Bazmon/ Snowbaz (Carry On)

Capítulo 19: Insidioso Humdrum (editado)

Narra Penelope:

Simon y Baz llevan quince minutos de retraso, no sé para que me avisaron que iban a venir si pensaban demorar tanto, probablemente las cosas terminaron muy bien entre ellos...o algo muy malo les sucedió en el camino.

Los libros que encontré no son de mucha ayuda, pero es mejor que nada.

Oh no.

No, no.

No puede ser posible.

Baz, acaba de caer desde la torre de Watford, ¿cómo diablos llego ahí?

Inmediatamente dejo los libros a un lado, y voy corriendo hacia Watford.

—¡Baz! ¿Estás bien? —pregunté, mientras lo ayudaba a levantarse del piso.

—Acabo de caer desde lo alto de una torre, ¿tú cómo crees qué estoy?

—¿Bien?

—Claro —dijo mientras se sacudía el pasto y un poco de tierra de la ropa, continuó diciendo: —tenemos que ir por Simon, está ahí con el Humdrum.

—¿Por qué fueron sin mi? —pregunte.

—No, nosotros no fuimos, nos llevaron hasta ahí cuando veníamos hacia acá, pero eso no importa ahora, lo importante es rescatar a Simon y el Hechicero, así que ¡vamos ya!

—¡Espera! No podemos simplemente ir, necesitamos un plan o algo, no quiero ser lanzada de la torre igual que tú.

—Sí, bien... Hay cuatro guardias en la puerta de entrada a la escuela, están por el lado de adentro, no fuera, y creo que hay dos o tres en la puerta de la torre.

—¿Guardias? ¿Personas normales?

—Sí.

—No, eso tiene sentido.

—Créeme que sí, deben estar bajo un hechizo o algo así, y son muy fuertes.

—Bueno, eso si tiene sentido. Pero no dejan de ser normales, así que no debe ser difícil vencerlos...

—Si, sobre eso... Mi varita quedo en la torre.

—No te preocupes, yo me encargo —dije, lanzando al mismo tiempo un hechizo para que nos camuflemos entre los arbustos, y así podamos avanzar hasta la puerta sin ser vistos, o lo que sea.

Narra Baz:

—Tu tierra te espera, y se desespera si la espera se hace eterna, así que vuelve a tu tierra —dijo Penelope mientras le apuntaba con su varita a los guardias.

—Buen trabajo, Penelope.

—Gracias, Basilton —respondió, haciendo énfasis en mi nombre.

Fuimos corriendo hacia la torre y empezamos a subir las escaleras hasta llegar a la puerta.

—Yo me encargo de esto —dije, le di una patada a la puerta y se abrió muy rápido. Creo que ya estaba abierta...

—¿Qué paso aquí? ¿Dónde está Simon? —preguntó Penelope al Hechicero que estaba atado a una silla.

Todo estaba tirado, roto. Solo estaba el Hechicero en la habitación, y en una esquina visualice a mi varita tirada, fui por ella, mientras que Penelope desataba al Hechicero.