Capítulo 11

2.4K 128 3
                                    

Desperté con un dolor intenso y un ardor insoportable en la espalda, debido a los latigazos de anoche no pude dormir bien, todo me dolía, por lo que ahora parezco un zombie, nada que hacer contra ellos. Me vestí con el típico vestido que tenían todas las esclavas, me puse eso si antes una venda en la espalda, para que no tuviera contacto con la ropa sucia. Salí de mi cuarto y me encontré con la esclava que lloraba ayer en la noche, me miro con cara de tristeza y sus ojos se llenaron de lágrimas, solo pude darle una gran sonrisa tranquilizadora y me encamine a la cocina.

-Buenos días chicas, ¿Cómo durmieron?- pregunte lo más alegre posible.-
-¡¡muy bien __!! ¿Y tú?- respondieron todas al mismo tiempo.-
-Muy bien gracias.

Siento como la puerta se abre mientras una de las chicas me abraza muy fuerte por la espalda, un grito gutural sale desde mi boca, haciendo que la chica se separe rápidamente de mí y todo quede en un silencio.

-¡¡__!! ¡¿Estás bien?!- pregunto kyu cuando se agacho al lado mío con una cara de espanto.-
-Si tranquilo señor kyu, estoy bien, no se preocupes por una simple esclava por favor.
-__ tú nunca serás una simple esclava para mí, ahora dime qué...- vi cómo se quedó callado debido a que en la espalda del vestido se podía ver como una líneas de sangre la adornaban. En ese momento llegaron los hombres responsables de estas heridas.-
-De verdad señor kyuhyung no se preocupe.- kyu se dio cuenta de la presencia de estos dos hombre e inmediatamente se giró hacia ellos para encararlos.-
-¿Ustedes fueron, cierto? Ni se les ocurra hacerlo, porque si me entero recibirán un castigo de aquellos.- dijo kyu con la mandíbula apretada al igual que sus puños.-
-Se...señor no es lo que usted creé...-vi el nerviosismo de ellos, se les notaba y como no quería meterlos en más problemas, por qué obvio que se las verían conmigo.-
-Señor no es lo que usted creé, yo fui la que me hizo esto.- dije agachando la cabeza, sabía que si lo miraba exactamente ahora la mentira no saldría bien.-
-¡¿Qué?! ¿Por qué lo hiciste?, ¿Me estás diciendo aunque sea la verdad?- su mirada reflejaba sorpresa y algo de decepción, me partió el alma, él sabía que yo no soy así, él sabe que jamás me haría daño yo misma.-
-Sí, tal y como escuchó, yo ayer sentí que me porte demasiado mal y para expiar mis culpas me auto lesiones dándome unos cuantos latigazos, lo siento señor por no poder hacer nada bien.- me hinque frente él e hice una pequeña reverencia, cuando siento un bufido, por supuesto que de él.- lo siento mucho señor que se haya tenido que preocupar por una esclava como yo.- lo mire a la cara y solo vi reflejada la decepción de él.-
-Espero que te haya dolido y mucho, ¿me escuchaste?, si haces ese tipo de cosas después no te quejes del dolo, se una mujer de una buena vez por todas y no quiero volver a escuchar tus gritos nunca más, así que ahora compórtate y vuelve a tus labores...llévame el desayuno a mi estudio y que sea rápido por favor.- se dio media vuelta y se fue sin dar alguna otra orden u otra mirada.-
-Ni creas que te vamos a dar las gracias maldita esclava de porquería.- dijo el más alto, al parecer era el que más me odiaba.- es obvio que lo hicimos nosotros dos pero lo disfrutamos haciéndolo, así que prepárate porque cada vez ira siendo peor querida.- las otras esclavas estaban asustada, se notaba su miedo, nunca habían visto esto.- ahora ve a llevarle el desayuno al señor si no quieres que te vayamos a dar latigazos ahora mismo.- antes de salir se dio vuelta a mi que aún estaba en el piso y me dio dos patadas secas en las costillas izquierdas, me quede sin oxígeno y no pude gritar, debido a las palabras de kyu.-

Cuando llegue al estudio de kyu le deje todo en su mesa, pude sentir el ambiente extraño que se formó entre nosotros, esto me dolía, pensé que aquí las cosas iban a ser diferentes pero notoriamente no lo fueron. Salí y fui a la cocina, las esclavas desde entonces me ven con pena y como un bicho raro, por Dios esto ya me desespera. Una de ellas fue muy amable y mientras me lavaba mi vestido me presto otro, una ofreció a limpiarme las heridas, pero le dije que no, que yo misma lo había hecho.

En las tarde la casa estaba tranquila y silenciosa, kyu no había salido en todo el día de su estudio, me preocupaba porque algunas de las esclavas me decía que ni siquiera comió, que no ha hecho nada más que pasarse encerrada en él, por lo que decidí ir a dejarle algo de comida, ya estaba a punto de hacerse de noche, ahora le vendría toda el hambre.

-Señor kyu le traje algo de comer.- le dije mientras entraba y le dejaba la bandeja en su escritorio.- me enteré por las esclavas que no ha comido desde la mañana y me preocupé por usted, espero que disfrute lo que he hecho para usted.- no recibí respuesta alguna de él, ni siquiera un ruido.- con su permiso me retiro.
-¿Por qué te preocupas por mí?- me pregunto dejando de lado varios papeles que antes se veían muy interesantes al parecer.- contéstame...¡¿por qué te preocupas por mí?!
-Porque aunque usted no lo crea igual me interesa, creo tener un mínimo cariño y respeto por usted, aparte de que esta es mi forma de darles las gracias por haberse preocupado hoy por mí en la cocina.
-Es lo que cualquiera hubiera hecho.- restándoles importancia al asunto.-
-Aunque usted no lo crea no, mi anterior amo solo se preocupaba de que me dieran demasiados latigazos, de nada más, no le interesaba si me dolía, si se me había roto una costilla, si esos hombres me habían hecho algo más que unos simples latigazos, para él era casi como una máquina, algo que no tenía sentimientos y que era totalmente inerte.

Después de eso kyu se quedó callado y me permitió retirarme, como ya había terminado de ordenar las cocina y todo decidí dar una pequeña vuelta en el casa, después de un rato pasé por el estudio de kyu y este tenía una de las puertas abierta hasta atrás, entré y vi que la bandeja solo tenía los platos vacíos y en la bandeja había una nota "gracias por preocuparte por mí, estaba muy rico todo, creo que de ahora en adelante pediré que tú me hagas desayuno, almuerzo y cena", eso me alegró, fui a dejar todo a la cocina y lo deje limpio. Cuando termine fui a mi cuarto abrí la puerta, la cerré y me baje el vestido dejando sólo mi espalda descubierta.
-Vamos apúrense con esto, no tengo toda la noche, terminemos con esto los más pronto posible.- sentí como los dos me agarraban de un brazo cada uno y me llevaban directamente a la habitación de ayer.-

Hoy será otra larga noche en vela...

EsclavaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora