*Culpable* (shirodate)

* pyatnadtsat'*

Me encontraba mirando por la ventana en el consultorio de Yukisada llevaba días de esta forma, se me estaba haciendo una mala rutina el solo quedarme mirando por el umbral de la ventana, volvía a suspirar a lo que mi amigo me llama la atención.

—Ya volverá Shirogane, no esté así de triste.

Hago un puchero infantil a lo que le respondo.

—No estoy triste —ni yo mismo me creía esas palabras.

Había pasado tres semanas Infernales a excepción que no tanto como antes, solo unos malos tratos por la sobrina de Idate.

No era como yo me la imagine...

Yo ingenuamente me la imagine una chica tímida pero tierna, pero las apariencias engañan y mucho, no era para nada "linda" era como su tío en pasado, lo malo es que lo hacía a escondidas de Idate, muchas veces en la que me encontraba solo con ella porque Idate salía a fumar afuera de la casas ella me mordía, golpeaba por las costillas o pegaba patadas que luego me quedaban grandes moretones y para cuando le quería decir a Idate ella me miraba de forma amenazante así que tan solo me ahorraba las palabras y no decía nada... en parte de que él tuvo que viajar con Nagi para dejarla en casa de su hermano mayor... ya que la chica no podía volver sola y en parte Idate le preocupaba de que le hiciesen algo de vuelta a su casa, cosa que yo por lo menos lo dudo sabe defenderse sola, y pues aquí me encuentro yo esperando pacientemente a que vuelva él... Como un perrito fiel, no he sabido nada de él y me preocupa mucho...

Soy alguien que depende de las personas y aunque me moleste admitirlo... Pero extraño mucho a Idate. Es impresionante las vuelvas que puede dar la vida, antes me alegraba cuando este se iba de viaje eso significaba que no me maltrataba por una larga temporada pero en cambio ahora cuento los días para que vuelva y me pueda abrazar con esos brazos fuertes, que me bese como nunca y...

Sacudo la cabeza violentamente sonrojandome de sobremanera. Abochornado me despido de Yukisada tomando así mi capa y retirándose del consultorio.

(...)

Pasaron los días hasta que llegó el final del mes. Ya era noche cuando tocaron la puerta, baje las pequeñas escaleras que había en la parte superior de la casa que daba al mini living comedor. Abro la puerta encontrándome un frondoso ramo de rosas rojas, alzó la vista encontrándome con esos ojos que tanto añoraba ver, inconscientemente mi cola comenzó a mecerse. Estaría mintiendo si dijera que no estaba sonriendo bobamente, esté tenía una pequeña sonrisa inclinada de la comisura de sus labios.

—Hola Shiro, llegue a casa.

Cuando abrió sus brazos no pude contenerme para estrecharme contra él.

—Idate, estas mojado... —me quejó para separarme de él, había quedado completamente empapado en agua salina.

El mayor solo se limitó a reírse con burla, pasamos a dentro de casa, este se fue al baño a cambiarse de ropa yo igual había subido al pequeño cuarto que quedaba arriba de las escaleras para cambiarme la camisa luego bajó nuevamente para solo calentar algo de la cena, digamos que tampoco comía bien desde que este se había ido con su sobrina había adelgazado considerablemente y aun que Yukisada me regañaba de forma constante por mi mala alimentación y dormir tan solo no le hacía caso, tenía que dormir con una camisa de Idate o si no, no podía conciliar el sueño por la madrugada cuando llegaban mis pesadillas de esa noche de navidad, solo quería volver a ver a Idate.

¿qué tiene de malo eso?