Bazmon/ Snowbaz (Carry On)

Capítulo 5: El beso. (Editado)

Era de noche, Baz no aparecía. Así que Simon decidió llamarlo.

— ¿¡Dónde estás Baz!?

—Oh, perdón, lo siento, debí haberte dicho que hoy tenía una fiesta. Mi amiga cumple la mayoría de edad hoy.

—Bien supongo, que te diviertas Baz

—Gracias, eso haré Simon.

Simon no se esperaba eso, pero sabía que Baz era así, y estaba bien que saliera con sus amigas. Ahora se sentía mal por no haber hablado con Penelope el otro día.

La fiesta la habían hecho en una casa que habían encontrado, el Gran Hechicero no sabía de ella, ni los profesores, nadie. Era un secreto entre los alumnos.

Eran las cuatro de la madrugada cuando Bony la amiga de Baz comenzó a decir: — ¡Chicos esto recién comienza! Vamos todos arriba.

—Jajajaajaja cálmate niña–le dijo Baz a Bony.

—Shhh, bailemos, ¿bailas conmigo Baz?–dijo Bony con una sonrisa tonta en su rostro.

—De acuerdo.

El DJ puso una canción lenta, Baz colocó sus manos sobre la cintura de Bony, ella se pegó más y más junto a él. Pero no pasó nada más que un simple baile de amigos.

Más tarde Baz tomo su celular y salió afuera para llamar a Simon.

—Hola Simon, ¿cómo estas bebé?

— ¿Bebé? Nunca me llamas así, ¿qué sucede?

—Jajajajajaja cállate linda.

— ¿Linda?

—No, no, perdón, le decía a Lily.

— ¿Quién es Lily?

—Shh calla, hum... ¿qué decías Sim?

—Nada, hablamos cuando vuelvas.

Una hora después, Simon se encontraba en su dormitorio cuando alguien llamo a la puerta.

— ¿Quién es?

—Aquí Baz

Simon corrió hacia la puerta, la abrió e inmediatamente Baz cayó en sus brazos.

—Wow, ¿cómo estuvo todo Baz?

—Calla y abrázame

— ¿Quién es Lily?

—Nadie, no importa esa Lily, solo te quiero a ti.

Baz pudo sentir el ardor de las mejillas de Simon, el cual estaba muy sonrojado, y no dudo en abrazarlo.

— ¿La tuya o la mía?

—Ya estás en la mía Baz.

—Ups, eso significa que duermes en el piso tú.

— ¡Baz! ¿Qué dices?

—Solo bromeaba tonto, ven conmigo, aquí.

Simon se recostó en la cama junto a Baz, ambos se miraron, y Baz susurró en voz baja: —Bésame Simon, bésame.

El chico de los cabellos rubios y mejillas sonrojadas se acercó a más a el chico de los ojos grises y poso sus labios sobre los de Baz, lo besó. Baz tomo a Simon de la cintura, se colocó sobre él y comenzó a besarlo como si fuera la última vez que pudiera hacerlo. Aunque era la primera vez. Simon tomo la cara de Baz con sus manos, lo miro fijamente a los ojos y dijo: —Tus labios saben a cóctel de frutilla.

—Y tus labios saben a chocolate, ¿qué he dicho de los dulces?

—Que no son buenos.

—Muy bien, de todas formas me encantan.

—Oye...Eso es injusto. ¿Por qué tú si puedes y yo no?–Le reprochó Simon a Baz.

—Porque yo soy el chico malo y tú el responsable, además los dulces son adictivos, como tú...-Dijo Baz y depósito otro beso sobre los labios de Simon.–Eres jodidamente adictivo Simon.

—Cierra, cierra y no abras que no eres chismosa, no queremos a nadie aquí. –Conjuro Simon con su varita, y la puerta se cerró con llaves y candados.

—Excelente hechizo Simon. Has mejorado.

—Deja de halagarme Baz. Es un tanto incómodo.

—En ese caso, duerme bien Snow.-Dijo Baz y lo empujo al piso.

—Esto no se quedará así Basilton Pitch–dijo protestando Simon mientras se incorporaba de pie, se cruzaba de brazos y clavaba la mirada en Baz.

— ¿Qué me ves? ¿Acaso te gusto Snow?

—Me fascinas más de lo que deberías Pitch.