Abrazar a Louis era como abrazar a la felicidad, a la específica para mí, la única. Pensaba que abrazar a Louis era como abrazar al universo que me correspondía por qué me sentía bien, vivo, y sobre todo, feliz. Me encantaba que Louis fuera tan pequeño en comparación porque siento que así cabe en mi diminuto corazón y siempre puedo llevarlo conmigo. Sonara cursi, pero así lo sentía.
Ahora, domingo por la tarde, estábamos acurrucados en el sofá de su salón, todo mi cuerpo rodeando el suyo, siendo yo la cuchara grande que se dice. Pasaba con suavidad los dedos por el nacimiento de su pelo y de vez en cuando depositaba pequeños besos en su nuca mientras veíamos, la que según él, era una película tesoro. Me explicó que se trataba de que aquellos filmes no demasiado conocidos pero que valían más que la mierda comercial que producía la fábrica de Shithood, insultando así a Hollywood y manifestando el poco agrado que tenía por aquella cultura; palabras textuales. Esta en concreto era About Time, y sinceramente, tenía razón.
Sentía como su cuerpo se relajaba más y más con mi toque y comenzaba a pegarse más a mi pecho, en busca de más calor al empezar a encontrarse adormecido, lo que me produjo una gran ternura. Pero esa ternura se esfumo cuando cayó dormido y comenzó a moverse en sueños, y por lo tanto, provocar una fricción que ahora me vería incapaz de calmar si su subconsciente continuaba haciendo que se moviera de aquella manera.
Decidí que lo mejor sería que lo tomara en brazos y lo llevara a la cama, escapando así de la incómoda situación que crecía en mis pantalones, y tomara la puerta para ir a casa.
Tomé su pequeño cuerpo en brazos prácticamente con poca dificultad y comencé a subir la escalera que conducía al piso de los dormitorios, a la vez que Louis se aferraba a mi pecho y dejaba su cabeza en el recoveco donde mi cuello y hombro se conocían.
Una vez que lo acosté y arropé, procedí a tomar mis pertenencias y colocarme mis zapatos en el recibidor prácticamente a oscuras ya que iba apagando luces conforme iba saliendo de la casa. Justo cuando terminé de colocarme la gabardina y la bufanda, me pareció ver moverse algo entre las sombras.
- ¿Harry?- una soñolienta voz pronunció
Prendí la luz del pasillo para vez a un adormilado Louis a mitad de las escaleras, rascándose uno de los ojos con la manga de uno de mis jerséis en los que, literalmente aseguraba que cabían dos Louis.
- ¿Sí?-cuestioné con un suspiro contenido ante tanta ternura
- ¿No te quedas a dormir?-contestó acercándose hasta rodear con sus delgados brazos mi cintura y reposar su barbilla en mi pecho
- No creo que sea buena...- no terminé la frase ya que el ojiazul selló mis labios completamente calmado, deslizándose mis manos hasta su cintura suavemente acariciando sus curvas, mientras nuestros labios se amoldaban a los del otro con delicadeza
- Estas muy tierno cuando estas cansado.-susurró.- y, no te preocupes, la he notado.-conforme pronunciaba aquello último sus manos se escabullían a mi parte baja delatándome
- ¿Oops?
***
Bueno esto más que nada es relleno ya que estoy falta de ideas así que si tienen alguna o cierta sugerencia amaría que la dejasen en un comentario.
Btw, mi bebé se hace grande y :'(
Igualmente Feliz Navidad a todxs, espero que pasen un lindo tiempo estén donde estén
All the love, María del Mar x
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That's art, you're art | l.s |
FanfictionPRIMER LIBRO DE LA SAGA ''ART'' *** Donde Harry observa cada tarde trabajar a Louis en aquel museo, por que piensa que él debería estar en puesto de aquellos cuadros.