El Génesis de una Profecía

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Se oye un silbido en el viento, un niño llora, una mujer grita, y un padre los insta a apresurarse, mientras el miedo y la desesperación, a una sola voz, se apresuran a su vez a tomar control de sus mentes. Maleza, polvo y un rastro negro rojizo, como la sangre coagulada plagan el ambiente casi negro como la noche.

Y en este escenario yo soy el padre, y yo soy la madre, y yo soy el niño. Y veo a través de sus ojos, y también a su alrededor. Somos entes separados, pero tan compenetrados como uno solo.

Tomamos el niño de las manos de la madre, y seguimos huyendo. Corriendo por sus vidas. Por... ¿Nuestras vidas?

Él y yo gritamos, con todo lo que tenemos, palabras que se pierden en la nieve y el sonido del gélido viento, sin eco. Palabras que no se entienden, palabras casi sin ningún sentido, como si fuesen una especie de idioma perdido. Un fuego multicolor y ardiente, como ramalazos de luz, danza y se extiende por todos lados, como auroras boreales, apareciendo de la nada sobre la nieve, la maleza y los árboles, y alzándose como una bomba nuclear en acción, puedo sentir su calor, y abraza sin contemplación todo lo que encuentra a su paso. Él está asustado, yo estoy asustado, pero sacamos fuerzas de donde no las tenemos para mantener el aplomo. Por ellos, por nosotros, todos nosotros.

Gritos nos persiguen, gritos provenientes de un enjambre de oscuridad, que nos sigue como siguen las abejas a las que han atacado su panal al oso devorador de miel. Quieren hacernos daño, ¡Quieren asesinarnos!

Ellos gritan que somos anormales, adefesios, diferentes.

Que no somos como ellos.

Ahí es cuando todo empieza a parecerse a la escena que deja una estrella al caer del cielo.

Y créeme, no es tan bonita cuando la ves de tan de cerca como yo lo hice.

La Elección: Lucien es "Diferente" - @VermudezgDonde viven las historias. Descúbrelo ahora