto.

El pelirrojo tan entretenido que se había puesto no fijo más su mirada sobre lo que hacía JongIn, parecía además que se le había olvidado su resfriado y cuando él había vuelto para presentarlo a todos aquella vista no le gustó en absoluto. Conocía a su amigo tanto así que con mayor motivo podía ponerse celoso pero algo que no era usual en él era expresarlo.

- No viene a pasar la noche contigo, Derek – lanzó molestó o eso se veía de lejos.

- Y ¿a ti que te pasa? –respondió sin pelos en la lengua.

- Ah... se estaba presentando ya que tú te saltaste esa parte – defendió ChanYeol al chico fastidiando a JongIn.

- Iba hacerlo ahora...

Suspiró y  volteó llamando la atención de los demás para que se acercaran, formaron un circulo alrededor de ChanYeol y extrañamente aquel Derek no se movió de su lugar. JongIn pensaba tomar su asiento al lado del pelirrojo y con aquella mirada de desinterés de su amigo opto por el brazo del sofá.

Cada uno lo saludó amigable como si fuese uno más de ellos a excepción del más bajo de todos, ChanYeol lo miró serio, ni siquiera le interesaba como se llamaba quien era, qué era de JongIn.

Do Wilmart, Había cursado su último año de universidad hace muy poco y desgraciadamente aquella carrera que le costó unos millones se fue al carajo, toda su vida; había conocido a sus ahora amigos mediante un andante que tuvo en el segundo semestre de ese año, la rebeldía, drogas, y adicciones no eran más que cualquier perdición de cada uno, Wilmart no debía presentarse ahí, no era su estilo pero uno de ellos, JongIn, con él había perdido la cabeza y quiso quedarse luchando por que lo tomara en cuenta, de todos modos si estudiaba derecho para el chico moreno le era algo indiferente.

Tomando la confianza como un "caballero" Derek pasó su brazo por sobre los hombros de ChanYeol y le susurró en su oído –has llegado al lugar adecuado.

El pelirrojo sabía perfectamente que no era el adecuado así que irónicamente sonrió y se levantó.

- Bueno, es un gusto para mí conocerlos también... pero ya debo irme.

- Oh vamos, quédate hasta la noche –respondió veloz el rubio.

- Se puede ir si lo desea – entrometió su comentario JongIn. Su mirada podía significar tantas cosas y cuál iba a ser la correcta, de segundos el alto pelirrojo recordó algo que le había dicho y suspiró por dentro.

¿Debía aceptar lo que él era? No es tan impresionante tampoco, con eso de las motoras estaba más que claro que competía ilegalmente en las carreras en donde se apostaba dinero, o el premio podía ser acostarse con la prostituta más "bonita" del lugar, que de bonitas solo tenían el botox.

- Acompáñame –soltó decidido ChanYeol.

- Lamentamos que te vayas solo –entró en la conversación Wilmart – pero JongIn esta noche debe correr.

- Me importa un carajo si corre o no, y otra cosa –apretó sus dientes al verlo – esto no te incumbe, ¿vale?

Sin más agarró el brazo del chico y lo sacó fuera de la casa, por dentro se sentía algo así como orgulloso por haber soltado esas palabras a ese tipo, le había encontrado una total molestia cuando justo entraron al garaje y el enseguida había quitado a JongIn de su lado.

- Oye te estoy hablando –repitió.

- ¿Ah? ¿Qué, qué? Si aquí estoy –tosió el más alto.

- Parecía que no... en fin, ¿quieres que te lleve a tu casa?

ChanYeol lo miró en silencio y se cruzó de brazos, vaciló un poco con sus pies en el suelo y suspiró por lo que pensaba, por lo que intentaba decir de cierto modo pero no podía.

- Ah... No corras.

- ¿De qué hablas? Chanchan, yo...

- No corras esta noche y aceptaré todo tu mundo...todo.

A veces uno puede encontrarse con sorpresas pero de este tamaño o significado podía muy pocas en la vida topárselas.




Crimen de sombras © ; kaiyeolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora