Capitulo 30
Peter me arrastraba por todo el pasillo, sin hacer presión en mi brazo. Sin que nadie se diera cuanta nos adentramos a la enfermería, donde delicadamente Peter me deposito sobre una camilla, tratando de no hacer presión en mi cintura, ya que esta dolia por las patadas que me había dado. En una esquina del salón pude divisar un pequeño espejo en donde se reflejaba, mi rostro donde claramente podia ver la línea recta roja que cruzaba mi cuello, producto de la presión que ejerció Sebastian en este.
Una punzada de dolor me atravesó, cuando sentí la mano de Anton poner una pomada en mi mejilla, para que baje un poco la hinchazón que había aparecido minutos antes. Estaba tratando fuertemente no ver su cara, para que mi cerebro no me juegue una mala jugada, haciéndome acordar de su padre, cuando termino con mi rostro subió levemente mi sweater dejando ver los moretones recientemente hecho. A lo lejos pude escuchar un leve gruñido furioso de Peter, antes de que Anton pueda hacer algo, peter lo aparto.
P: Yo me encargo- dijo seriamente, ganándose una mirada curiosa de Anton, sin embargo este no replico y se corrió. Peter me miro a los ojos y luego a mis heridas, paso lentamente pomada y fijo su mirada en la cicatriz que me había quedado de aquella vez que me apuñalaron, para luego bajar el sweater.
Hice un leve amague a bajar de la camilla e irme, pero evidentemente eso no estaba en los planes de ellos.
Samuel: Antes de que te vayas me gustaría hacerte algunas preguntas- dijo con un tono de amabilidad que asustaba, haciendo que me acomode de nuevo en la camilla, luego el se sentó al lado mio-¿ por que ellos te pegaban, si eres una Kresing?
A: Otra vez ese maldito apellido- dije ya con fastidio- que yo tenga ese apellido no significa que se igual o una de ellos.
S: No creo que ellos le den su apellido a cualquiera.
A: Que te hace pensar que yo soy una cualquiera- dije ganándome una mirada de intriga de todos- que te hace pensar que ellos no me utilizan- dije sabiendo que eso no era una mentira.
S: Que estas diciendo?- dijo cambiando su mirada de amabilidad, a una hostil, tenebrosa y si yo no supiera nada de esto seguramente me haría temblar, mientras se acercaba cada vez mas a mi.
A: Que no es obvio?!, ustedes mismos lo acaban de presenciar, ellos me utilizan , como su juguete, me torturan y no solo aca, al llegar a la mansión las cosas empeoran- dije con miedo en la voz- pero no se porque les cuento esto a ustedes, yo no tendría que estar hablando de esto, si ellos se llegaran a enterar, no quiero saber de lo que serian capaces- dije con el miedo invadiendo mi voz, mientras dejaba que mi mano empezara a temblar y luego todo mi cuerpo.
P: Tranquila Allison, ellos no se van a enterar que nos contaste- dijo tranquilo, pero a la misma vez serio.
Yo no lo mire, no miraba a nadie, solamente me limitaba a ver mis pies.
Samuel: Ya te puedes ir Allison.
Me levante de la camilla y me dirigí hacia la salida sin ver a nadie. Una vez afuera comencé a recorrer los pasillos completamente vacios, mientras mi cara de sufrimiento y tristeza, se iba convirtiendo en una sonrisa parecida al Guason, con las mismas intenciones malvadas.
Esto recién estaba empezando.
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Espero que les guste
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Morir para estar en la mafia (en edición)
Novela JuvenilYo era una chica normal. En un colegio normal, con gente común rodeándome. Pero eso cambio, yo ya no soy más esa chica, no me pregunten qué paso, porque fue todo muy rápido para mí. Un día mi vida le pertenecía al sinónimo de común y al otro me enco...