Capítulo 13

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Contando los días ya había pasado un mes desde la cena, las cosas no han salido como yo esperaba, esos hombres siguen dándome latigazos en las noches, sigo con la misma rutina y últimamente kyu está saliendo más de la casa, hay veces que no ha llegado y eso me asusta, tengo miedo de que algo malo le pase.

Estamos todas reunidas en la cocina, al parecer según los segundos al mando piensan que hicimos algo mal, pero no entiendo qué, hemos hecho el aseo, comida y todo lo que ellos quieran.

-Bueno esclavas, las reunimos porque resulta que algunas no cumplieron las reglas, ¿no es cierto __?
-¿qué he hecho yo ahora? Claro si es que se puede saber.- respondo con acides.-
-Pues nada, no has hecho ninguna de las tareas que te pedimos
-¿Cuáles tareas?
-¿Viste? Ni si quiera las recuerdas.- negó con la cabeza el hombre.-
-Tenías que entretenernos, si sabes a lo que nos referimos.- alzo ambas cejas el más bajo de los dos, me dieron arcadas.-
-Y yo les dije que una esclava no hace esos trabajos, sólo los hace una puta.
-Bueno si tu amo te dice que te conviertas en una puta tú lo haces.
-Entonces qué lástima para ustedes, porque resulta que mi amo es kyu y él no me ha ordenado eso
-Nosotros somos tus dueños cuando él no está.
-No, ustedes son solo mis cuidadores y castigadores, no se den mayor importancia de la que tienen.
-Maldita hija de puta.- le pego una cachetada, porque no dejaré que nadie hable así de mi madre.-
-En el momento en que vuelvas a hablar así de mi madre te partiré el culo y las bolas.- dije apretando los puños y la mandíbula tensa.-
-Perra, eso es lo que eres y a las perras se les tiene que enseñar.- me agarra de la nuca y me tira fuera de la cocina.- esclavas, esto no termina aquí, prepárense para mañana, porque esta pequeña perra no estará y kyu volverá a salir, así que mañana su castigo finalmente llegara.- me volvió a agarrar de la nuca y me llevo al mismo cuarto de siempre en donde me golpeo hasta que se cansó.-

Ya era muy de noche y yo aún no me podía ir a dormir, tenía que esperar a kyu, quería saber cómo estaba, aparte de que tenía miedo de lo que me pudieran hacer esas bestias esta noche. Lo esperé y esperé pero nada, él no llegaba. Ya era de madrugada, eran alrededor de las 4 de la mañana cuando aquellos hombres me fueron a buscar al salón, me llevaron de nuevo al mismo cuarto de siempre y comenzaron por abrir mi vestido en la parte de la espalda, para luego dar paso a echarle sal y los dos agarrar sus látigos, uno por uno los latigazos se hacían sentir en mi sensible piel, dolía demasiado pero no le podía decir nada a kyu, no permitiría de que él y su alma se marchitaran, no quería. Los hombres dejaron eso para darme un combo en mi rostro, sentía como todo me ardía, incluso como el mundo se movía, estaba aterrada, estaba vez nadie estaba despierto para parar sus atrocidades, esta vez no estaba kyu para meterles miedo con su presencia, porque sabían que era la esclava favorita de él y que si algo malo me llegaba a pasar ellos lo pagarían muy caro, ellos sabían que kyu era capaz de cualquier cosa por mí, para protegerme, para salvarme de las garras de estos animales.

Otro golpe más en mi rostro, ya no podía escuchar lo que me decían, solo estaba atenta y concentrada en no desmayarme, tal vez que eran capaces estos cerdos de hacerme cuando lo este, sólo puedo ver cómo me dan golpes pero estos ya casi no se sienten, es como si ya nada existiera, tal vez esta noche si iba a morir como ellos lo prometieron, ya llevaba todas las noches perdiendo una cantidad de sangre importante, creo que tengo las costillas rotas, sino ellos se encargaran de rompérmelas ahora. Quiero gritar pero no puedo, mi cuerpo no me responde, al fin y al cabo debe estar molido, no puedo hacer nada y eso me da impotencia. Se cansaron de darme golpes, sólo se ríen, se burlan de mí, lo sé, soy patética, quiero moverme, quiero gritar, quiero ser libre, mis ojos se llenan de lágrimas y se ríen más de mí, estoy harta. Veo que el grande se acerca a mí y me besa, asco, eso define todo lo que siento ahora, asco de mí, por no poder hacer nada y asco de él. El más chico de los dos me quita el vestido, sólo quedo en ropa interior, se vuelve a reír de mí y comienzan a toquetearme, siento las caricias y ahora es como un golpe de sentidos, puedo escuchar, ver bien y en especial sentir todo muy bien...sus caricias son simplemente asquerosas, el ardor de mis heridas insoportable y el dolor en mi rostro y en mis costillas ni hablar.

-Creé me esto lo vas a disfrutar mucho, puede que hasta más que nosotros.- comienzo a temblar.- oh vamos, no te pongas tímida, estamos en confianza querida, vamos, sabes que también lo quieres, se te nota.- me da un beso en la boca y me muerde el labio sacándome sangre.- tus labios son dulces y gruesos, son simplemente exquisitos, ay __ podríamos haber hecho esto por las buenas pero tú lo quisiste así, al parecer eres tan puta que te gusta que te den duro.- me golpea de nuevo en el rostro.- ahora aprenderás el verdadero placer, pero espero que no quieras más porque recuerda que esta noche tu desaparecerás de la faz de la tierra, serás un simple recuerdo en el cerebro de algún desconocido, no eres nadie.- se comenzó a reír.-

-¡¿Tú piensas que es una cualquiera o qué imbécil?!- veo a kyu en el marco de la puerta rojo de la rabia, con su cuerpo totalmente tenso y sus manos hechas puños.- ¡¡pues estas muy equivocado si piensas eso pedazo de mierda, ella es especial para muchas personas, nunca sería un recuerdo simple, ella será un hito en la vida de alguien!!- kyu se acercó hasta nosotros y al grande lo hecho para atrás, el más chico se había arrancado hasta chocar con la pared en donde encontró su látigo.-
-Señor no es lo que usted piensa, resulta que esta esclava nos está molestando desde hace un mes, entra a nuestra habitación y le dije eso sólo para asustarla, no vaya a creer que yo le quería hacer algo más.- dijo el grande con miedo, claro, si llego el hombre que lo controla, tampoco es idiota.-

Veo como el hombre chico levanta su mano para darle a kyu quién esta arrodillado al lado mío viendo si estoy bien, darle unos buenos latigazos, pero saco fuerza de donde no tengo y logro que kyu quede debajo de mí, su cara de miedo y tristeza me destruye internamente, después de todo no creo que mi cara haya sido de felicidad pura si me pegaron lo más fuerte posible con el látigo en la zona más sensible que tenía de todo mi cuerpo.

-¡¡Se acabó, ustedes malditos, basta, si quieren meterse con alguien será mejor conmigo, ya no se metan con __!!
-Señor Kyuhyun, se lo repito, no es por usted ni nada pero ella nos está provocando desde hace un mes.
-Maldito mentiroso, sólo te encubrí por kyu, no fue ni por ti ni por mí.- dije tratando de pararme que no sé cómo lo hice.- ya termina esta farsa, los dos sabemos que tú fuiste el que comenzó esto, hace un mes todas las noches siendo golpeada por ti y todo el día si kyu no estaba, basta de mentir o tu castigo será peor, te lo digo enserio.
-No te preocupes __, hoy mismo se irán a la cárcel.- dijo kyu seguro.-
-Nadie se va preso por pegarle a una esclava señor.- dijo triunfador el más alto.-
-Pero tú castigaste a alguien sin mi permiso, por lo que me desobedeciste y agredir a alguien hasta el punto casi de muerte es un delito, igual que la violación o abuso, así que déjame contar los años que estarán encerrados en la cárcel malditos bastardos.

En ese momento aprendí a querer a kyu un poco más y a conocerlo, a conocer esa faceta protectora de él.

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