Hay un chico - Brollie

Parte 14

-Hemos llegado tarde -decía Brei, escuchando como por los parlante daban inicio al torneo y toda la gente estaba amontonada.
-¿Y piensas culparnos a nosotros, chiquillo?-decía Zeus- tu fuiste quien se demoró la vida en salir.
-Te pasa por no aprovechar las horas de ventaja que te estábamos ofreciendo-dijo David.
Brei ignoró las palabras de sus amigos y comenzó a caminar, tratando de entrar a la multitud y poder llegar adelante del todo.
Mientras avanzaba no se dio cuenta y golpeó a una chica.
-Hey, más cuidado.
-Lo siento, solo trataba de encontrar una buena ubicación- se disculpó.
-Debiste llegar mas temprano, hubieras evitado lastimarme.
-No fue mi intención y, en todo caso, creo que exageras.
-Como sea-la chica quitó de su rostro la expresión enojada y dijo:-de todos modos, nunca te había visto por aquí, siempre venimos los mismos a ver los torneos, ¿vienes con uno de los competidores de otra ciudad?
-No, él es de aquí, es que acabo de conocerlo y me ha invitado, aunque no puedo encontrarlo entre tanta gente.
-¿A quién vienes a ver?
-A Sergio.
-¿Sergio?-se extrañó y luego recordó algo- ¿Tú eres Brei?- el aludido asintió- wow, hola, soy Susan, la novia de Adrián, que gusto conocerte, Sergio me habló de tí...
Brei no escuchó nada más de lo que Susan decía, acababa de encontrar a Sergio y él lo miraba también, ambos sonreían.
-Roger , ¿ya estás listo para mencionar el primer truco?- preguntó Dante.
-Listo y preparado.
-Entonces, puedes comenzar.
-En honor a mi querido amigo, comenzaremos fácil, que sea con un ollie.
Sergio quitó la vista de Brei y vio como Roger tomaba carrerilla para ejecutar la pirueta, hizo presión en el tail, la tabla se elevó, sus piernas se recogieron, niveló el skate y cayó limpiamente.
Todos los concursantes la realizaron y uno a uno los trucos se iban complicando.
Ya solo eran cinco los concursantes, Adrián ya había salido, el sol comenzaba a ocultarse, el "juego" era llevado por Manu.
Sin decir nada subió a la rampa, se deslizó por ella y al llegar al otro lado hizo girar la tabla en 360 grados, cayendo y deslizandose nuevamente para llegar al otro extremo, tomar la tabla con sus manos y mantenerse en pie en un perfecto equilibrio.
Fue el turno de Roger, su tabla dio un giro extra pero pudo terminar el truco.
Y luego seguía Sergio, subió tembloroso, las alturas no le causaban la menor gracia, respiró profundo y se preparó, impulsó su cuerpo y descendió, en el borde hizo girar el skate, cuando sus pies tocaron la madera hizo demasiado peso en el tail, su cuerpo rodó cuesta abajo.