Capítulo 11.

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Había estado esperando por ti durante todo el día, sentía el estómago contraído por el ansia de verte, veía a tantas personas abrazarse y yo anhelaba cada vez más tu calor.

De repente había sonado mi teléfono ¿eras tú? Sí.

>Es una despedida, no te ilusiones. 18:29.

Una lágrima recorrió mi mejilla, sin compasión mis ojos comenzaban a llorar sin mi permiso, pero les dejé. En ese momento te vi cruzar la puerta, dios estabas tan hermoso y yo simplemente no podía correr a tus brazos, ya no. Te me acercaste y como si el destino lo hubiese planeado, quedamos solos en la sala.

Me envolviste en tus brazos y dijiste que no llorara, como iba a detenerme si el amor de mi vida se está despidiendo... hemos pasado tanto tiempo juntos y ahora siento que no ha sido nada, que necesito más días contigo; me hablas de que ya era el momento de seguir nuestras vidas por separado, que los dos habíamos crecido y sabíamos que este día llegaría. Todo había sido tan hermoso pero lo más preciado no dura para siempre, y miles de mentiras más ¿Dónde quedó todo el amor que me tenías? ¿Dónde estaban los te amo? Decías que solo habías vuelto para decírmelo de frente y que yo estaría bien, que encontraría a alguien mucho mejor pero ¿sabes? Yo me había enamorado en verdad.

De repente ChanYeol despertó, sudaba frío y su rostro expresaba miedo, no entendía en absoluto como esa parte de su vida se volvió a recrear en un sueño pero con algo diferente. Había sido la relación más importante que tuvo, en la que más amó y entregó todo, exactamente todo.

Pero este sueño le mostró otra cosa, porque no había sido su ex, la chica a quien tanto que le gustaba abrazar porque era más baja que él, sino que había sido con JongIn. Su relación más intensa y más dolorosa pero con aquel chico que dormía a su lado ¿Por qué? Este sueño le dolía más que la realidad que tuvo que vivir, en lo más profundo de él no quería repetir esa historia con él, no quería que lo dejara como sus otras parejas.

Su rostro asombrado de tanto pensar aquello "aun no somos nada" pero ya con el miedo como si lo fuesen todo y al instante perderlo como si nada, eso estaba complicando a ChanYeol para salir de su trance.

- Chanchan -volvió a sacudirle preocupado de que estuviera sentado en la cama de manera inmóvil sin pestañar y con la respiración entrecortada. - ¿estás bien? ¿tuviste una pesadilla?

El pelirrojo ladeó su cabeza mirando al chico que lo sacudía con suavidad, sus ojos comenzaron a temblar extrañamente y se abrazó a él con fuerza. JongIn correspondió dejando que el mayor posara su cabeza en su pecho y cubrió a ambos con las sabanas acariciando lentamente el cabello desordenado del otro. Quería saber lo que había pasado, parecía un niño tan asustado y abrazable que solo le entraban ganas de protegerlo aún más como fuese posible.

- Déjame entender, soñaste algo que viviste pero conmigo, ¿es eso?

- Sí... no sé cómo más explicarlo.

- Está bien, quizás con el tiempo sepa lo que es porque ¿me dirás no?

- Tal vez... -se limitó a responder suspirando.

Dejando la conversación ahí ChanYeol fue a darse un baño para despejar su mente, arregló nuevamente su cabello desteñido y parecía estar como nuevo, reluciente y con un color vivo. Salió con una toalla rodeando su cintura y una más pequeña en su cabello, ambas eran blancas como todo lo que había ahí a excepción de aquellas cortinas que hacían buen juego con el dormitorio. Sabía que JongIn estaba fijo mirándolo por lo que francamente esbozó una sonrisa por ello.

Crimen de sombras © ; kaiyeolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora