-¿Y tú qué sabes sobre el dolor?-cuestionó encarándolo de nuevo. Apenas terminaron una pelea, otra comienza. Los temas siempre lo mismo:
*El no querer despertarse para seguir soñando.
*Los sentimientos.
*La vida y la muerte.
*Perder a los amigos y seres queridos para siempre.
Todo eso lo hizo razonar, en parte decidió despertar pero en otra parte, no. Quiere seguir soñando en un mundo donde no hay dolor, nada malo ocurre, nadie muere, donde puede estar con ella.
La extraña, demasiado. Ella toco una parte de él que nunca nadie llegó, ella lo hizo cambiar. En el pasado, puede ser que parecía alguien normal, feliz, pero en el fondo sabía que no lo era. Siempre supo que no era como los otros niños, ellos podían y pueden vivir sin responsabilidades de proteger y protegerse de lo que puede hacer, a veces sentirse como un fenómeno de otro mundo, que sus padres le mintieran diciéndole que lo comprende cuando en realidad no es así, una de las mentiras típicas de ellos porque nadie puede saber lo que uno siente.
Varias veces pensó en suicidarse, pero no lo hizo. Sabía que sobretodo sus padres lo quieren, que tiene amigos que aunque no sepan lo que es lo apoyan, que alguien lo entenderá, y que no podría hacerlo ya que es su responsabilidad maldita.
-Sé sobre el dolor, demasiado-reprochó poniéndose en frente de la castaña.
-No. No sabes absolutamente nada. Crees saber algo pero no, te equivocas. El dolor es como el sufrimiento, pero más peor. Debes agradecer que nunca lo has sentido.
-¡Claro que sí lo sentí! Lo sentí en cuanto te perdí.
-No. Sufriste y tuviste nostalgia, depresión, eso no es dolor-contradijo yendo hacia una de las bancas de madera en aquella pradera de césped verde, árboles abundantes y florecidos, el sol marchándose por la frontera mientras que el cielo junto algunas nubes tornan el color anaranjado y rosa del anochecer.
Bajo su cabeza tirando de su cabellera rubia hacia atrás, suspiro y camino hacia ella.
-El dolor es algo inimaginable, es lo que sentí cuando el avión estrello-continuó perdiendo sus ojos azules en el paisaje-. Escuchaba como las personas lloraban, perdían la fe cada vez que receban y nada sucedía, las parejas ya sean jóvenes o viejas se aferraban unos del otro sabiendo que sería el último momento juntos, luego llegó el choque. El avión explotó, los gritos aumentaron y pasaron de ser de auxilio a miedo. Los lobos no tardaron en llegar, poco a poco se fueron llevando a los que murieron y algunos vivos, yo estaba en un lugar donde no podían verme ni olfatearme, el frío me llegaba a penas, estaba cubierta por varias y grandes partes del avión, y unas de esas se clavó en mí. Toda mi vida paso por mis ojos, el dolor era inaguantable, no tenía mucho tiempo de vida y menos posibilidades de seguir haciéndolo. Entonces, la luz llego y el dolor desvaneció.
El joven no pudo contener las lágrimas, cuando el accidente había ocurrido, él lloró como un maldito bebé por días, meses incluso.
-Fue mi culpa, el que hayas muerto, fue mi culpa-susurro más para sí mismo captando la atención de ella.
La joven levanto su mano y le pegó en la mejilla haciendo que gimiera de dolor.
-Pero... ¿Qué carajos?
-Te lo mereces por marica y no lo niegues, Luke. Hiciste bien, porque si hubieses venido tú también hubieses muerto por mi culpa y eso no me lo perdonaría-reprimió.
Ambos compartieron miradas, Luke teniendo su mano en la mejilla que recibió el golpe que comenzaba a tonarse roja. Los copos de nieve empezaron a caer sobre los dos, el rubio echó una mirada por el lugar, aquel paisaje primaveral cambio. Ya no están en el campo sino en un parque en invierno. De nuevo no hay nadie, solo ellos. Hay una cafetera andante echando humo. Se preguntó por qué no siente frío si antes estaba con un short y una remera musculosa, pues su prenda cambio como antes, un pantalón largo, zapatillas y un abrigo.
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Elementary
FantasyAgua, un poder precioso que da vida. Tierra, un poder un poco sucio pero que da vida. Aire, un poder valeroso que ayuda a dar vida. Fuego, un poder temible, poderoso y peligroso que quita la vida. Aunque nadie lo sepa, en todo el mundo hay 4 pe...