Esclava

Capítulo 8

-¡¡__ por favor déjame entrar!!- gritaba kyu detrás de la puerta.-
-Señor kyuhyung por favor déjeme un momento, luego iré a verlo.- trate de decir lo más calmada posible.-
-__...
-Estoy bien señor, por favor le pido que se retire
-Como usted quiera __

Lágrimas caían por mis mejillas, si bien no me hizo nada me afecto mucho esto, debe de ser porque nunca lo había visto así de enojado y menos conmigo...tengo que empatizar, él debe de estar estresado en su trabajo, la cena y otras cosas más, creo que reaccione mal, cuando deje de llorar y me calme le iré a pedir disculpas.

Más tarde fui a su estudio, toque la puerta y el me dejó pasar, entre y me senté en el asiento delante de él.

-Bueno kyu, te vengo a pedir disculpas por mi comportamiento de antes, no sé qué me ocurrió.
-Tranquila __, yo igual reaccione mal, también pido disculpas
-Bueno, disculpa aceptada kyu.
-lo mismo digo para ti __.
-Y... ¿Cuándo es la cena?
-Es en dos horas más.
-Entonces me iré a preparar.
-No te preocupes por escoger un vestido, enviare a una sirvienta con tu vestuario a tu cuarto.
-Gracias kyu, me iré a preparar entonces ahora.

Cuando llego a mi cuarto espero a que llegue la otra sirvienta, no se demora mucho en llegar y puedo ver el hermoso vestido que me dejó kyu. Cuando ya me he puesto el vestido golpean mi puerta, cuando la abro son unas sirvientas que he visto muy poco pero las reconozco, ellas dicen que vienen de parte de kyu para poder maquillarme y peinarme.

-__...
-¿te gusta kyu?
-te...te ves hermosa.
-Gracias.- le sonrío y me sonrojo a más no poder.-
-bueno vamos.

Nos subimos al carruaje y vamos rumbo a la fiesta. Llegamos a una casona muy grande, se notaba que esta era una fiesta de gente de elite.

-Bienvenido señor Cho Kyuhyung, pase por favor.- el sirviente nos abre la puerta de par en par.-

Se deja ver una habitación muy amplia y grande, desde el techo un majestuoso e imponente candelabro se imponía, por el fondo se notaba como por cada lado había una gigantesca escalera con una alfombra roja en el medio de cada una de ella, un vals invadía mis oídos y cientos de mesas decoraban al frente de esas escaleras.

-Vamos __, es hora de mostrar todo lo que aprendiste hoy.- me dice kyu con una sonrisa.-

De inmediato me lleva a la pista de baile ubicada en el centro de esa majestuosa habitación, pongo una mano en su hombro y la otra la entrelazo con él, su mirada y la mía se juntan y siento su mano en mi cintura, siento un calor cálido en esa zona.

Seguía lentamente los pasos que hacia kyu, sentí el calor de sus manos en mi cuerpo y me sentía como si estuviera sola en ese lugar con él, de pronto la música seso.

-¡¡Queridos invitados, hoy los reunimos a todos ustedes para que conozcan la gran noticia que le tenemos!!- dijo un hombre algo robusto, con voz grave, fuerte y clara.- hija pasa por favor.

Se ve como desde lo alto de las escaleras esta una chica hermosa, a simple vista se ve, pero levanta su rostro y me fijo que es la prometida del señor, de mi ex dueño, no lo podía creer, ahora me va a querer matar, le arruinare todo a kyu hoy.

-Bueno queridos invitados quería comunicarles que dentro de tres meses me casaré.- wow, que rápido encontró un prometido, me reí mentalmente.- Sin más espera, les presento a mi prometido...Jace kwon.

Ahora sí que sí mi muerte estaba asegurada, en el momento en que me vieran querrían matarme para que no dijeran nada. Solté la mano de kyu quien me miro con tristeza, algo le pasaba pero yo no podía estar más aquí, mi vida corría peligro, tome un poco la falda de mi vestido y como pude con tacos salí corriendo de aquel lugar, pero en vez de huir me adentre más, estaba en el patio trasero de aquella mansión.

-¡¡__!! ¡¿Por qué huyes?!- escuche a la lejanía, sabía que era kyu pero necesitaba salir de aquí, cuando siento una mano en mi muñeca que me da vuelta.-
-Por favor __, quédate, te necesito, ¿no te das cuenta?
-En qué podría ayudarte, en qué me podría necesitar, soy solo una esclava que con suerte tenemos una relación cercana.
-Sólo cállate y abrázame, ¿me escuchaste?

Siento como su mano ya deja de tocar mi muñeca y se enredan con ganas en mi cintura, siento calor en esa zona, un calor cálido, por lo que enredo mis brazos en su cuello y para tranquilizarlo recorro su pelo con mis dedos...al parecer da resultado hasta que alguien viene y nos dice que la cena ya está lista, antes de que kyu se vaya al salón de nuevo lo tomo del brazo.

-¿Por qué estás así kyu?, ¿Qué te sucede?
-Es solo que...-kyu se da la vuelta y me queda mirando a los ojos, acuna mis mejillas en sus grandes y calidas manos.- la mujer que presento a su prometido es mi prometida.
-¿Qué?- digo estupefacta, no lo creo, ¿Cómo es posible que tenga dos prometidos al mismo tiempo?-
-Sí, estoy comprometido con ella desde niños, pero al parecer a su familia no le comenzó a ir bien y ella decidió buscarse a alguien con mucho más recursos que yo, luego supe que estaba con él.
-kyu por casualidad, aparte de él, ¿conoces si tuvo a otro prometido?
-No, él es el único que ha estado con ella ahora.

Esto era muy raro, no entendía que se tramaba esta arpía, pero me dolía ver así a kyu, él podría tener a cualquier mujer que quisiera en sus manos pero sin embargo lloraba por ella. Cuando llegamos al salón y nos indicaron nuestra mesa, para mala suerte me toco sentarme al lado de ella.

-Hola querida.- saludo falsamente, maldita arpía.-
-hola, ¿cómo te va?-dijo lo más falsamente que pude, me caía mal.-
-bien gracias.

Apenas nos sentamos me susurro: "aléjate de kyu, él es mío, ¿no te lo dijo?, él es realmente mío y quiero estar con él, pero antes no le iba tan bien como ahora, así que lucharé por el cómo sea lo último que tenga que hacer, prepárate querida, porque ahora de verdad inicio la guerra...buena suerte"

Y yo soy de las personas que prenden hasta con el agua me tapé la boca con cara de sorpresa, ella me dio una sonrisa de desprecio pero luego ella fue la cara de impacta, debido a que no se me ocurrió nada mejor que arquear una ceja y sonreír de la forma más sínica posible, para luego agarrarle las mejillas a kyu con mis manos y darle un largo beso, pero no era un tierno, no señor, fue uno más profundo y sensual.