¿Un... Garbanzo Mágico?

263 47 16
                                    

¡PAPÁ! ¡ELIJAH!, ¡ELIJAH!  gritaba mientras, a todo dar, subía las escaleras, el corazón latiéndome a mil por hora.


Abrí de forma violenta e impetuosa la puerta del apartamento. Nunca había estado más contento de que aún no se hubiese ido a trabajar, aún estaba sentado en el mismo lugar donde lo había dejado.

Solo tuvo que ver mi cara. Yo no podía hablar, solo podía llamar su nombre. Nos miramos fíjamente por lo que pareció una eternidad, mientras mi ansiedad iba solo en aumento.

Sentía que en cualquier momento iba a explotar.


¡Es mamá! La... La biblioteca... alcancé a decir, pero no hizo falta decir más. 


Como un soplo de viento tempestuoso, Elijah se levantó de donde estaba y, con una agilidad que nunca antes había presenciado de su parte, me tomó del brazo, y nos dirigió-medio arrastró hacia las escaleras. 

Todo empezó a darme vueltas, sentía que me iba desmayar, tenía muchas náuseas. 

Veía muchas formas y colores que danzaban en el aire, y en fracciones de segundo, ya estábamos al final y frente a unas puertas grandes de roble y cerradas. 

Sin explicación alguna, habíamos bajado dieciséis pisos y habíamos ido a parar en planta baja justo frente a la biblioteca, la cual, en el momento estaba completamente desierta.

Elijah empujó, aún sosteniendo firmemente mi muñeca, las puertas justo por el medio, las cuales se abrieron violentamente, no había un alma allí dentro, estaba desierto.

Dentro de la biblioteca se sintió una brisa algo tempestuosa, mientras la puerta se cerraba tras nosotros sin hacer un solo ruido. Miré hacia arriba, las ventanas estaban cerradas.

Una vez más, sentí como un escalosfrío recorría todo mi cuerpo, y un nuevo sentimiento de peligro y urgencia afloraba. Tenía mi respuesta de lucha o huida a flor de piel.


Necesito que me cuentes exactamente qué fue lo que viste me pidió Elijah, aún sin soltar mi mano, pero de manera calmada y colectada—.

Primero suéltame solicité, a lo que respondió aligerando su agarre en mi brazo, pero no soltándolo del todo—. 

¡¿QUÉ... Fue lo que viste, Lucien?!

Adära... Ella... Estaba dentro de la biblioteca, y estaba cubierta de... Había un libro. Estaba sangrando.


Su respiración se volvió pesada, soltó mi brazo. Pasaba sus manos por su abundante cabello negro, y apretaba, como si estuviese a punto de arrancarse un manojo de ellos en cualquier momento.


Se lo advertí... Adära... Te advertí que no lo hicieras sin su consentimiento. Sin mi... Oh, Adära, amor mío, ¿Por qué no me contestas? ¿Por qué te ocultas de mi?


Elijah balbuceaba, decía cosas sin sentido, y actuaba erráticamente. Y de un momento a otro, me miró fijamente. La luz de una idea en sus ojos, su mente trabajando a diez mil revoluciones por segundo.


¡Tú! Se estaba ocultando de mi, pero su conexión debió dirigirla hacia ti... Tu sangre. Eso puede romperlo. Sí. Lucien, dame tu mano ordenó, mientras tomaba una navaja de bolsillo que sacó de... Bueno, la nada, porque a lo que a mi concernía, antes no había estado allí—.

La Elección: Lucien es "Diferente" - @VermudezgDonde viven las historias. Descúbrelo ahora