capítulo 10 "La nota"

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Es necesario aquí dejar todo recelo;
toda cobardía es necesario que aquí muera.

-Dante Alighieri

1265-1321. Poeta, escritor, filósofo y pensador político italiano.

***

Noah había leído la nota más de 1000 veces pero seguía sin comprender bien porqué había regresado a su mundo con ella.
Se puso a investigar en google sobre Dante y si tenía alguna relación personal con los sueños o algo parecido.
Había leído sólo un libro de él "la divina comedia" y le fascinaba en todos los sentidos. De hecho, era su novela de literatura clásica preferida. Pero no comprendía porqué la nota había aparecido.

No le satisfacía lo que decía en línea, los datos eran muy escasos. Y poco comprobados. Decidió ir a una biblioteca. Poco usual en estos años, pero él era muy minucioso en tanto información.

Se puso una chaqueta verde, con una camisa ligera de cuadros azul. Unos jeans negros y unas botas del mismo color. La ropa comenzaba a quedarle grande debido a que no comía o se ejercitaba como solía.

Era navidad, y era temprano, sus papás y su hermana menor tenían planeado salir y partirían de su casa a medio día. Aún tenia unas horas para investigar lo que pudiese.

Tomó una manzana antes de irse de su casa, sentía que necesitaba comenzar a cuidarse más, su piel se veía más pálida que de costumbre.

Caminó unas cuadras y entro al metro que estaba a reventar; le iba a dar una mordida a la fruta, pero una niña mendiga pasó pidiendo por monedas o algo que comer.
Noah entregó la manzana y la niña le dio las infinitas gracias.
Su estómago reclamó ante el acto, pero él ignoró eso.

-Noah  Columbus, ¿desde cuándo eres tan generoso?- la voz de aquella chica se escuchó en todo el vagón y ambos sonrieron con cierta malicia, como si recordaran viejas anécdotas.
La corpulenta chica se sentó a su lado. - Y bien, ¿a dónde te diriges? -preguntó con cierta coquetería.

-Más bien, tú qué haces aquí, tan solitaria en fechas importantes - le preguntó intentando no mirarla a sus encantadores ojos azules.

Ella prosiguió mirándolo coquetamente, acto que él trató de ignorar. Ella frustrada trató de llamar su atención moviendo su cabellera dorada; desprendiendo un aroma increíble. Después tocó su hombro con seducción.

- Nada, vamos a algún lado, así ya no estaría tan sola.- propuso ella susurrándole al oído.
A Noah aquella insinuación le pareció tentadora, pero al mismo tiempo se indignó al recordar su pasado juntos.

Nat había sido su novia hace algún tiempo atrás.
Su mejor amigo Louis se la había presentado en una fiesta. Desde el segundo que la vio quedó impactado. Era; genial, con gran sentido del humor, hermosa y seductora.

Noah estaba loco por ella. Pero al parecer eso no le bastaba a Nat.
Podría decirse que era de la única que había estado enamorado alguna vez. Y había experimentado de todo con ella, él le había regalado de los momentos más íntimos e intensos y el impacto que ocasionaba el tacto de sus pieles con las hormonas a mil por hora; por más que Noah quisiera siempre Nat iba a ser especial, sus labios y su cuerpo habían tatuado su alma.

Pero la historia no concluyó de la mejor manera; pues aquella mujerzuela le había engañado de muchas maneras a él.
Noah no lo había tomado nada bien en un principio, se había desquitado con relaciones frugales, que no lo llenaban, yendo de mujer en mujer, sin importar los sentimientos.
Pero después dejó el drama y aprendió a vivir con el dolor que le causaba su partida y siguió con su vida.
La perdonó. Pero aquella insinuación le descontroló la mente por completo ya que sus labios le pedían a gritos reencontrarse con ella, aunque sabía que si cedía lo volvería a usar como siempre, cayendo en su mismo juego de mierda.

Noah se había hecho a la idea de que los sentimientos baratos y sin compromiso, sin reglas, causaban menos dolor que lo que él había tenido en un pasado. No se enamoraría, no después de lo que había sentido con alguien como Nat. No estaba en sus planes.

-No gracias, linda- rechazó, planeando bajarse la siguiente parada sin importar que aún no hubiese llegado a su destino
Nat lo notó y se bajaron juntos.

Él caminó con lentitud como solía hacerlo, tampoco iba a huir enteramente de ella.

Nat se detuvo unos instantes y lo observó alejarse, le encantaba su porte. Cómo era, masculino, seguro y confiado. Se arrepintió de lo que había hecho. Lo extrañaba, o tal vez era la necesidad de tenerlo de vuelta. Por los viejos tiempos.

-No me digas que ya no me extrañas- gritó y él se detuvo. - Yo sí lo hago. Todo el tiempo, mi vida es tan vacía sin ti, perdóname - Nat era alguien compleja. No eran del todo cierto sus palabras. Pero sabía que ella tenía el encanto de conseguir lo que quería y más cuando se trataba de Noah.

Ella avanzó unos cuantos pasos más hacia él. - Te quiero.

Noah estaba conmocionado. Nat había tocado puntos débiles. Heridas a medio cerrar, de cualquier forma, le había entregado su amor por completo.
Él trataba de controlar su desbocado corazón. Sabía que no la olvidaba por completo. Aunque dudaba de ella y sus palabras. Aún así la quería.
Se mordió los labios y cuando ya no pudo luchar más contra sí mismo, caminó hacia ella, la tomo de la cara con ambas manos y la besó, desbocado y sin mente, los límites se habían esfumado.
Después de unos segundos el celular de Nat interrumpió el momento con una llamada entrante y ambos se detuvieron.  Noah racionalizó sus actos y se lamentó el ser tan mazoquista y manipulable.

-Hola- contestó Nat- si te marco al rato. Gracias.

Ella volvió a besarlo y  Noah en el acto dudaba de sus propias acciones . Por motivos inexplicables , recordó a Aria y se preguntó si se estaba quitando la oportunidad de comenzar una nueva historia, menos dolorosa y podrida.

- No me vuelvas a buscar- fue lo único que Noah dijo, se tomó sus labios con cierta culpa y cruzó la calle sin decir nada más.

Ella quedó tan consternada que juró que jamás se había sentido mas avergonzada.

Entre mundos ❤ (REMASTERING)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora