*odno*

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Pov Shirogane:

Estaba de pesca con mi mejor amigo yukisada, quien me comentaba cómo iba su relación con Rock. Ese pingüino no me da buena espina a decir verdad. Era demasiado celoso, posesivo y enojon. Pero que a pesar de todo eso amaba a mí amigo y yo bueno yo, solo podía desearle lo mejor a ellos en su relación...

Seguimos conversando cuando miro las cubetas. Estaban casi vacías ya que al parecer la pesca no nos estaba yendo lo suficientemente bien que digamos...

—Creo que algo asustó a los peces... O... la carnada no está muy buena —arquee una ceja, al ver las migas de pan que le estábamos dando a los peces para luego observarlo a él.

Veo que Yukisada solo se encoje de hombros. Al fin decidimos retirarnos con lo poco y nada que teníamos en manos, tomamos nuestras cañas y cubetas para luego irnos tranquilamente al pueblo. Optamos por irnos por el camino más largo ya que no nos queríamos encontrar con la aterradora orca... quien me acosaba, burlaba y golpeaba de forma constantemente.

Cuando llegamos al pueblo decidí ir a mí cueva dejando a Yukisada en el umbral de su puerta. Cuando siento que la sangre se me hiela hasta los pies al ver a Idate sentado en el gran bloque de hielo (que era mi cama), fumándose uno de sus cigarros tranquilamente cruzado de brazos que al verme esbozó una gran sonrisa... una llena de maldad.

—Pero, si ya llego el señor lobo —canturreo.

No lograba articular ni una sola palabra por el pánico que me daba de solo verlo frente a mí a tan solo escasos metros, este se levanta y vuelve a hablarme con su voz llena de mofa.

—¿Qué pasa?... — Sigue Sonriendo— ¿tienes miedo?

Veo que lleva una de sus manos a su cigarro y cala un poco más de este. Trago saliva con mucha dificultad. Si corría era lo más probable que me matara.

—Acaso los ratones te comieron la lengua, ¿Shiro—kun? —Siguió esbozando esa espeluznante sonrisa—¿quieres jugar hoy conmigo, Shirogane?

Niego con la cabeza frenéticamente y este posa su mano sobre mi cabeza, siento mi pulso acelerarse ¡estaba a mil! mi respiración se entre corta, casi ni respiro al sentir la presión de las yemas de sus dedos en mi cráneo cada vez más fuerte y me obliga a mirarlo.

—Y... dime ¿Jugamos? —su sonrisa se hace más grande.

— N...no Q...quiero... J..ju..jugar... —intento articular las palabras correctamente.

— No te veo muy convencido.

Me tiritan las piernas y el mentón

—N..no q..quiero j..jugar... —vuelvo a fallar pero no tanto.

—Sigues titubeando...—me mira, manteniendo su sonrisa burlona.

Trago saliva con dificultad nuevamente y tomó mis manos para relajarme y intentar no tiritar

—Yo... no... quiero... j..jugar...

Así está mejor... —vuelve a calar su cigarro.

Me suelta y me tira al bloque de hielo, me arrincono rápidamente en este y solo observo que se apoya en la pared satisfecho. Sigue fumando con tranquilidad manteniendo sus ojos sobre mi persona.

(...)

No sé cuánto llevamos así, sólo se que a sido lo bastante para sentir este silencio infernal entre nosotros. Tengo sueño pero si me duermo, muero así de fácil. Tengo miedo, mucho miedo... ¡ayuda! Pero sé que nadie vendrá por mi.

Repentiname pego un susto cuando veo que se separa de la pared de hielo y escucho su voz resonar en la cueva.

— Adiós Shiro—kun descansa que mañana volveré y más vale estar aquí en mi encuentro si no te irá mal.

El mayor se va por los túneles y siento las ganas de echarme a llorar. Me siento tan asustado de pensar que mañana mismo me volviera a meter en su saco y me golpeara a palos sólo por no llegar a tiempo.

Me pase toda la madrugada despierto con mi arpón en mano, no quería bajar la guardia por nada en el mundo y rogar que mañana no llegara él.

*Culpable* (shirodate)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora