* shestnadtsat'*

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Advertencia: Este capítulo contiene escenas con violencia verbal explícitas, están avisados.


Había ya pasado tiempo desde que Idate había viajado con su sobrina. Celebramos junto a Yukisada y Rock las fiestas pero después de eso, Idate comenzó a actuar extraño, salía todas las noches sin falta alguna, él me decía que donde iba era a un bar con amigos, pero ahora ya nada, solo salía y no podía preguntarle dónde se dirigía, porque se colocaba agresivo y cuando me veía comenzar a temblar él me abrazaba y se disculpaba, pero hacía tiempo que ya no lo hace.

Ahora mismo me encontraba en casa de Yukisada, sabía que estaba mal molestarlo ahora, ya que tiene un huevo que cuidar, Rock era un gran padre o eso es lo que él me dice siempre. Bebíamos té mientras él me hablaba de lo maravilloso que estaba yendo su relación y aunque él conocía lo que estaba sucediendo con Idate, Yukisada solo me decia que podria ser una etapa... suelto sin querer un suspiro.

— ¿Sucede algo Shirogane? —Yuki me mira con dulzura.

— Solo pensaba en Idate...

— ¿En qué exactamente? te veo preocupado.

— El otro día encontré en su camisa labial rojo... ya no se en que pensar Yuki —Me tomo el rostro, me sentía completamente frustrado.

El búho se acercó a mí y me abrazó, no quería pensar mal de Idate pero con esto ya me daba motivos para hacerlo, ya que, era verdad que él había vuelto a ser violento. Quien diría que aquella Orca que alguna vez me salvo, ya no está, quién diría que ahora me estará engañando con quien sabe quien... que habra pasado para que todo se haya ido a la borda. Después de desahogarme, Yukisada finalmente me dejó volver a casa, ya que, ahora no tenía los ojos rojos, aunque aún tenía mi nariz algo constipada. Tomé la perilla de la puerta para entrar y me encontré a Idate sentado en el sofá con los brazos cruzados y fumando su cigarro, esto me trajo una imagen pasada de cuando lo encontraba así en mi cueva.

— ¿Donde estabas?—Y comenzamos con las preguntas.

— En la casa de Yukisada —me encogí de hombros y muerdo levemente mi labio sin mirarlo a los ojos.

Me incomodaba que él me preguntase, ya que, no me daba paso para hacer lo mismo, esto no es recíproco.

— ¡Oh, entiendo! y debías quedarte tanto tiempo afuera.

Mis orejas se echaron hacia atrás y se pegaron a mi cráneo al escucharlo tan amenazador, para cuando él se levantó yo me había pegado a la puerta, mi cola estaba ya entre mis piernas y comenzaba a temblar pero sin previo aviso él me abrazó, estaba realmente sorprendido luego lo oí suspirar.

— Perdon, sabes he querido decirte algo muy importante hace tiempo...

Arqueo una ceja y lleva sus manos enguantadas a mis mejillas, se inclinó y me besó pero ese beso me supo a despedida, y sin saber porque, presté toda mi atención a lo que él querría decirme.

— Shirogane he temido decirte esto hacía mucho tiempo... —Me mira directamente a los ojos.

— ¿Qué sucede, Idate? —Verlo tan serio, hacía que se me estremeciera el estómago.

— Yo... —Inclinó su rostro para mirar el suelo, poco común en él.

— ¿Idate? —Mi voz se escuchaba pequeña.

— Te engañe.

—¿Qué?

— Te he engañado, por estos últimos meses... Con Tatsumiya... un chica que conocí en el bar.

Mi garganta se había cerrado para ese entonces.

— Entiéndeme, estaba borracho.

Con todo mi esfuerzo trago saliva y respiró profundamente para mirarlo a los ojos.

— Eso no... no es una forma para justificarte, Idate.

— ¡Pero no lo volveré a hacer más! —Me miró con desesperación.

Me mantuve lo más firme posible sosteniendo su mirada.

— No, ya es hora de irme, Idate.

— ¡¿Qué has dicho?! ¡Tú, Pequeña cosa!

— Lo que acabo de decir.

— ¡Como te atreves! —Su agarre era más implacable en mi rostro.

Cerré mis ojos con fuerza y mi cola volvió a estar entre mis piernas temblorosas.

— Idate, me esta doliendo. —Al pronunciar esas palabras me soltó con violencia, golpeandome contra la puerta.

— Me importa una mierda si te a dolido.

Los ojos se pusieron acuosos, mis lagrimas amenazaban por salir, pero no llore. Me levante lentamente sin decir nada.

— No tienes derecho a irte, Tu eres mio.

— Yo nunca he sido tuyo. —Pero para este momento mi voz se escuchaba quebrada.

Él se volteo rápidamente, tomándome por los hombros acerco peligrosamente su boca a mi cuello y me mordió con todas sus fuerzas rasgando mi piel, la sangre se agolpo en mi boca. Él se alejó satisfecho por su logro y dijo con voz siniestra y prepotente.

— Te lo dije, eres mio.

Sin poder aguantar más mis lágrimas comenzaron a caer por mi rostro mientras la sangre manchaba mi camisa, lo miró con profundo temor.

— No... no eres... más que otro animal.

Idate frunce el ceño para luego comenzar a negar con su cabeza y comenzar a retroceder y susurrar cosas intangibles.

Me levanto sin fuerzas arrastrándome por la pared saliendo del interior de la casa. La ventisca de nieve no me ayudaba mucho para llegar a la zona de pesca.

Para mi mala suerte me encontré con Sunosan que al verme tembloroso, llorando y sangrando comenzó a reírse de mí sin piedad alguna.

—Vaya, vaya miren lo que trajo la ventisca. Un pobre y estúpido perro.

No quise tomarle importancia a sus palabras ofensivas simplemente quería huir de esta isla, tome el remo y me subí al bote, y sin mirar atras sali de Ice Cream.

No quise tomarle importancia a sus palabras ofensivas simplemente quería huir de esta isla, tome el remo y me subí al bote, y sin mirar atras sali de Ice Cream

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*Culpable* (shirodate)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora