*+*Camus*+*
―Joven Camus, le traigo su desayuno.
―Gracias, Tulio, pero no deseo comer en este momento...
―Me permito recordarle que si no se alimenta bien, su salud decrecerá...
―En ese caso, puedes dejarla en el escritorio...
Tulio entra a mi habitación y deposita la charola en la mesa de estudio mientras me levanto de la cama cansinamente. Su rostro denota preocupación y, sin decir palabra alguna más que un "Buen Provecho", se retira para dejarme en privacidad. Antes me levantaba temprano para despertar a Milo con un tierno beso, pero ahora... Ahora ya no puedo ni siquiera dormir. No con la tristeza que me recuerda los días felices con él como un sueño lejano...
Me miro al espejo y noto que por el pijama de seda blanca, las crecientes ojeras bajo mis ojos y los cabellos alborotados, soy un fantasma vagante entre el mundo de los vivos. Me han arrebatado todo los que tenía... Milo y esa Psique... Lo peor del caso es que no puedo odiarlos como la esposa que detesta a ambos amantes. Tal vez por eso siento que la tristeza es mi compañía y no puedo escapar...
Vuelvo a mi cama y cierro las cortinas que esta mañana debieron abrir cuando, por fin, me hundía entre los brazos de mi sueño. Faltan dos días para la primera prueba y ni siquiera me he puesto de acuerdo con Aioros para establecer una estrategia de supervivencia. Me introduzco en el edredón para no sentir la desolación, aunque será imposible. No hace falta decir que he dejado de escribir mi novela en francés. La única luz de mi vida se apagó el día en que descubrí la infidelidad en carne propia...
Unos toquidos en la puerta me alertan del intruso. Si es alguno de nuestros mayordomos, simplemente les diré que se retiren y si es Mu o Aioros, que no quiero hablar, pero si es Milo... Trago saliva al pensarlo. No sé qué voy a hacer ahora:
― ¿Camus? ―es la voz de Kanon.― ¿Ya estás despierto? ―imita su tono a la de una cajera en algún supermercado. ―Necesitamos tu presencia en la sala de la biblioteca... ―No sé qué querrá sacar con eso, pero ahora no tengo ganas ni de abrir los ojos... Sin embargo, insiste con golpes más fuertes. ― ¡Camus! ― me levanto, para cerrar con llave. Kanon se desespera y la golpea con su puño mientras que yo vuelvo a recostarme. ― ¡Sal de tu guarida o si no derribaré la puerta ahora mismo! ¡Camus! ¡No puedes estar ahí toda la vida!
Oigo pasos que se alejan y por fin suspiro tranquilo. Sé que no puedo estar aquí toda la vida, pero lo que más deseo es no ver a Milo para recordar. Una lágrima inevitable sale rebelde y la seco con la manga del pijama. ¿Ya ves cómo me descontrolas, Milo? ¿No estás culpándote por eso? ¡Qué tonto! ¿A quién engaño? Milo ni siquiera debe estar en las Doce Casas, sino en la residencia de Psique y entre sus brazos, feliz, dichoso... Si tan sólo la muerte me quitara la soledad impregnada en los poros de la piel...
Muchos pasos se acercan al dintel y me cubro con el edredón, cual si fuera un enorme caparazón. Se oyen susurros y uno de ellos sobrepasa el aire hasta llegar a mis tímpanos:
―Camus nunca se había puesto así. No sé qué le pasa. ―es Saga. Mu lo tranquiliza:
―Sólo esperemos que no haga una locura. Tengamos fe en que sólo quiera estar solo...
―Sí, yo también lo creo. ―Kanon está con ellos. Pero de pronto vocifera. ― ¡Pero si no abre la puerta dentro de cinco minutos, créanme que yo mismo pagaré a las Doce Casas el importe por otra nueva después que la destruya!
―No exageres, Kanon. Hay otros medios más prudentes.
―Lo sé, Saga, pero, ¿No crees que ya fue suficiente? Primero, Milo y ahora, Camus. Ésos dos, aunque lo nieguen, siguen siendo pareja... ¡Míralos nada más! Hacen lo mismo...
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La universidad en Atenas
FanficMu Wang fue seleccionado para estudiar en una de las universidades más importantes del mundo. Su destino será conocer a sus compañeros, concursar en un evento interuniversitario, entre otras cosas... Disfrútenlo.