Entre mundos ❤ (REMASTERING)

capítulo 2

Aria caminaba a paso lento ,tranquila, serena.
Hasta que se percató que no tenía idea de porqué estaba caminando, o porqué se encontraba en la calle "sin compañía" y tan tarde. Miró al suelo.

-¿Porqué traigo tacones?- se preguntó desconcertada. Se dio un golpe en la cabeza tratando de recordar- ¿Cómo llegué aquí? - se cubrió la cara riendo de manera nerviosa.- ¿Me drogué de alguna forma?- volvió a reír.

Se detuvo y pensó en sus posibilidades *me moveré, no sé qué otra opción podría tener, no traigo celular, ni dinero, nada*
Siguió caminando aún más decidida. Pero sin rumbo. Su plan era simple, consistía en encontrar una estación de taxis, (ya que no podía llamar a u-ber, ni contactarse con su madre) y cuando llegara a su casa sacaría el dinero y le pagaría al conductor.
Se convenció a ella misma de que era buena idea.
Su pelo castaño y largo, se movía a causa de la ventisca.
Hacía frío y temblaba puesto que no estaba abrigada para la ocasión.
Mientras más caminaba, más se daba cuenta de que algo no andaba bien, las calles no tenían nombre, no habían automóviles y había un silencio funerario inquietante.
Su mente divagó y creaba escenarios ficticios en donde era la única sobreviviente en el mundo. La idea la enloquecía ya que mientras avanzaba creía más en ese imposible evento.
-¿Dónde están todos? - gritó con la certeza de que nadie la escuchaba. Minutos más tarde comenzó a cantar para entretenerse , la soledad comenzaba a ser inquietante.

Tiempo después llegó a un parque lleno de árboles, donde el color verde abundaba a causa de la diversa flora.Habían unos cuantos juegos infantiles; columpios, resbaladillas, etc.
Estaba exhausta,cansada, pero principalmente frustrada.
Resignada a morir congelada y sola, se sentó en un columpio rojo que crujió ante el tacto.

Noah estaba recargado en un árbol hundiendo su cabeza entre sus manos. Ordenaba sus pensamientos, había pasado unos cuantos meses difíciles en el mismo lugar cada noche.

Aria comenzó a mecerse en el columpio que hacía ruidos estruendosamente.
- ¡¿Dónde estoy?!- expresó dejando el mensaje circular por todo el lugar.

Noah levantó su cabeza buscando el origen de aquel ruido desquiciante. *carajo, ni siquiera en esta basura de parque puedo estar sólo*
Se paró y vio a una pequeña chica entre las sombras, todo de ella parecía temblar, el columpio se movía junto a ella. De inmediato le dio cierta lástima, seguramente ella estaba envuelta en el mismo lío que él. Algo en ella le llamó la atención así que sonrío y se acercó con sigilo.

Aria vio en el cielo una luna ,la luna que siempre veía  cada noche, pero sin embargo había algo distinto, era mucho más brillante pero no sabía donde estaba y por lo tanto no estaba serena.
Sintió a alguien aproximarse y se puso alerta, no quería "sorpresas", puede que realmente si hubiera estado bajo la influencia de alguna droga y finalmente pasaba su efecto . Pero en vez de eso sintió un abrigo rodeando sus hombros. Se sorprendió bastante y gritó.

-¿Así es como te defiendes?- dijo burlonamente una voz grave y juvenil.- Conozco a un amigo que da unas muy buenas clases de defensa personal. Digo, por si te interesa... - dijo burlonamente

-¿Cómo dices?- fue lo único que logró articular ella. Noah se sentó a su lado en un columpio que estaba cerca.- ¿Qué quieres? - preguntó Aria a la defensiva y con mal genio.

-Ya calma, sólo te di mi abrigo y no te he hecho nada que te lastime, si alguien quisiera hacerte algún daño, ya lo habría hecho, tu forma de defenderte es ... patética- Respondió como si la situación fuera muy obvia de comprender.

-Aún así, quiero saber quién carajo eres ,nunca te pedí ser amable.- Se giró para ver bien al desconocido porque hasta ahora solo había visto su silueta. Y se llevó un impacto, era guapo, en cierta manera, tenía un perfil impresionante.
En el colegio había visto chicos mucho más atractivos que él , pero sus ojos le llamaban la atención, no podía descifrar dónde los había visto antes y entonces recordó su dibujo y la teoría de que fueran el mismo chico se le hizo imposible. Sin embargo, algo en su interior la hacía sentir extraña, realmente asombrada.

- Soy Noah, un gusto por cierto, mi chamarra te queda bien- Había cierta socarronería en la forma en que entonaba cada palabra, pero él lo decía de la manera más sincera.

-Gracias Noah, pero no sé que más decirte, no es como que las chaquetas me pongan a hablar por horas- respondió con el mismo tono sarcástico de él. Y ambos esbozaron una sonrisa. A Noah le gustó su manera de actuar.

- No me has dicho tu nombre- recordó Noah.

-Aria- contestó ella sonriendo tímidamente, y por un momento se miraron a los ojos.

-Bonito nombre, no lo había escuchado antes...-admitió y se meció en el columpio viendo al frente. Su perfil se veía muy reluciente a la luz de la luna contrastando con sombras ella estaba extrañamente maravillada.-¿Me estas mirando?- sonrió y sintió como si la hubiera pillado de alguna travesura.

-Obvio que lo has escuchado, por favor, "Pretty Little Liars". Noté veía ,bueno, es que tenías algo en el rostro - se excusó quitándole importancia a su pregunta, tocó su cabello y lo movió hacia atrás.

- Ahhh, la serie, es cierto- recordó a su hermana, era adicta a ese programa- ¿Qué haces , ya sabes, aquí ?- preguntó él.

-La verdad no tengo idea- y los dos se miraron, tenían muchas dudas.

Aria sintió vértigo en su vientre y abrió los ojos de par en par.
Estaba sobre su cama. Y miraba al blanco y profundo techo.
*¡¿Pero qué?!*
Se levantó de golpe y se mareó por un momento.
Trató de recordar cómo es que había vuelto a su casa.
¿Enserio había sucedido?
Se levantó de su cama y fue a la cocina por un vaso con agua, se encontró a su mamá en el camino, no se atrevió a preguntarle nada, pero al mismo tiempo no parecía estar enterada de que había estado fuera tan tarde.

Cuando se convenció de que todo había sido un sueño y estaba a punto de volver a dormir vio la chaqueta sobre la almohada. Era esa, la misma. Azul, de lana y olía a Noah .Sonrió para sus adentros aterrada.

Se quedó pensando por unos momento creando diversas hipótesis y llegó a la conclusión de qué no importaba que hubiese sido, quería verlo de nuevo. Era como una necesidad, no sabía nada, pero tenía la certeza de que había sido algo fascinante.