-Ya te puedes ir a casa -dijo el doctor después de hacerme las pruebas. -Puede que te duela la cabeza unos días, pero nada grave.
-Gracias -le agradecí.
(...)
-Seguro que estás bien? -me preguntó Luke una vez más antes de bajar de su moto. Yo iba con los ojos muy cerrados. Esas cosas me daban pánico.
-Si, segura -abrí los ojos -Gracias por traerme Luke -besé su mejilla y bajé de la moto.
-Mañana vendré a verte -dice para luego arrancar su moto.
-Te esperaré.
(...)
-Si Chloe, estoy bien, lo juro -digo hablando por teléfono con ella.
-Mañana podré verte?
-Vendrá Luke -mordí mi labio nerviosa.
-Uh- eh... En ese caso... Ya nos veremos...
-Te prometo que te lo compensaré -sigo acercándome a la ventana. Y vi a Dani montado en una moto. Por dios, van a ser más machos por tener moto? Porfavor... -Chlow te tengo que dejar. Adiós. -Colgué y abrí la ventana. -Que leches haces Daniel?
-Estaba apunto de tocar a la puerta -Dice guardando el casco.
-Para...?
-Ver como estabas -dice.
Suspiré -Aprovecha que mis padres no están, te abro ahora.
(...)
-Entonces todo bien? -pregunta mirando las fotos de las estanterías.
-Por ahora si -respondo -dolores de cabeza, pero el doctor me dijo que era normal.
Cogió una foto de cuando era pequeña.
-Eras tan mona, hasta los profes te ponían delante en las fotos para que salieran mejor -rió. -Lo sigues siendo -me miró.
Sonreí.
-Y sigues teniendo la sonrisa más bonita de todo el instituto -se sentó a mi lado.
-Creo que no supero la tuya -digo.
Me empezó a acariciar el labio con el pulgar.
Se fue acercando poco a poco, podía notar su respiración a milímetros.
-Mía ya estamos en casa! -se oyó la voz de mi madre.
Dani suspiró.
-Será mejor dejarlo para otro momento. Voy a saludar a tus padres, hace tiempo que no los veo. -dijo y afirmé. Le acompañé abajo.
-Daniel! Que tal? -dijo mi madure dándole dos besos.
-Muy bien, gracias por preguntar Mery.
-Un placer verte Daniel -le dijo mi padre -Que haces aquí?
-Mía me ayudó con unos ejercicios.
-Así me gusta que os ayudéis.
-Yo ya me iba -dijo Dani.
-Oh no por dios! Quédate a cenar! Hay comida de sobra! -dijo mi madre.
-Oh no quiero ser un estorbo.
-Oh por dios no lo eres, quédate.
-Bueno... Supongo que podré quedarme.
(...)
-Le encantaba hacer burbujitas en el agua! Y salpicarnos! Siempre lo hacía! -Nota mental:Atar a mi madre con una gasa y echarla al río.
-Mama creo que no le importa -no podía estar más roja.
-Oh Mía, déjala, quiero saber cosas de ti -se burló Dani.
Le miré mal.
-Y hablaba de ti todo el tiempo! Que si Dani era muy guapo, que si jugaba muy bien al fútbol, parecía un loro! -volvió a decir mi madre.
Por dios no puedo con esto.
Pegadme un tiro por favor.
-Que mona -dijo Dani sonriendo. Me quiero morir.
-Y cuando le vino-
-Mamá ya! Postre Dani? -me levanté y cogí su plato.
-Em... Claro.
-Acompáñame.
Nos fuimos a la cocina.
-Quería saber la historia de como vino Andrés! -se rió.
-He pasado mucha vergüenza.
-Hablabas mucho de mi eeh.
-Éramos niños por dios!
-No te quita el encanto -me pegó a él.
Le miré.
-Que pasa si te beso ahora mismo? -dijo.
-Que te lo seguiría- Espera lo he dicho en alto? -Rió.
Se acerca a mi boca.
-Estarías dispuesta? -pregunta a milímetros.
Afirmé.
Se acercó más y cerré los ojos.
-Buenas noches Mía -dijo y se fue por la puerta trasera.
Ugh.