Parte 9

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La puerta era tocada con insistencia al igual que el timbre, el padre de Sergio no era capaz de concentrarse en su papeleo y parecía que su hijo era sordo y no escuchaba el escándalo de la entrada.

Se levantó pesadamente y fue hacia la puerta.

-Hola, señor, ¿se encuentra Sergio en casa? - preguntó Adrián.

-¿Era necesario tanto alboroto?-dijo ignorando la pregunta.

- Esto es de vida o muerte, quizá exagero un poco, pero es importante para mí y su hijo.

- Exagera, por supuesto que está exagerando - dijo Susan que le acompañaba.

- Está en su cuarto - Suspiró y abrió más la puerta para dejarle pasar- pueden ir a verlo.

- Gracias- dijo, y arrastrando a su novia, corrió escaleras arriba.

-¿No podía mi hijo conseguir un amigo más normal?-se tiró sobre su silla y trató de seguir con su papeleo.

O.o

Los auriculares en sus oídos reproducían la música a alto volumen, sonrió inútilmente y tomó otra vez el papelito de su velador.

< ¿Por qué la música tan fuerte? Quedarás sordo>

< Me sirve para olvidarme de todo, dejar de pensar>

Pero ahora la música fuerte le recordaría a él.

Unos dedos fueron chasqueados frente a sus ojos y se sobresaltó, Adrián le miraba sonriendo.

-¿Qué demonios hacen aquí?- preguntó algo enfadado.

-Hola amigo del alma, ¿cómo estás? Yo bien, ¿y tú? Oh, de maravilla, ¿Por qué razón vienen a deleitarme con su presencia? Bueno queríamos decirt...

-Hiipo, para el dramatismo, por favor.

-¡No me digas Hiipo!, cuantas veces que te he dicho que...

-Parece hipopótamo, sí.-le cortó nuevamente, rodó sus ojos y se acomodó sobre su cama- Hola Adrián, hola Susan, ¿Qué hacen aquí?

-Ya no pienso hablar contigo.-se cruzó de brazos y le dio la espalda.

-¿Susan?

-Pasa que Roger lo hizo de nuevo.

-¿A qué te refieres?- Sergio estaba confundido.

-Lo que sucede- se volteó Adrián y comenzó a explicar- que mañana hay torneo, todo el grupo lo sabía, hace semanas, si no es porque a Manu se le sale una rueda del Skate y corre a mi casa para que se la arregle, no me entero.

-Es un mal perdedor, eso es lo que es. Por eso te envidia, por eso los envidia a ambos.-dijo Susan.

-Es que perder en el juego y en el amor el mismo día, da para el rencor y la envidia.

o.o

-¿Quién es ese Brei y cómo es que te ha dado su número?

Acababan de hablar con Zeus y David para invitarlos a ver el torneo, les habían dicho que también le avisaran a Brei ya que Sergio, aun teniendo el número del chico, tenía mucho nervio de invitarle él mismo.

Las inseguridades no dejaban su cabeza, su imaginación le mandaba a miles de escenarios diferentes y en todos este le rechazaba o se marchaba y le dejaba solo.

-Es amigo de uno de nuestros compañeros de juego, en el Sword's Legend.-dijo Adrián.

-También le conocía de antes, tomamos el mismo autobús de vuelta a casa. Llevaba viéndolo tres meses, él siempre me miraba, supongo que creyendo que yo no me daba cuenta. Fue una casualidad que nos tuviéramos "amigos" en común, pensaba que nunca cruzaría una palabra con él. Hoy hablamos por medio de un papelito, me vio mal y me dio su número por si quería desahogarme con él, ser... amigos.

-Te gusta, puedo verlo en el brillo de tus ojos.-señaló Susan emocionada.

-¿Brillo en los ojos?, yo no veo nada.-le dijo Hiipo a su novia.

-Tú nunca ves nada, idiota.- rió Susan y besó su mejilla.

-¿Te gusta?- preguntó Adrián, más que nada para picar a su amigo.

-Sí-bajó su mirada-y eso me asusta.


Hay un chico - BrollieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora