capítulo 14 "amigos"

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Aria despertó con la respiración agitada, había ido a un bosque donde la habían seguido sombras.

Se levantó de su cama temblando .
Tocó su antebrazo izquierdo, donde poseía una marca en forma de media luna, que desde que tenía memoria había estado ahí. Pero por alguna razón sentía un malestar en ella. Como un ardor inexplicable.

Caminó hasta su piano y se sentó en el banco; sintió la textura de piel y el olor a madera se notaba ligeramente. Cuando tocó las teclas una sensación a tranquilidad se apoderó de sus manos. Eran suaves, finas, delicadas, y ligeras. Colocó sus manos en posición y comenzó a interpretar un clásico. Moonlight - Beethoven. A cada nota que daba se sentía más adentrada a la pieza, olvidando su exterior, así interpretado una obra de arte.
Cuando llegó al último compás sus sentimientos ya estaban a flor de piel. Y su mamá irrumpió en la habitación y detuvo su andar a unos pasos de ella.
Cuando Aria toco la última tecla, Priss aplaudió orgullosa, era realmente hermoso.

Hablaron un rato sobre la velada de navidad, e hicieron planes para ir a hacer compras juntas.

Ya era aproximadamente medio día y tocaron a su puerta Ale, Chris, Daniel y Juan, sin invitación alguna. De todas maneras entraron y se acomodaron en los sillones de su sala, iniciando Netflix y discutiendo qué título verían. Eran amigos muy compatibles, al menos tenían definido el género que verían. "Terror".

Aria era muy osada; de su grupo de amigos era la que menos se asustaba en casas de terror, o películas, etc.

-¿Dónde puedo hacer las palomitas?- preguntó Juan.

-Dame eso,yo las hago- agarró los paquetes de palomitas para microondas y se dirigió a su cocina.

-Voy contigo- dijo Daniel levantándose del sillón y corriendo a su lado.

-Está bien- Aria metió la primera bolsa en el microondas y presionó el botón que tenía un ilustrativo cubo de palomitas. Al poco tiempo se empezó a notar un olor a mantequilla.

-Bien, ¿qué has hecho?- preguntó mirando como giraba la base con las palomitas dentro.

-Nos vimos ayer- rió, pocas veces reía, pero con Aria era muy abierto- ¿Dormiste bien?- Daniel se unió a la vista que ofrecía la ventanilla del microondas.

-Algo... Nada de que preocuparse, fué un sueño- lo tranquilizó tocando su hombro.

Se emitió un aviso de que las palomitas estaban hechas, las transfirieron a un boll rojo. Y metieron otro paquete, eran 4 bolsas en total.

-¿Y qué piensas hacer?- se tocó el cabello algo incómodo, recordando el relato de su amiga.

-¿Te acuerdas de la secundaria?- desvío el tema.

-Sí- asintió y sonrió recordando cosas- Hace mucho de eso, ahora sólo quedamos Chris, tú y yo.- Eran los únicos que habían ido juntos a la misma escuela después de haberse graduado.- eras una lacra con Chris en primero- Me acusó- se peleaban por todo.

-Sí, ¡¿cómo no me odiabas?!- preguntó Aria riendo.- A la segunda semana que de conocerte te di la patada de tu vida.- se tocó la frente avergonzada.

-Sí, que dolor - recordó con un gesto de "jamás había sentido tanto dolor" y Aria rió, tenía una risa fluida y muy femenina, a Daniel le encantaba.

Platicaron sobre unas hazañas más. Como cuando en la pastorela navideña de último año se habían fugado del evento varios amigos; entrando en el sótano escolar y habían huido cómo locos porque habían escuchado una rata.
También recordaron el primer beso de Daniel, que se lo había dado Aria; en un juego de puñetas, de "verdad o reto".
Rememoraron cómo se habían peleado todos masivamente por un dibujo.

En fin, cosas súper pubertas.

~~~

-Además ese día compraste dos veces un café- lo señaló terminando una historia más y ambos rieron.

-Aveces me gustaría volver a esos mommetos- Comentó Daniel poniendo la última bolsa de palomitas en un cubo.

Aria lo miró y derrepente tocaron el timbre de su casa.

Los dos salieron a ver de quién se trataba. Era Gielg y Eduardo.
Los dos amigos se miraron sorprendidos y Aria corrió a abrazarlos. Daniel los saludó, no como Aria, pero al menos con amabilidad.

Gielg asistió con ellos a la secundaria. Pero sus caminos se separaron. Aunque procuraban verse cada que podían, no era lo mismo. Para Aria ella era muy importante, su gran consejera. Gielg era distinta a las otras chicas. Era muy liberal, tenía todo el cabello pintado de diferente color y se había tatuado una frase en su muñeca. Era la oveja negra de su familia, por así decirlo. Pero era muy especial, y agradable; como un hippie del siglo XXI.

Mientras que Eduardo era uno de sus amigos de Aria, lo había conocido en un campamento de verano al que ella se presentó cuando tenía 13 años.
Aunque él vivía lejos, jamás habían parado de mensajearse. Eduardo se había enamorado de Aria a profundidad. Pero una vez ella le presentó a Gielg y desde ahí fue asunto superado. Desde entonces andaban, y la pasaban bien. Eran buena pareja.

Entraron a la sala y Chris soltó un grito de emoción al ver a Gielg y se abrazaron.
Juan veía a Gielg con atención, le atraía. Ya se conocían, se habían visto en otra reunión que habían hecho. Eduardo miró amenazante a Juan y el se giró.
Ale la saludó un poco intimidada y apenada. Sentía que esto era más un reencuentro que una reunión cualquiera.

Finalmente reprodujeron Silent Hill.

Aria se veía concentrada en cada toma, mientras que Daniel la abrazaba por los hombros igualmente atento.

Gielg daba grititos de miedo con Chris y se tapaba los ojos en cada escena inesperada acurrucándose en Eduardo.

Juan y Ale tenían los ojos abiertos como platos. Y Ale se comía las uñas.

~~~

La mamá de Aria había pedido una pizza para sus invitados imprevistos.

La familia de Aria estaba en la planta alta viendo una película de otro género.
Cuando empezara a obscurecer volverían a casa de la abuela para no dejarla sola.

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Cuando terminó el filme todos estaban algo enajenados así que reprodujeron la película de comedia "son como niños" y a los pocos minutos no paraban de reír.

Se cansaron de estar sentados y de ver Netflix, así que pusieron música e hicieron la sala de Aria una pista de baile improvisada.
Bailaron e hicieron tantas locuras como eran posibles. Era un ambiente agradable.

-¿Y dónde está tu novio?- preguntó Gielg con su radiante sonrisa.

-Por ahí, no lo sé, me gustaría contarte muchas cosas... Pero después, cuando tenga más pruebas de que lo que vivo es cierto- se movió el cabello hacia atrás sonriendo.

-No me digas... ¿estás embarazada?- Gielg se cubrió la boca abriendo sus enormes ojos marrón.

-No seas tonta- se rió- no habló de esa clase de pruebas, sólo que te lo contaré después- dijo algo incómoda.- también quiero que Chris y Ale lo escuchen. Ya sabes, sin chicos.

-De acuerdo; te he llamado mil veces y no respondes- le reclamó cambiando de tema.

-He perdido mi celular- admitió pensando- Últimamente ni yo sé dónde tengo la cabeza.

Daniel sacó a Aria a bailar una pieza lenta. "Earned it"
Y todos vitorearon y se emocionaron puesto que jamás había hecho algo así.

-¿Seguro que no bebiste?- gritó Gielg. Él la fulminó con la mirada.

En la segunda estrofa, Dani accidentalmente tocó su antebrazo y Aria sintió un tirón en el vientre y se agachó débilmente sintiendo como las llamas se apoderaban de su piel.

Todos observaron la expresión de terror de Aria que yacía en el suelo. No había nada anormal, sólo la manera en que tocaba su cicatriz de media luna.

Entre mundos ❤ (REMASTERING)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora