Capítulo 11.

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*NARRA BEN*

-Esto está muy mal. Llegamos siendo cinco y ahora tan solo somos 3 - le digo a Clara.

Ambos estamos sentados en nuestra habitación de antes, en nuestras dos camas que ahora están tan unidas que forman una sola. Decidimos volver a las habitaciones, ya que si tenemos que morir, ocurrirá en cualquier lado. Como en el baño, o en una habitación.

-En realidad somos cuatro, recuerda a Rosa. Pero si seguimos sin resolver el misterio, ahí sí seremos tres.

-¡Chicos vengan! El cuerpo de Josh desapareció - nos grita Rosa desde el comedor.

Al llegar observamos que el cuerpo ya no está colgado del ventilador, y la puerta del baño que hasta ayer estaba trabada con seguro, ahora se encuentra abierta. Ese olor tan potente ha desaparecido, por lo que decido entrar al baño.

Esa puerta no se abría desde vaya a saber cuándo, pero todo está como si nada. Las paredes blancas como siempre, el olor a cuerpo en descomposición fue reemplazado por una fragancia de jazmín.

-¿Todo está bien? - pregunta Rosa desde el otro lado de la puerta.

-Demasiado, pero temo que sea una trampa y al correr la cortina de la ducha aparezca allí.

-Pues, si quieres lo hago yo - se acerca valiente.

-No, yo lo hago - corro despacio la cortina y al abrir los ojos no encuentro nada.

-¿Y? - preguntan al unísono.

-Nada.

-Que raro, ¿Y Thomas? - pregunta la pelirroja.

-Supongo que debe estar en su habitación, está destruido - respondo ¿qué no es obvio?

-Creo que deberíamos ir a hablar con él.

-No Clara, debemos esperar, dejarlo descansar. Por lo menos ahora ¿Sí?

-Exacto, Ben tiene razón - dice Rosa en un tono muy tímido, como si tuviese miedo a opinar.

-Bueno chicos, si no les molesta me iré a acostar un rato, estoy muy cansado. Si se levanta Thomas despiértenme, y cualquier cosa que pase también.

-De acuerdo, descansa - Clara besa mi frente.

-Lo mismo - dice bastante tímida Rosa.

Llego al cuarto y cierro la puerta, esta vez sin seguro, por las dudas. Me acuesto en la cama "doble" y prendo el viejo televisor que se ha llenado se polvo desde la primera vez que limpiamos al llegar. La película es de acción, lo único que recuerdo antes de cerrar los ojos.

*NARRA CLARA*

Durante tres horas en las cuales ninguno de los chicos salió de las habitaciones, estuve sentada aquí en la mesa del comedor con Rosa, bebiendo café con galletas y escuchando sus maravillosas anécdotas de vida. Siempre me consideré diferente por ello, en toda mi adolescencia me gustaba pasar el tiempo en el asilo donde se encontraba mi abuelo, ayudando a los mayores y escuchando sus historias. Decidí que cuando crezca quiero ser diferente a ellos, no quiero terminar olvidada en un asilo y sólo tener historias para contar. Pero primero tendremos que salir de aquí... Si no no llegaré ni a mis veinte años.
Es irónico que July halla pensado que esta mujer sea la culpable de lo que nos está pasando, ella es tan buena...

-Bueno mi amor, me encantó esta charla. Aquí sabes que no tengo muchos adolescentes con los que hablar, y con muchos me refiero a ninguno... Pero debo ir a preparar la cena - aprieta mi mano sonriendo mientras se levanta de silla.

-Déjame ayudarte - voy detrás de ella.

-¡No! De ninguna manera, hoy cocinaré YO - hace énfasis - para ustedes. Ya tuvieron demasiado, así que ve para allá.

-Bueno, por lo menos déjame poner la mesa - insisto.

-¡No no! Lo haré completo, será una cena especial - me echa de la cocina llevándome al comedor.

-¿Y debo vestirme elegante? - bromeo.

-Jaja, que graciosa - se nota su sarcasmo - Yo que tú iría a ver cómo está Ben. Vamos, he visto cómo se miran, soy vieja pero no tonta.

-Jaja - río nerviosa, quizá ella tenga razón, siempre he sentido una atracción hacia Ben, pero creí que la amistad iba primero - no, ¿cómo crees? solo somos buenos amigos - miento.

-Ahh tienes razón, es típico en la adolescencia. Se besan, pero solo son amigos, no lo entiendo. Me retracto, soy una vieja que no se adapta a las nuevas modas - sigue hablando al ver que elevo una ceja - Digo, no es que ustedes se besen, pero sé que se gustan y lo esconden.

-Jajaja, como digas. De cualquier forma te haré caso, iré a ver qué pasa, es raro que Ben duerma tanto - le doy un casto beso en su mejilla - Te dejaré "trabajar" para esta cena "especial" - hago comillas con los dedos.

Definitivamente la vida es un Ying- Yang. Dentro de todo lo malo, hay algo bueno, aunque cueste verlo, y viceversa y este viaje me lo está demostrando. Me está demostrando que el ser humando se adapta a todo, y al dolor en especial. No soy para nada la misma persona que antes de estas trágicas vacaciones. Si esto hubiese pasado hace unos meses atrás, no hubiese aguantado ni un cuarto de lo que estoy aguantando ahora y menos la muerte de un amigo y ahora estoy soportando dos.
Suspiro y abro lentamente la puerta, y para mi sorpresa Ben no está durmiendo. Está llorando.

Rápidamente se limpia las lágrimas y dice - Hola Clara, ¿cómo estás? Justo me iba a levantar.

- ¿Tú cómo éstas? Ben, no tienes que fingir ser fuerte conmigo - me siento a su lado en la cama.

-Es que, te juro que no puedo más, no sé ya que más hacer. ¿Y si soy el siguiente? ¿O si lo eres tú?, no sé cuánto tiempo más pueda soportar esto Clara estoy agotado - comienza a llorar de nuevo.

-Tranquilo Ben, por favor, te necesito fuerte, junto a mí - lo miro a los ojos. No puedo verlo llorar.

-He sido fuerte mucho tiempo, "solo necesito un abrazo y que me digan que todo va a estar bien" pensaba, pero no, me equivoqué. Ya no me sirven las palabras, necesito hechos. No me alcanza con pensar que todo va a estar bien, porque ya no sé si será así.

-Basta, en serio. Saldremos de esto, te lo juro - lo abrazo. Puedo sentir lo nervioso que está, no deja de temblar.

-Eso espero Clara, eso espero - pronuncia con voz quebrada y se detiene en mi mirada.

-¿Alguna vez te he dicho que tienes unos bonitos ojos? - acaricia mi mejilla.

-Pues, creo que no - me sonrojo.

-Bueno, los tienes, son preciosos - cada vez está más cerca.

-Tú no te quedas atrás - comiezo a bajar la mirada hacia sus labios para hacerle saber mis intenciones.

-He querido hacer esto desde hace mucho tiempo... - sus labios están tan cerca de los mios.

-¿Thomas qué haces? ¡Suelta eso! - escuchamos que Rosa le grita a Thomas.

-No puede ser... - suspira Ben y ambos salimos corriendo.

Dark Summer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora