CAP. 6: EL PRIMER CAMPUS Y ALGUNAS FAMILIAS IMPORTANTES

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*+*Aioria*+*

¡Rayos, ya amaneció! Y yo que quería dormir otro ratito... ¡Maldita sea la alarma! En fin, me desperezo lentamente mientras me levanto y comienzo a tender mi cama. Algo me dice que este es mi día de suerte. Hoy me siento bien y no es precisamente que esté en las Doce Casas, sino otra cosa. Tengo asuntos que tratar y no es la escuela...

Termino de tender mi cama, ya que no quiero que alguien más lo haga. Voy al closet para escoger mi ropa antes de bañarme... uhm... ¡Ya sé! Moda casual, siempre funciona. Saco el pantalón negro y camisa azul y los arrojo en la cama. Tomo la toalla blanca y me dirijo al baño, aunque no me gusta el agua. Tengo que hacerlo, pero no quiero.

Después de salir del baño enrollado en la toalla, me acabo de secar en mi cuarto. Me visto frente al espejo y entonces veo mi despeinado cabello castaño. Trato de peinarme, pero es en vano. Por ser quebrado jamás se acomoda como quiero. ¡Oh, cielos! ¿Qué he hecho para merecer esto? Ok. Esto es una prueba de que ya estoy enloqueciendo....

Me dirijo al escritorio para ordenar mis tareas y ejercicios del campus. Recuerdo que mi hermano me dijo algo, pero no me acuerdo que es... voy tomando mi libro de trigonometría y el de geometría analítica... el de álgebra y el de aritmética... pero aun así, sigo sin acordarme de nada... no importa, ya me acordaré en la clase... mientras salgo de mi habitación ya arreglado, veo mi libro de Cálculo Diferencial y leo lo que me dijeron Aioros y Shura...

¡Por todos los dioses! Hoy tengo clase de cálculo y no repasé nada ayer. Creo que necesito un milagro o me veré mal ante toda la clase. Pero no me importa mucho ahora porque he visto al ser más bello que existe en este lugar: Shaka. Y es que... me trae babeando, pero nunca me hace caso, ni porque estudio Ingeniería Eléctrica y Electrónica. Lo mejor será saludarlo y creo que mis pies ya estaban dispuestos a ello porque ya camino rumbo a él:

— ¡Hola, Shaka! Lindo día, ¿No?

—Ah, hola, Aioria... ¿Qué quieres esta vez? –me responde con mala cara.

—Na... nada... es solo que quería saludarte, es todo... –ya ni puedo hablar bien...

— ¿Seguro que no quieres dinero? –a veces es muy cruel conmigo.

—No, esta vez mi padre nos ha depositado a Aioros y a mí en nuestra cuenta 300,000 euros para cada uno... –siento que me veo como niño rico.

—Pues que suerte la de tu padre... y de ustedes, claro... con permiso...

—Oye, no te vayas... –le grito a mitad del pasillo mientras baja las escaleras.

Poco a poco se aleja, como si quisiera deshacerse de mi presencia. Me siento mal, pero en fin...

— ¿Qué onda, gatito? — ¡Ay no! Lo que me faltaba. Milo y Kanon.

—Nada, solo que he fracasado... –les digo bajando la cabeza.

—Ja, ja, ja... no me hagas reír, minino –Kanon me toma del hombro. Maldito. Sabe que muero por Shaka. Camino a las escaleras mientras digo quedo:

—Tengo hambre, vamos a desayunar...

—Vaya, el súper Casanova ha fracasado por centésima vez en una conquista por Shaka... y como premio de consolación, el hambre viene a ti.— ¡No te burles, Kanon! Suficiente tengo con mi corazón cuarteado como para que lo rompan.

—Déjalo en paz... de seguro no sabes lo que es ser rechazado... –gracias, Milo, pero no creo que te haga caso.

—Por supuesto que no... Jamás he sido rechazado por alguna chica... soy irresistible... –te lo dije Milo.

La universidad en AtenasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora