Bazmon/ Snowbaz (Carry On)

Capítulo 11: Desaparecido. (Editado)

Él estaba frente a mí, pero no era él, eso que estaba frente a mí era un monstruo. No entiendo.

Hacía mucho calor, creí que me prendería fuego, él estaba ardiendo, no podía soportarlo más, creí que moriría pero era solo un niño, como podía ser posible eso.

—Así que tú eres Basilton Pitch—dijo rompiendo el silencio en la habitación.

—Eh...Si, lo soy. ¿Y usted es?

—Muy bien, entonces si eres a quien estoy buscando.

— ¡¿Quién es usted y que quiere conmigo?! —le pregunté gritando.

—He de suponer que si eres realmente Basilton, conoces muy bien a Simon Snow, ¿no?

—Yo, claro...si lo conozco bien—contesté, dudando de si debía decir eso o era mejor no decir nada.

— ¿Y él te necesita mucho? ¿Eres importante para él? Eso es lo que tengo entendido.

—Bueno, vaya que usted sabe mucho acerca de nosotros, solo que usted. Es increíblemente parecido a Simon, me puede decir que rayos está pasando acá.

—Calma, calma. Presta atención a lo que te voy a decir, tu vienes conmigo ahora mismo, espero que seas un buen chico y obedezcas.

— ¿Disculpe? ¿Me está hablando a mí?- Pregunté, mientras trataba de sacar mi varita disimuladamente.

—Si.-Contestó, sacando una varita, con la cuál apunto hacia mí, y pronunció: — Dermi-Sleid-me.

Y eso fue lo último que recuerdo, ahora estoy en una habitación diferente, a oscuras, sin salida, en quién sabe dónde, repasando los hechos una y otra vez. Sin mi varita, sin magia, sin sangre que beber y sin mi chico, sin mi novio. Me dije a mi mismo tartamudeando. Necesito muchas explicaciones y alguien tiene que dármelas.

Narra Simon Snow:

Pasaron dos días, dos días desde que Baz no aparece, le había dicho el otro día que resolvería el tema de Baz al Gran Hechicero, pero ahora solo estaba peor.

Tengo mucho miedo de que haya ocurrido algo malo con Baz, y tengo que contarle todo esto a alguien, solo que mi mejor amiga está enojada conmigo, aunque quizás ya lo haya olvidado todo.

Me dispuse a buscarla, la necesitaba.

Llegue a la habitación de Penelope, y espere a que ella me diera permiso de pasar.

—Adelante, Simon. ¿Qué quieres?

—Yo...Venía a hablar contigo, mereces saber todo lo que está pasando o no, no lo sé. Pero eres mi mejor amiga y confió mucho en ti, necesito hablar contigo, y que me des unos de tus sabios consejos.

— ¿En serio?

—Claro que si, Pen.

—Oh bueno, siendo así, siéntate.

Me senté en su cama, a su lado. Ella dejo a un lado todo lo que estaba haciendo, y yo le conté todo lo que había estado pasando últimamente, a lo cual ella llegó a la conclusión de que 1) Siempre supo que Baz amaba a los chicos y sobre todo a mí, 2) Que como pude ocultarle algo así, 3) Que si no le contaba nada al Gran Hechicero, deberíamos buscar a Baz por nuestra propia cuenta.

Quedamos en que en tres días cuando todos hayan salido de excursión a otra escuela de magia, nosotros diríamos que estábamos enfermos y que Baz también, que llevaba días en reposo pero que sería mejor que se quede reposando un día más. Entonces saldríamos a buscar a Baz, por las afueras de Watford, por algún lado él tendría que estar.

Eran las nueve de la noche cuando sonó la alarma de peligro en Watford, todos estaban alterados, corrían por todos lados. Saben que tienen que ir a la sala de reuniones, pero aun así no lo hacen. Hasta que Agatha logró controlar la situación, y lograr que todos entren en la sala. (Si hay algo que me encantaba de Agatha, era su forma de poner todo en orden) El Gran Hechicero, estaba listo para dar una conferencia en la tarima que había en la sala.

—Silencio, silencio por favor. La alarma ha sonado, supongo que se pregunta por qué. Bueno les comunicó que están aquí, porque creí que era importante mantenerlos al tanto de todo lo que está pasando, sobre todo si son cosas que no deberían. Alguien ha logrado entrar a Watford, pero ese alguien no debe hacerlo, por lo cual algo está muy mal, hay que tener mucha precaución, tenemos nuestras sospechas de quién pudo haber sido, y si es quien pensamos, realmente este lugar ya no es seguro, no podemos quedarnos aquí mucho tiempo.-Paro de hablar, respiró profundo, tocó su gran barba y prosiguió diciendo: —Debo advertirles que tengan cuidado, hemos hallado un lobo de mar muerto, uno de los alumnos se enfrentó con la criatura y logro vencerla. Pero no todos aún tienen esa capacidad para lograrlo. No es solo un lobo de mar, es más poderoso, más fuerte. Estamos investigando como pudo entrar aquí. Por favor, tengan cuidado. Espero que todos puedan asistir a la excursión que habrá en unos días. Ahora si me permiten tengo que hablar con Simon Snow. Buenas noches y vuelvan todos a sus habitaciones.

Dicho eso, bajo de la tarima, me buscó con la mirada y se dirigió hacia mí.

Debo confesar que tengo mucho más miedo que antes y toda la seguridad que tenía días atrás, se la llevó Baz con él.

De todas formas me propuse alejar esos pensamientos de mí y parecer firme ante el Gran Hechicero.