Vuelven

404 43 1
                                    


Era ideal, por no decir perfecto, solo que tal vez no ayudaba mucho en la casa, lo que hacía que me enfadara un poco, pero era imposible estar más de un día así con él, por más que me quisiera hacer la fuerte y aguantarme para que viera mi enojo, siempre conseguía sacarme una maldita sonrisa.

Al final nos repartimos las faenas, a mí me tocó la parte de la compra, sacar la basura y la comida, a él, pasear a su mascota y algunos cuidados de la casa.

Estaba en el supermercado, cuando un muchacho encapuchado se me pone al lado.

-¿Jane?

-¿Cómo...?

Me inyecta algo en el cuello y caigo dormida en sus brazos. Me levanto aturdida esposada en una silla. Son ellos sin duda.

De la puerta de la izquierda sale una cara conocida, muy conocida.

-Hombre, el imbécil.

Así es, es David.

-Hola querida...

-Queridos tus muertos.

-Tan agresiva como siempre, bueno, ¿te gustó mi sorpresa final en Londres? Costó planearlo, y todavía más con la visita improvisada de Aida- le miraba con odio y desprecio-. No me mires así, querida- se acercó a mí para besarme, pero le escupí en la cara-. Gracias.

-¿Dónde coño estoy?

-Esa boca.

-¡Dímelo!

-Estás... En algún lugar del mundo.

Deseaba arrancarle la cabeza.
Dí un salto en la silla que hizo temblar las paredes.

-¡Déjame en paz! ¿¡Es que no tuviste suficiente con destrozarme!? ¡Por tu culpa Aida está en coma!- gruñí.

-Cruzo los dedos para su recuperación.

-Mejor cruza otra cosa, si no quieres que te deje sin posibilidades de ser padre en el futuro.

Intenté desatarme, pero como aquellas cadenas de metal, estás también eran algo raro. Empezó a sonar a una sirena, y de un cristal tintado a mi derecha, entraron unas mujeres armadas, no hombres, mujeres.

-¡Las manos en la cabeza!

*********************
Quise romper un poco el tópico de que siempre son los hombres que manejan armas, ahora; MUJERES AL PODER!

¿Destino? Cualquier parteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora