Pegaso Negro, Alas del Viento

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La academia se veía genial con las nuevas puertas de mármol celestial. Los gigantescos salones tenían ya la función automática de abrirse a los estudiantes que pasaban, y un montón de alumnos merodeaban por todos lados. En unos pocos días comenzarían las clases, que se habían retrasado por el escándalo que había ocasionado nuestro escape. La academia Trainarte Habilite ahora revisaba a quien fuera que entrase en ella con un cuestionario, era un lugar completamente nuevo. Ahora, estaba la regla de “No Usar Magia en los Pasillos”, estaba totalmente prohibido...

La directora misma se encargaba de todo ello, caminando por todos lados.

Protecciones rúnicas extra se extendían alrededor de la escuela, evitando que nadie escapase...

Esto se había convertido en una cárcel por mi culpa.

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Los rayos del sol pegan en mi cara, haciendo que me levante y estire como gato. Que bien se siente...
Tomo mi reloj para mirar la hora... ¡Pero si son las 8:20 de la mañana! ¿Cuanto tiempo he dormido?

Al mirar a mi alrededor, las antorchas siguen encendidas, y los cuatro puntos cardinales del claro brillan con su luz. Los espíritus siguen contenidos en el árbol...

Ellos se han quedado para protegerme.

- “Hommunculus Retractum, Relashio To Averum”-extiendo mi mano derecha hacia el árbol, y siento como la cálida luz que brilla en ella libera la energía que anula el contrato temporal con los espíritus naturales.

El gran árbol se prendió en fuego, y mientras iba siendo consumido lentamente por él y las llamas de los puntos cardinales eran apagadas, todos se presentaron en el claro y su alrededor.

- Ha sido un placer trabajar contigo, pequeño.

- Ni lo mencionen, más bien... Un millón de gracias a ustedes, que no se fueron a pesar de que pudieron haberse liberado.

- Nuestra lealtad hacia nuestro viejo amigo nos mantuvo aquí, y tu comportamiento nos ha sido grato. Esperamos que nos vuelvas a llamar.

- No sé como agradecerles chicos...

- Si tenemos la satisfacción de que cumplas tu objetivo, no habrá sucedido nada, no tienes por qué agradecer, pequeño..

Esta manía de todo el mundo de llamarme pequeño cuando a veces soy más alto que ellos como que ya se vuelve una costumbre...

- Igualmente, gracias -hago una pequeña reverencia y pregunto- En cuanto al pago por la barrera, ¿Qué será?

- Será algo muy sencillo.

- Oh, no, mientras esté en mis manos, pueden pedir lo que sea que necesiten.

-Bien, pues Haru es el único que necesita de algo aquí, así que le dejaré decidir.

Se adelantó un espíritu zorro con tantas colas que dañaban la vista, y a la vez agradaban a ella. Un pequeño niño espíritu. Una obra de arte plasmada en la realidad. Con ojos sorprendidos, digo:

- ¡No sabía que todavía existiesen los Kitsune! ¡Es un placer conocerte, pequeño Haru!

-  ¡Igual para mi!. Y no soy un Kitsune.

- Ah... Perdona, yo pensé que...

- Suelen confundirme con uno por mi gran cantidad de colas, pero la verdad es que las colas de un Kitsune son mucho más majestuosas y abundantes, además de ser nueve, las mías solo son seis.

- Tomaré ese dato para la próxima. ¿Cual es tu deseo?

Un silencio se abrió paso entre todos, hasta el punto que podía escuchar mi sangre palpitar en mis oídos.

La Elección: Lucien es "Diferente" - @VermudezgDonde viven las historias. Descúbrelo ahora