«Fall» [Daniel Oviedo]

VII

Querido diario:

Como bien sabes, ya que le he dedicado unas tres páginas, Daniel Oviedo ha sido mi pareja en Física. Y fui a una fiesta, en su casa, porque quería agradecerme todo lo que he hecho por él. Perdí el collar de mi abuela, tres hurras por lo idiota que soy! Yeeeep. Y fui a su casa, suponiendo claro está que estaría allí. Pero mis pensamientos acerca de aquello, era totalmente falso. Ahora tengo que evitar a mi madre por la casa o ponerme una bufanda alrededor del cuello. Opto por lo primero. Ya que estamos en verano, y el calor se hace presente. Con mucho amor y serenidad.

Mia Edwards Moretz.

-Mía! La comida está lista! -gritó mi madre.

-Ug, maldicion. -me acerqué al armario y de el cogí una bufanda. Era la única opción que me quedaba, puesto que a la hora de comer no podía evitar a Mamá.

Salí de mi habitación y baje las escaleras, al ingresar en la cocina observé como papá leía el periódico diario y mamá servía la comida en los platos.

-Tienes calor cielo? -pregunta papá levantando su vista del periódico.

-Estoy un poco afónica -finjo la voz.

-Oh, eso se arregla con un vaso de leche calentito -dice mamá sentándose a la mesa e indicándome mi sitio. En el cual me senté- Albóndigas? -preguntó cogiendo mi plato.

-Si porfavor -digo.

•••

-No Chloe, no está allí. Ya fui.

-Fuiste a casa de los Oviedo sin mi?! -grita por la otra línea haciendo que quite rápidamente el móvil de mi oreja.

-Si, fui.

-Que desprecio más grande.

-Tu callate. Te liaste con un tío de curso superior. Que no somos unas prostitutas! -elevé el tono de voz.

-Dios mio solo me solté un poco. No es para tanto.

-Estuviste allí dos horas comiéndole los morros.

-Dos horas? Parecían quince minutos. -doy por hecho que se está mirando las uñas.

-En años de perro.

-Relaja la raja.

-Ya estoy relajada, gracias -digo y doy finalizada la conversación.