capítulo 33 "el limbo"

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Aria despertó abriendo los ojos rápidamente buscando idear un plan para escabullirse del asesino  que había despojado de la vida a su preciado mentor Carter Hanks. Aquello se lo había advertido el árbol de sangre.

Intentó pararse pero su visión continuaba borrosa y sentía que le hacían un punzante agujero directo en un costado del cráneo. Se detuvo unos segundos y comenzó a respirar profundo por la nariz; era el aire más puro y limpio que inhalaba en días así que le costaba procesarlo.

Después de unos cuantos segundos volvió a forzarse y gimió de dolor ante el acto; todo su cuerpo estaba demacrado y las heridas que había ganado a pulso en el mundo de las sombras la habían acompañado hasta este. Siendo así que las heridas causadas por el tigre estaban presentes aún, lo cual la imposibilitaba de cualquier movimiento u estrategia a su favor.
De pronto se escuchó el sonido de rechinido característico de su ventana cuando se abría y Aria acostumbrada a estar a la defensiva dejó su instinto de supervivencia a flote, tomó su lámpara con bordes en morado y negro que estaba sobre su mesita de noche y esperó con sigilo.

Primero sólo se veía una sombra que estaba sobre el marco de madera de la ventana, Aria sin inmutarse le lanzó con la fuerza que le quedaba el artefacto, pero este no hirió al enemigo ni siquiera emitió sonido alguno. Rápidamente presionó el interruptor asustada tratando de desvelar al atacante y la luz del cuarto cegó a ambos por unos segundos mientras se acostumbraban al nuevo ambiente.

Un atractivo pelirrojo estaba frente a ella y observaba el suelo con obsesión. Portaba ropa causal incluyendo unos jeans negros y una sudadera gris de tela y tenis demacrados por el uso.

-¿Quien eres?- la voz de Aria resonó de palmo a palmo por la recámara.

-¿Quien eres?- la voz de Aria resonó de palmo a palmo por la recámara

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No hubo respuesta. El pelirrojo caminó finalmente y reveló más cualidades de  belleza, como sus ojos color azul turquesa y su tupida barba en su mentón pronunciado. Sin embargo había algo inquietante en su manera de caminar, era amenazante y en lugar de causar una atracción generaba una creciente tensión.

-¿No me escuchaste?- espetó Aria hecha una fiera por la aparición- Idiota, tú eres el asesino- acusó sin detenerse a pensar mucho.

-¿Asesino?- la miró como si estuviera perdido; parecía una criatura encantadora.- No, no soy eso. Pero ya que lo mencionas estoy aquí por la misma razón.

-No entiendo a qué te refieres.- tenía ojos de pistola, no confiaba mucho en aquel foráneo.

-Tú eres Aria ¿no es así?- ella asintió con los ojos entrecerrados.- En el lecho de muerte de Carter me mandó aquí para protegerte del asesino.

-Así que tú eras como su... guardia- asumió y movió su cabellera castaña hacia atrás.

-Se puede decir; ahora tengo que ocultarte del asesino y mantener a salvo tu linaje.

-Me estás diciendo que confíe en ti, pero cómo sé que no eres el asesino y me estás mintiendo.

-Si yo lo fuera, con lo débil que te encuentras ya me habría deshecho de ti.

Entre mundos ❤ (REMASTERING)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora