—Hey —dijo Luke entrando en la habitación junto a una taza de chocolate con churros. —Pensé que tendrías hambre.
—Acertaste —dijo y me dio la taza. Bebí un sorbo —Está realmente buenísimo.
—El chocolate o yo? —bromeó y le tiré una almohada. El rió.
—Sabes algo de Chloe?
—Está en casa de tus padres pidiéndoles que te dejen quedarte una semana en su casa, ya sabes, como tapadera.
—Nunca le he mentido a mis padres...
Volvió a reír, pero mi cara demostraba que decía la verdad.
—Vaya, que santa eres —dice.
—o—
—Mí! Chloe me lo ha contado todo, estas bien? Te duele algo? —Pregunta Calum abrazándome.
—Hey, estoy bien, tranquilo —digo.
Observó a Luke.
—Y el quien es?
—Luke Hemmings, un placer —Dijo Luke dándole la mano en forma de saludo.
—Igualmente —respondió Calum. —Has comido?
—Chocolate con churros. —afirmé.
—Eso explica las manchas de la camiseta, pensé que habías tenido un ataque de Andrés.
Todos nos quedamos callados.
—Calum ya. Para de dejarme en ridículo —dije.
—Em... Hola —apareció Dani por la puerta rascándose la nuca nerviosamente.
—Hola —Saludó Calum —Y el quien es?
—Daniel Oviedo, mucho gusto —dice Dani.
—Esto parece mujeres y hombres y viceversa! Cuantos pretendientes tienes hija?! —exclamó Calum.
—No lo se ni yo —digo.
—Y Sam?
—Historia muy larga.
Dani se acercó.
—Como estás? —preguntó.
—Mejor, gracias —sonreí.
Él sonrió.
—Wow, estás horrible —bromeó Chloe entrando por la puerta.
—Tu estás genial —ironizo.
Rió.
—Ya he engañado a tus padres —dice con diversión.
—No le veo la gracia, pero okey, sé feliz.
—Estás muy guapa hoy Chloe —le dice Calum.
Yo lo miré con cara de Tienes que estar de coña.
—Gracias —dice ella.
Dani y Luke intentaban no saltar a carcajadas en ese preciso momento.