Six

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- Te veo alegre compañero, ¿Buen fin de semana?-inquirió con algo de burla Niall

Niall era profesor de música en el instituto. Nos conocimos al comenzar a trabajar aquí por que básicamente nos incorporamos el mismo día, además de que tan solo es un año mayor que yo, por lo que congeniamos bastante bien.

- ¿Qué es para ti un buen fin de semana?-sonreí gracioso, siguiéndole el juego mientras compartíamos aquel café en la sala de profesores durante el primer receso

- No creo que sea muy fino decirlo aquí.-rió escandalosamente, su risa lo era

- Entonces no tenemos el mismo concepto.-terminé por unirme a sus carcajadas.-conocí a alguien, y um, no sé, me resulta atrayente.-proseguí después de un breve silencio en el que nos recuperamos de las risas

- Eso es bueno.-dijo elevando sus cejas mientras posaba sus labios en el vaso para dar un leve trago.-quiero decir, siempre es bueno tener cosas que nos atraigan, no sé.-se encogió de hombros sentándose en el sillón de la sala

- Intenta definir eso.-pedí suavemente

- Quiero decir que es bueno porque nos renueva, es como una bocanada de aire fresco, nos hace sentir jóvenes otra vez...

- ¡Oye! No somos tan viejos.-me reí levemente interrumpiéndole, provocándole una sonrisa

- Lo sé, lo sé. Lo que quiero decir es que nos hace sentir como niños pequeños, y el mundo parece como más apetecible, no un lugar terrorífico en el que no sabes porque estás y por cuanto.

- Interesante.-pronuncié, enfrascándome en mis propios pensamientos.-concuerdo con ello.-finalicé con un gesto hacia delante de mi vaso de plástico. Segundos después sonó la campana.-creo que cada día se me hacen más cortos.-comente tomando mi bandolera y la gabardina para dirigirme a mi próxima clase

- También concuerdo con eso.-comentó.-nos vemos.-nos despedimos en la puerta al salir al pasillo

* * *

Friends iluminaba la pantalla de la televisión de la sala de estar. Eran las seis y poco de la tarde, y había acabado de corregir los trabajos de mis alumnos. Tenía pensado hacer lo mismo del sábado noche, iría algo más tarde, como si le recogiese del trabajo. Aquella noche intercambiamos números y hablamos un poco durante el domingo, comentando que ambos nos sentimos cómodos en presencia del otro, lo que hizo que algo se revolviera en mi interior, como si volviera a ser un adolescente.

Quería proponerle ir a ver una exposición de fotografía que había en el viejo ayuntamiento, cercano al mar. Entonces podríamos dar un paseo, ver los faros dar luz allá donde nuestros ojos no alcanzan, y hasta quizás caminar por la orilla.

Bien definitivamente debería parar de soñar despierto.

Una vez que el episodio acabó, comencé a vestirme para ir a por Louis. Tomé una leve ducha, ya que al final se me había hecho algo tarde de más. Cerré la camisa blanca y me enfundé mis desgastados pantalones pitillos negros. En mis pies, para no varias, aquellas viejas botas de Yves Saint-Laurent que jamás en mi vida entera me atrevería a tirar. Me revisé en el espejo, secándome el pelo con la toalla, peinándolo un poco para dejarlo suelto y que cogiera su forma natural. Tras ello tomé mi gabardina colocándomela.

Volví a revisarme una vez más en el espejo del recibidor, mientras cogía mi cartera, las llaves y el teléfono, mirándome una vez más para volver a desearme suerte.

Hacía una humedad horriblemente fastidiosa, de aquella que te cala los huesos y parece quedarse por días en el interior de ellos. Era lo que tenía vivir en una ciudad de costa. Me pregunté si Louis habría adquirido ya un abrigo o acabaría temblando de frío, conmigo encima insistiéndole que se pusiera mi abrigo. Si hoy vuelve a ocurrir lo mismo, no aceptaré un no por respuesta. Me niego a que algo tan delicado se dañe, y más si yo puedo evitarlo.

Crucé las puertas de marco dorado, transparentes, observando cómo el interior del panteón estaba prácticamente despejado.

- No está aquí, cielo.-

Me sobresalté al oír la cariñosa voz de la señora Robert tras mi espalda

- ¿Qué?-pregunté algo nervioso

- Él no trabaja hoy amor, es su día de descanso.-finalizó dejándome un pequeño guiño lleno de complicidad

- Oh vaya.-pronuncié algo triste, realmente quería verle.

- Sin embargo, puedo decirte donde vive.-rió levemente

- ¿Eso no es ilegal?-cuestioné riéndome

- Bueno, no mientras quede entre nosotros dos.-contestó mientras comenzábamos a caminar hacia las oficinas del museo

- Gracias entonces.-respondí completamente agradecido

* * *

A decir verdad, no pensé que Louis viviera tan lejos del centro de la ciudad, ya que di por hecho que cuando mencionó que vivía con lujos, ello incluía vivir en el centro de la ciudad. Había tenido que tomar dos metros y una parada de autobús, por lo que me cuestioné incluso si había salido de la periferia. Ahora me encontraba en un barrio rico, quizás ese no sería el adjetivo adecuado, sino alto, lo que me hizo reír interiormente mientras que caminaba por sus anchas calles, ya que Louis no era precisamente alto. Maldito humor retorcido.

Había viviendas de todo tipo, desde pequeños edificios, los cuales una planta entera era una casa, hasta dúplex. También, el diseño iba a mucho más. No era para nada ese barrio donde todas las casas lucen igual, sino que había desde el estilo psicodélico hasta el mediterráneo, por lo que no me sorprendió que la casa de Louis tuviera un matiz británico, mezclado con la elegancia francesa y la calidez española.

Ahora que me paraba a pensar lo que estaba haciendo, consideraba de algo extraño, presentarme sin más, y además pudiendo haber avisado, aunque todo se puede arreglar

To Louis:

Hey, ¿estás en casa?

From Louis:

Sí, claro, ¿Has estado en el museo, verdad? Jajaja

To Louis:

Lamentablemente sí

From Louis:

¿Lamentablemente? Pensaba que te gustaba ir

To Louis:

Estaba apagado

From Louis:

¿Por qué? ¿Ha habido un corte de electricidad?

To Louis:

Por qué no estabas tú. Y ahora si eres tan amable, ¿podrías abrirme la puerta?

Envié aquel último mensaje con el corazón en la boca y los latidos martilleándome en la cabeza, viendo a un pequeño y adorable Louis, sonreírme cálido desde la puerta.


***

*Muere de amor con su propia historia*

Espero que os haya gustado 

PD: Adoraría que si lees ficción normal, te pasaras por mi historia Fall For You y me dejases tu opnión

All the love, María del Mar x

Aclaración: El aspecto físico de Harry es como el de finales del WWAT e inicios del OTRAT, lo digo por la longitud del pelo, tatuajes etc. Y la ciudad está situada en Inglaterra, principalmente en el sur.

That's art, you're art | l.s |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora