Capítulo 8.

96 19 0
                                    

-No-non-lo sé. Estaba yendo a buscar ayuda y de repente una mano me tapó la boca. La vista se me nubló y cuando mi uso de razón volvió, aparecí aquí.

"Una vez que entres no podrás salir" - dijeron esas familiares voces al unísono.

-Por tratar de ser buena pasan estas cosas - sus lágrimas hacen que mi corazón se aflojara - No debí tratar de ayudarlos, no debí tomar este camino. Nada bueno pasa si estas en relación con esta casa. Tengo 53 años, no merezco estar aquí. Tenganme piedad, me iré, y no diré nada a nadie, no llamaré a la policía. Pero por favor déjenme ir - mira hacia el techo como si allí estuvieran las entidades.

-Tranquila Rosa, saldremos de esta. Te lo prometo - July la abraza.

La verdad es que para nosotros es un beneficio que esté ella aquí.

-No llores, debemos hacer algo. Y para llegar al fondo de esto debes contarnos qué sabes de la casa - digo.

-Claro, voy por jugo - se dirige a la cocina como si fuese su propia casa.

-¿C-cómo conoces la casa?

-Ah... - suspira - es una larga historia, pero tenemos tiempo de sobra. Vengan - se sienta en el sillón y nos hace señas golpeando el asiento para que nos sentemos.

-Hace unos 30 años yo vine aquí a vacacionar, como ustedes, con unos amigos. La casa se la rentamos a una señora que vivía en una precaria choza alejada en el bosque. Ella me contó que su esposo la maltrataba y le ofrecí que se quede con nosotros hasta que nos fuéramos. Pero una noche estábamos cenando y apareció su marido, con una motosierra, asesinó a María, sí María se llamaba - afirma - Cuando se me presentó la oportunidad de huir, lo hice. Corrí tan rápido como pude, hasta llegar a la parte de la ciudad. Me sentí culpable, en vez de ayudarlos huí y los dejé morir - lloraba cada vez más fuerte.

-Y... ¿No llamaste a la policía?

-Claro que lo hice, pero fue demasiado tarde, cuando llegaron ya se había ido. Solo estaban los cadáveres tirados en el piso. Juro que si vuelvo a ver a ese asqueroso viejo lo mataré.

-Tranquila - paso mi brazo por su hombro.

-No puedo tranquilizarme, fue mi culpa, mi maldita culpa. Si me hubiera quedado quizá nada de eso hubiera ocurrido.

-Pero Rosa, no fue tu culpa. Salvaste tu vida - le dice Clara conmovida.

-Pero podría haber salvado la de ellos.

-¿Y qué tal si no? Quizá te hubiese matado a ti también - Thomas al fin se atreve a decir algo.

-¿Y qué pasó?

-Ben, déjala. No es necesario que continúe si no quiere.

-Claro que quiero - interrumpe a Clara - Verás, tomé un taxi a mi casa y la policía me llamó para informarme que ya se había avisado a los padres de mis amigos. Nunca volví a pisar este bosque, hasta que tuve la necesidad por problemas económicos y me vine a vivir a unos kilómetros de aquí. Y justo hoy se me ocurrió acortar el camino y venir por acá... Fue lo peor que pude haber hecho.

-¿Y qué pasó con la casa?

-Supongo que quedó en manos del viejo asesino. Ya que la causa quedó como "cerrada" y no se volvió a investigar nada.

Ahí fue cuando todos nos miramos y nos dimos cuenta de todo.

-¿Qué les pasa? - Rosa deja de hablar al darse cuenta cómo nos miramos.

-Ya entiendo...

-No lo puedo creer

-Si Josh viviera me echaría la culpa de haberle rentado la casa a un asesino - dice Thomas.

-Justo estaba pensando en eso - río.

-¿De qué hablan? ¿Conocen a el viejo? - abre los ojos como platos.

-Sí... De hecho vemos que a él le rentamos la casa - le contamos la historia completa.

-Pero puede ser que no sea él. Quizá se fue de aquí,

-Clara, deja de querer tener siempre una explicación para todo. Deja de negar la realidad - July levanta el tono de voz. De todas formas tiene razón.

-Entonces... ¿El viejo vive aquí? - tartamudea.

-Sí, a unos diez minutos a pie - afirmo.

-Debo matarlo.

-Pero no tienes con qué, además no podemos salir de aquí, recuerdalo.

Tras decir el rubio esas últimas palabras se escuchó de nuevo la frase. Pero esta vez con voces diferentes, como si fuesen adolescentes.

"Recuerda, una vez que entres no podrás salir. Jajaja, debes pagar Rosa"

Rosa comienza a llorar desconsoladamente, nosotros no logramos entender.

-Esas voces no son las mismas de siempre... - digo.

-No, esos son mis amigos - se toma de la cabeza la señora.

"¿Todavía te atreves a llamarnos amigos? nos abandonaste"

-Era una pequeña, estaba asustada y no sabía que hacer. Yo los amaba más que a nadie, hubiese dado mi vida por ustedes.

"No te lo crees ni "

-Siempre los amé, no hubo ni un día que no haya pensado en ustedes. Perdonenme, tenía que salvar mi vida.

"Así es, preferiste pensar en ti. Y ahora deberás pagar".

Las luces se cortaron y al prenderse...

-No, no esto es demasiado - grito.

El cuerpo de Josh se encontraba colgado de la lámpara de techo en el medio de la sala. Y ahí pudimos ver cómo murió. Tenía un cuchillo atravesado por la cien.

-Ya no aguanto más. Nosotros no tenemos la culpa de nada - Clara llorizquea.

-Ya es demasiado cargar con el asesinato de nuestro amigo, como para todavía tener que verlo ahí - al decir eso no puedo evitar que las lágrimas caigan.

-¿Por qué? ¿Por qué? - es lo único que el rubio dice

"La venganza es un plato que se sirve frío" - esas voces se vuelven a escuchar. Esas que eran tan diferentes a las que le hablaban a Rosa.

Dark Summer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora