Neuf

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Encontrarme con Liam no era para nada lo que me había imaginado, porque sí, yo conocía a Liam. Liam había resultado ser un buen amigo de Zayn desde que eran bien pequeños, por lo que al hacerme amigo del moreno, me hice conocido del castaño. He de decir que tampoco es que hubiera tenido mucho contacto con él, ya que no tenía ningún interés en socializar con alguien después de quedarme completamente solo, únicamente con Zayn como relación con el mundo exterior en mi adolescencia. Pero me sorprendía lo casual y pequeña que podía resultar a veces una ciudad, y como dicho sujeto era el mejor amigo de Harry. Aunque no era de extrañar, ¿quién en su sano juicio no sería amigo de Harry si pudiese?

Harry era ese pack de detalles que encuentras en un regalo especial por parte de alguien, hecho a mano y en el que podías ver el reflejo del esfuerzo y el cariño en él. Literalmente parecía estar tocado por la mano de los dioses. Tan solo había que observarle por un par de instantes para darte con la obviedad en la frente: Harry no era como el resto de personas, él era arte hecho vida. Ya podían ser sus delicados modales o la forma suave, o sencillamente el trato natural que ofrecía, él era diferente, él era de ese tipo de personas que puedes pasarte horas observando y con cada segundo que pasase continuarías maravillándote y sorprendiéndote con un matiz que te había pasado por desapercibido. Y yo simplemente, era yo. Louis, medio metro con piernas regordetas, un humor extraño, una tendencia al sarcasmo y a la soledad.

Aun me preguntaba que había visto Harry en mi, realmente me gustaría saberlo.

Ahora mismo yo tan solo disfrutaba de la vista de los músculos de la espalda de Harry contrayéndose mientras enjuagaba los platos en la cocina, y con voz angelical cantaba O' sole mio según él, quién entusiasmado había compartido conmigo su pasión por Pavarotti. Sinceramente yo me encontraba embelesado, sabía que Harry me estaba diciendo algo pero era incapaz de procesarlo, ya que tenía todos mis sentidos agudizados entorno a su persona. Sus gestos, sus movimientos, cuando se giraba para mirarme con una pequeña sonrisa, como parecía acariciar cada palabra con su lengua y deslizarla con delicadeza por sus rellenos labios intensos. Tan solo estaba maravillado ante la criatura que estaba ante mí, porque hace un par de noches terminé por reconocer que estaba a sus pies, obviamente no a él, pero si a mi persona. Era imposible negarme a mí mismo que Harry atraía a mis cinco sentidos como si fuera aquello que siempre quise tener pero jamás pude, y en parte, lo era. Simplemente era tan único que era incapaz de resistirme a él. Atento, comprensivo, risueño, aun con su humor retorcido, con su saber estar, su paz, y esa grave y melodiosa voz que podía hipnotizarme.

- ¿Louis?-rió

- Perdón, me he ido un poco, ¿Qué estabas diciendo?-cuestioné completamente sonrojado, tomando mi copa de vino y llevándola lentamente a mis labios, mientras intentaba aguantar la intensidad de sus ojos

- Te decía que si querías hacer algo en especial, salir a dar un paseo o ver alguna película.-respondió riéndose levemente, apoyado en el mármol de la cocina con los brazos cruzados

- Hace un frío horrible fuera, me niego a salir de aquí.-contesté al instante

Lo que yo no preví fue que mis palabras dieron a entender otra cosa, lo que dibujó una sonrisa socarrona en el rostro de Harry, mientras volvía a reírse una vez más de mi torpe lengua. El vino tan solo me provocaba hablar sin meditar.

- Oh, dios, tú me has entendido, no vayas por ese camino.-renegué, él tan solo alzo los brazos

- Yo no he dicho nada, tu solo has sacado tus conclusiones.-contestó dejándome un guiño y situándose detrás de mí, ya que estaba sentado aun en la silla.- ¿Qué tal si pasamos al comedor y echas un vistazo a las películas? Tú eliges.-finalizó con sus manos en mis hombros, mientras las deslizaba dando un pequeño masaje. Sentía toda la tensión de la semana liberarse y mi piel erizarse por los movimientos, él sabía donde tocar, dios.

- Creo que si sigues así no llegaré al comedor.-casi susurré extasiado por lo relajado que me encontraba

- Vamos anda.-volvió a reír, suavemente. Al parecer el vino le ponía con la risa floja

La cocina y el comedor estaban prácticamente unidos, excepto por la barra americana que establecía la separación, pero que gracias a ello daba sensación de amplitud. El comedor era sencillo: un par de sofás, un mueble bajo en el que descansaba el televisor y varios aparatos, con estanterías por encima de estos en los que reposaban libros y discos. En las otras paredes podías ver de todo, desde réplicas de cuadros de Botticelli, hasta papiros egipcios plagados de misterio, y sinceramente, me encanta. Adoraba la mezcla de culturas, a pesar de que no había tenido oportunidad de salir del país.

- A ver, señorito, tengo desde clásicos como Titanic, hasta algunas no tan conocidas como Cuestión de tiempo

- ¿Cuestión de tiempo?-cuestioné sentándome en un lado del sofá, mientras observaba a Harry en cuclillas, dándome la espalda

Esto no iba por buen camino.

- Si, está bastante bien, quiero decir, es una de mis favoritas

- Ponla entonces.-acepté al instante

- Cuestión de tiempo será.-concluyó feliz mientras colocaba el Dvd

Cuestión de tiempo será que pierda mi cordura a este paso, pensé.

** *

La película resultó ser increíblemente genial para mi gusto y más aun con comentarios hacia los personajes, ya que al parecer Harry se la sabía de memoria; que me hacían reír. Terminamos por acabar, literalmente, acurrucados en una esquina del sofá. Harry me tenía prácticamente en su regazo, con una mano en mi cadera y otra acariciando mi nuca, y yo tan solo parecía un gato ronroneando.

- Gracias, Louis.-comentó en una escena sencilla de la película

- ¿Por qué?

- Por no sentirte cohibido conmigo, quiero decir, pensé mucho de donde provenías y me resulta muy agradable que te desenvuelvas con tanta seguridad conmigo, cuando apenas nos conocemos, de veras, lo aprecio mucho.-contestó a la vez que yo me daba la vuelta para quedar cara a cara, casi sentado en sus piernas

- No es nada, supongo. Tan solo me siento cómodo contigo.-susurré sin aliento ante la profunda mirada de sus ojos

- ¿Realmente te sientes cómodo? ¿De verdad?

- Claro, ya te lo he dicho.-contesté algo extrañado, mientras él dirigía una mano a mi pelo y despegaba sus ojos de los míos

- Entonces, ¿puedo preguntarte una cosa?

- Por que no.-me encogí de hombros

Noté como tomaba una gran bocanada de aire, y volvía a situar sus ojos sobre los míos

- Louis

- ¿Sí?

- ¿Puedo besarte?

***

NO ME MATEN YO LAS AMO RECUÉRDENLO

María se va, eso si, recuerden que son adultos, solo digo eso, je

All the love x


That's art, you're art | l.s |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora