Oıƃıʇsǝ

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Corrí lo más rápido que me permitían mis pies hasta donde se suponía que estaba mi habitación, pero en ese justo momento la imponente figura negra se plantó delante y levantó su ceja derecha.



-¿A dónde vas con tantas prisas?... -preguntó Harlock, arrastrando la S, y arrancándome de mis pensamientos.


De repente se me ocurrió algo un poco fuera de contexto... Pero seguro funcionaría.


-Yo... -me puse las manos delante y empecé a saltar- ¡Tengo que ir al baño! 


Un pequeño atisbo de confusión se dejó notar bajo su firme rostro de concreto, pero simplemente se volvió a reemplazar por asco.


-Ustedes humanos y sus sucias necesidades... -comentó y siguió... Bueno, deslizándose como si anduviera montado en un monopatín o algo así.


Seguí corriendo hasta que llegué, choqué con la puerta de la habitación y me hice un pequeño chichón en la frente, abrí la puerta y entré, luego la del baño y la cerré con llave. Acto seguido, saqué el macizo volumen que había sacado de la sección de artes oscuras y prohibidas, con un gran pentagrama y la figura de la cabeza de un macho cabrío desangrándose en ella. Linda imagen...  Saqué de mi pequeña bolsa arena roja, velas y sal. Ahora que lo pienso, ¿De donde demonios viene todo esto?... Deben haberlo puesto mis padres.


Procedí a hacer un círculo con el mismo dibujo en la caratula del libro de magia negra con la arena roja, coloqué las velas en cada una de sus cinco puntas, y lo repasé con sal gruesa, envolviendo las velas en un círculo de sal a cada una.


Abrí el gran volumen, que tenía solo un nombre en la primera página: ESDEATH. La sola esencia de magia oscura que desprendía era como estar mirando directamente el humo sin cerrar los ojos, la cantidad de información hacía que las letras y dibujos se fuesen formando en la página en vez de estar siempre allí. Busqué la sección a la que había llegado mientras rebuscaba en la sección prohibida de la biblioteca, y vi que un ingrediente faltaba.


Algas del Río de Oıƃıʇsǝ.


¡Maldita sea! -susurré por lo bajo.


Cerré el libro y me puse a pensar. No había un solo lugar en el castillo donde yo supiese de algas, y menos de un río llamado Oıƃıʇsǝ...


Después de darle vueltas al asunto un buen rato, recordé nuestra llegada al castillo Blackmoon.




*Flashback*

...lo que más llamaba la atención era una especie de letrero justo donde comenzaba el lago, que escrito en rojo sangre, como una advertencia de vida o muerte rezaba:

"Tan profundo es el lago como profundos los pecados de tu corazón".

-¿Ya viste? -le pregunté en un susurro.

La Elección: Lucien es "Diferente" - @VermudezgDonde viven las historias. Descúbrelo ahora