-¿Está todo listo? -pregunto una vez más, nervioso.
Phoebe resopla y me mira al igual que su padre todas y cada una de las veces que me ha visto desde que bese a su mujer, confesándole que realmente pretendía besar a su hija. Algo no muy inteligente por mi parte.
-Vale, cariño. No hace falta crucificarme con la mirada.
Ella suspira, negando con la cabeza mientras su cabello dorado se mueve de un lado a otro.
La miro hipnotizado y sonriendo como un autentico bobo, hasta que mi expresión se congela. Phoebe Jones me mira muy fijamente, sus ojos azules brillan llenos de complicidad.
Su mirada es capaz de confesarme todos y cada unos de los pecados que se le pasan por la cabeza mientras mi corazón se desboca. Ella es la primera en mover ficha -como la mayoría de las veces- mientras yo me obligo a cerrar los ojos mientras la beso. Dejar de contemplar su belleza es complicado, pero más lo es negarse a sus besos, a sus labios acariciando los míos u su lengua enredándose con la mía.
Llevo mis manos hasta la marte baja de su espalda y voy sacándole la blusa de la falda muy lentamente, jugando con ella y desesperándola. Cuelo las manos bajo la fina tela blanca y siento su escalofrío, seguido de un suspiro que me llega a erizar la piel.
Y llego a mi limite cuando sus manos viajan a la hebilla de mis pantalones.
La levanto, sujetándola por los muslos, y la tumbo en la mesa de cristal que hay en el centro de la sala de reuniones. Pero la verdadera razón por la que estamos aquí -la reunión que se celebrará en unos minutos- ya no importa. Subo lentamente su molesta y sexy falda negra mientras hundo la cara en el escote de su camisa.
-Nick, por favor -jadea, apartándome de sus pechas e intentando desesperadamente besarme-. Vamos a tu despacho, por favor.
-Cómo desees, amor mío -murmuro con una sonrisa en los labios.
Nos apartamos lentamente de la mesa y seguimos basándonos mientas ella se coloca bien la falda. Cuando va abrir la puerta pego mi pecho a su espalda y comienzo a besarle el cuello.
-Ay, me haces cosquillas -dice y se muerde el labio.
-Quiero hacerte muchas cosquillas.
Al abrir la puerta nos encontramos a ocho hombres hablando tranquilamente, que ahora nos miran de forma reprobatoria.
Mierda. La reunión.
-¿Señor Hutcherson?
-Mmm, sí. Pasen, por favor -digo lo más seriamente que puedo, tirándome de las mangas del traje.
Hudson es el primero en entrar en la sala de reuniones. Me mira de arriba abajo, de mala manera, cuando pasa junto a mí y niega con la cabeza, soltando un resoplido.
«Mal empezamos», pienso.
Miro a Phoebe, que está muy sonrojada, y le indico que se tranquilice.
-Buenas tardes, señor Hutcherson -saluda la señora Young, otra mujer de negocios, mirándome severamente. Mira a Phoebe-. Usted es...
-Phoebe Jones.
-¿Es usted su secretaria?
Phoebe respira hondo y, antes de que pueda cagarla, la interrumpo.
-Es mi mujer, señora Young.
Phoebe me mira con los ojos muy abiertos. La acerco a mí rápidamente y la beso en los labios antes de empujarla suavemente para que salga de la sala.
-Luego te llamo, cariño.
Hola de nuevo a todas!!!
Siento que el primer capitulo extra sea así de corto y con tan mala ortografía. Estoy escribiendo desde el móvil, que es la única forma de publicar que tengo ahora.
Ordenador roto.
Espero que de todas formas os haya gustado. Ya iré subiendo mas capítulos. Besos.
Phoebe //Fibi//.
Alicia Lowell
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Jones? © [GGLBB #1.5]
Fiksi RemajaALERTA CLICHÉ: Cambio de roles. Phoebe ya tienes diecisietes años y es una adolescente de lo más rebelde. Lo que más le gusta: Jugar. ¿Con quién? Con Nick Hutcherson. ¿Cuándo? Cuando quiere. ¿Y quién manda en el juego? Ella. Es una Jones. ¿Tú lo ere...