28.- Con lupa de detective

157 11 9
                                    


El entrenamiento estaba por un buen camino, pero mi investigación era otro caso. Aún no había progresado nada con Robert, pues este me tenía muy entretenida esquivando y contraatacando sus golpes, por fin en mucho tiempo de entrenamiento, lo había podido derribar como tres veces; era un avance, dado de las tantas veces que él me había tumbado.

Para ser el más abierto de los tres seres sobrenaturales que me entrenaban, en estos momentos no lo era, se negaba a hacerme la plática y me golpeaba cada vez que me distraía para contarle algo. Espero que no se haya enterado que mi tía es su esposa ¿O ex esposa?

-Oye Robert.-Le dije con la voz entrecortada por el ejercicio.- ¿Tienes familia?

Mi pregunta lo sorprendió bastante, dado que se había detenido y se le había formado un gesto de preocupación y tristeza. Bueno, sabia su respuesta, solo tenía que confirmarla. Pero algo en mi interior, no quería que la refutara.

-¿Por qué preguntas eso?-Me contesto brusco y el ceño fruncido.

-Bueno, eres el único del que no conozco casi nada; y estos últimos meses que nos hemos estado viendo, jamás me cuentas nada sobre ti.

-Porque así es como debe de ser. Mi pasado me abandonó, y pienso hacerle lo mismo.-Él parecía realmente enojado con la pregunta y su respectiva respuesta, incluso un poco triste.

Su pasado lo abandonó. ¿Eso quiere decir?

-¿Qué se supone que significa eso?-Inquirí.

Él me miro raro, pero no me importaba, tal vez logre que ellos dos aclaren sus cosas o yo que sé.

-¿Para qué quieres saber? Yo no te ando preguntando qué sucedió con tus padres o que pasa entre ti y el señor Chrysomalli.-Luego de eso, tomo sus cosas y se fue en un borrón rápido, solo dejándome con la palabra en la boca y herida.

Tenía que saber más, mi mente suplicaba por respuestas, las cuales obtendría a cualquier manera. Solo tenía que preguntarle a la persona correcta y con las preguntas adecuadas.

-¡Frederick!- Le dije cuando lo encontré caminando en el pasillo rumbo a los estacionamientos.- ¿A dónde vas?-Le pregunte para no parecer tan obvia al querer sacarle la sopa.

Él me miro raro, puesto que yo nunca me quedaba más tarde de mis entrenamientos, eran las seis de la mañana, y debería de estar en casa tomando una ducha para que mi tía no notara mi olor a perro mojado. Pero no podía dejar mi curiosidad carcomerme, y sentía por alguna razón que debía conseguir respuestas lo antes posible a mi última transformación. A híbrido.

-Voy a dar un paseo.-Me dijo un poco confundido.- ¿Quieres que te deje a tu casa?

Nena, ese es el momento.

Le sonreí en mi mente de manera macabra a mi voz misteriosa, y empecé a emplear mi plan.

-No, gracias. Pero podría acompañarte a dar ese paseo. Claro. ¿Si tú quieres?-Le sonreí de manera neutral y penosa, tenía que parecer que mis intenciones eran buenas.

Tienes buenas intenciones, solo quieres saber de la vida privada y oculta de alguien.

Mi voz misteriosa tenía razón. No debía sentirme tan mal al hacer esto. Pero se sentía como en las películas de espías y policías.

Frederick sonrió de oreja a oreja y asintió.

Íbamos en la camioneta 4x4 negra rumbo a un lugar boscoso. El ambiente se sentía tranquilo, pero había algo cargado de dudas, por parte de mí. No sabía cómo comenzar a platicar o sacarle la sopa de manera fácil. Solo me quedaba decir un poco de verdad distorsionada.

-Frederick.-Le dije después de un tiempo. Él me miro de rápido y luego se voltio a la carretera.- ¿Sabes que le pasa a Robert? Hoy en los entrenamientos ha estado un poco raro y gruñidos de lo normal.

Frederick se tomó unos segundos para responder y sobaba su barbilla con signo de incomodidad y de que probablemente me esté ocultando algo.

-Él está preocupado por algo.

-Me dijo que era por su esposa.-Le conteste de rápido. Tenía la razón de su esposa, pero no de que él me lo hubiera dicho.

Frederick me miro extrañado. Supongo que Robert nunca revelaría datos sobre su vida, y si estos los hace enojar mucho.

-Si.- Soltó en un pesado suspiro después de varios segundos de pensar.

No supe dónde estábamos, pero Frederick había aparcado la camioneta en una orilla de la carretera. No creo haber llegado al destino que él quería, así que creo que solo paro para revelarme el royo sin interrupciones.

Esto se pondrá bueno. Te lo aseguro.

Sentí a mi voz interna sobar sus manos en movimientos ambiciosos.

-Fue hace mucho.- Comenzó a decir.- No sé qué te haya dicho, pero él siempre tiende a desgraciar su historia. Recuerdo que fue hace algo más de 15 años, él tenía una familia en secreto. Te preguntaras el porqué, pues su esposa era una bruja, o es, no sé si sigue viva. Pero ya bastante prohibido era su matrimonio, no les basto y tuvieron hijos. Dos, un niño y una niña.

Bingo.

-La niña a detener tu edad y el mayor, la misma que mi hijo.- Su cara entristeció por un momento, quería abrazarlo, porque él más que nadie, había actuado como un padre para mí, me había cuidado y me hablaba con esa forma autoritaria y amable que solo un padre puede usar.

-Kurtis y Rachel. Ellos aún eran pequeños cuando su matrimonio rompió, pero todo sucedió por las putas brujas, el clan de ella. Le hurtaron a sus hijos y alejaron a sus hijos de ella, él estaba tan enojado que juro vengarse, no solo de ella por dejar que las brujas la manipularan, sino de todas las brujas, culpables o no de lo de su familia. Él realmente odio a las brujas. Así fue como se unió a nuestro gran ejército y se convirtió en hibrido.- Termino su relato como si todo fuera una historia cómica, pero, realmente no lo era, las brujas habían destrozado una familia que, a pesar de las diferencias de especie fantástica, ellos habían luchado por su amor. Y realmente me gustaría saber cuál fue la razón de que las brujas hicieran eso.

-¿Y sabes la razón por la cual las brujas lo hicieron?- Pregunte más intrigada que al principio.

-Realmente, no lo sé. Siempre quise preguntárselo, pero cuando lo hacia él me contestaba que ella era una perra y que lo había abandonado. Supuse que para no perder a mi amigo, debía de dejar el asunto estancado.

-¿Y cómo se llama la mujer?-Pregunte sin ni siquiera dejarlo terminar su frase.

-Haces muchas preguntas; tú también deberías dejarlo estancado, por tu bien.

-Solo una más. ¿Sí?- Le dije con cara de perrito y voz de niña pequeña.

Él saco un suspiro de derrota y contesto.- Christia, Christia Bonnet .

Oh, santa mierda. Te lo dije.

----------------------------------------------------------------------------------------

Parte nueva :) 

lo sé, sé que he tardado demaaasiado en actualizar, pero no he podido porque ya casi es el ingreso a la universidad, y estoy un poco estresada con las materias que debo. (Casual de Cchachero)

Pero diganme. ¿Qué grado cursan y en que escuela van? 

Yo estoy en sexto semestre de CCh Azcapotzalco. \*u*/

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 10, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La chica de los ojos ámbar: Pacto híbrido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora