Parte 3

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Estaba totalmente equivocado, siempre lo estaba. El profesor, con un ánimo de perros, llegó al salón y su primera orden fue la de formar grupos de tres para realizar un trabajo. Lo único bueno era que todo se terminaba en clase, no era necesario juntarse con esos idiotas fuera del horario escolar, solo cada clase que correspondiera hasta que el trabajo se finalice.

Rápido ordenó sus cosas al toque del timbre y esperó a Adrián, se estaría liando con Susan. Ellos formaban la pareja más disfuncional que él hubiese conocido nunca... y no es que conociese muchas. Su amigo terminaba con Susan cada dos por tres a causa de sus celos pero con la misma velocidad de la separación ambos corrían de vuelta a los brazos del otro para disculparse y seguir como si nada.

Y por el pasillo venía la pareja, sonriendo y tomada de la mano para llegar al encuentro de Sergio.

- ¿Llevas esperando mucho tiempo? - preguntó Adrián cuando llegó a su lado.

-Pregúntale a las raíces que me han salido de los pies.

-Eres un exagerado- murmuró Susan, alborotando los rizos de Sergio- cuida de mi Hiipo y no hagan idioteces.-dijo mientras se alejaba de ellos.

-¡No me gusta que me digas Hiipo!-gritó a la chica que ya salía del colegio, ella solo sacudió su cabeza- Creo que suena a hipopótamo- dijo ya en tono normal- Y ni siquiera estoy gordo... ¿o sí lo estoy?

-Gordo, obeso. Camina si es que de verdad quieres ir a mi casa.

o.o

Los tres amigos esperaban en la estación, ya había pasado un autobús y el "chico misterioso" aún no llegaba. Brei ya estaba cansado. Le gustaba encontrarse con él de manera sorpresiva. Como si al destino le pareciese que debían verse y viajar o no en el mismo transporte.

Tampoco es que fuera raro que no apareciera, el segundo mes dejó de verlo por casi dos semanas. Nunca supo que fue lo que le pasó y no tenía ningún derecho para saberlo.

La espera hubiese sido más amena de no ser por el par de amigos que no dejaba de darse mimos, se tomaban de la mano y hablaban como niñatos, un beso aquí, otro allá, mientras él, solitario, miraba su móvil o a los buses que llegaban o salían de la estación.

-David, mira, voltéate, ¿ves a ese chico que viene caminando hacia acá? Es Ollie, OllieGamerZ, el número uno en Sword's Legend, el juego al que estoy viciado, viene con su amigo Adrián, el número dos.- dice Zeus girando a su novio.

-¿Ollie?, ¿se llama Ollie?- preguntó David confuso golpeando a Brei para que prestara atención a quienes venían y escuchara a Cristian.

-No, pestoso. Ese es sólo su nombre de usuario, su nombre real es Sergio.


Hay un chico - BrollieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora