A su encuentro (Parte 2)

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Una hora antes.

Acabábamos de llegar al parque, no sabíamos que hacer y simplemente buscábamos por indicios, llamamos a Tanner para decirle lo que habíamos encontrado y ella vino con varios policías para ver si los perros rastreaban algo. Estábamos por irnos cuando el teléfono de Ella sonó.

-Es Mike.- Dijo contestando rápidamente. Ella no hablaba, simplemente asentía y en un momento se puso a correr en la dirección opuesta a la que íbamos. Todos la seguimos y ella paró frente a una especie de granero o era una casa, no lo sé.

-Mike dice que aquí solían jugar ellos, dentro. Pero solo una persona sabe eso, Byron.- Ella dijo llevándose las manos a la cabeza.

-¿Por qué querría hacer algo así su padre?- Pregunté.

-No creo que haya sido el, a lo mejor él le dijo a alguien esto y ese alguien es quien tiene a mi hija. Y puede que esté ahí dentro y no voy a esperar a tener una orden judicial, yo dos años sin verla y no voy a dejar ni un minuto más.

-Está bien, preparar las armas por si acaso.- Tanner dijo.- Es importante que os quedéis aquí, no sabemos lo que hay ahí dentro, pero tenéis que quedaros aquí.- Dijo ella. Yo me negué.

-Voy con vosotros.-Dije dando un paso hacia adelante.

-Es peligroso.- Ella repitió.

-Me da igual, es Aria de la que estamos hablando.- Dije. Todos pasamos en silencio y empezamos a buscar. Simplemente era un granero, todo lleno de paja y no había ninguna puerta. Mi corazón se partió.

-Mirad.- Dijo uno de los policías abriendo una trampilla.

-Vamos a ir bajando uno a uno, poco a poco.- Dijo Tanner.

Caminamos por un gran pasillo con muchas puertas, casi todas ellas estaban cerradas, pero al abrirlas estaban vacías. Llegamos a una y esta estaba cerrada con llave.

-¿Aria?- Grité.

-¿Cariño?- Grito Ella.

Los policías se pusieron a romper la puerta y en cuanto calló, todos entraron. En el momento que entré en esa habitación vi a Aria tirada en el colchón. Sin pedir permiso ni nada corrí hacia ella y la cogí en brazos, estaba atada a una cadena y los policías no dudaron en romperla con varios disparos. Estaba desmayada, salimos de allí detrás de la policía y justo cuando salíamos vimos a una pareja que iba a entrar aquí. Los policías, inmediatamente los agarraron y se los llevaron de allí a la comisaría.

Una ambulancia, estaba aparcada en la puerta del parque. Cuando nos vieron, un par de médicos cogieron a Aria y se la llevaron a la ambulancia y le hicieron pruebas. Ella y yo nos montamos en la ambulancia y nos llevaron al hospital junto con Aria.

Aria POV

Lo único que podía escuchar era un pitido constante en mi oído derecho. Quería despertarme, pero mis ojos me lo impedían así que volví a sucumbir al sueño.

Cuando me desperté había un cuerpo a mi lado y una mano agarraba la mía. Abrí un ojo y vi a una niña dormida a mi lado y a Ezra con la cabeza apoyada en la cama y su mano en la mía. Mi madre estaba dormida en el sofá de la habitación del hospital junto con mi padre y Mike. Miré hacia la ventana y vi que era muy de noche. Apreté la mano de Ezra, queriendo saber si era verdad que ellos estaban aquí, que esto no era un sueño. Él se removió un poco y de repente su cabeza se levantó de golpe.

-Aria, estás despierta.- Él dijo con lágrimas en los ojos.

-Ezra.- Lloré con él.

-Shh, estás aquí. Estoy aquí.- El me susurró intentando calmarme.

-Te he echado tanto de menos.- Le dije.

-¿Mami?- Una vocecita resonó.

-Clarie.- La abracé y ella se echó a llorar.

-Mami, pensé que ya no me querías.- Ella me dijo.

-Mi niña, mi niña.- Susurré intentando calmarla. Ezra nos abrazaba a las dos y todos llorábamos.

-Te quiero, no me voy a volver a separar de vosotros.- Dije.

-Yo no quiero que te vuelvas a ir. Quiero que vivas con nosotros en casa todos los días y que me lleves a clase.- Ella me dijo.

-No me voy a volver a ir, lo prometo.- Dije dándole un beso en la frente.

-Estás muy delgada, mami.- Ella me dijo.

-Lo sé cariño, pero en cuanto lleguemos a casa de nuevo voy a comer toda la comida que haya a la vista.- Dije sonriendo.

-Mejor, porque te iba a obligar a comer.- Ella me susurró dándome un abrazo.- Te quiero, mami. Te he echado mucho de menos.- Ella me agarró más fuerte.

-Yo también, Clarie. ¿Qué tal, si cuando salga de aquí nos vamos los tres a cenar? Y otro día invitamos a los abuelos y al tío Mike.- Le pregunté.

-Me parece bien.- Una voz sonó que no era ni la de Claire ni la de Ezra.

-Mamá.- Lloré. Ella se acercó a mí corriendo y me abrazó con cuidado de no aplastar a Claire.

-No sé qué hubiese hecho si no te hubiésemos encontrado.- Ella me dijo llorando.

-Estoy aquí, mamá. Me habéis encontrado y estoy muy feliz de haber salido de ese agujero.- Suspiré.

-Buenos días, veo que ya te has despertado.- Dijo un médico entrando en la habitación.

-Buenos días, doctor.- Contesté.

-Vengo a decirte algunas cosas.- Dijo el acercándose a la cama.- Al haber perdido tanto peso y al no tomar leche tus huesos están muy débiles. Hemos tenido que meterte las vitaminas mediante un tubo, para que no tengas ningún problema. Pero es necesario que tomes mucha leche y comida que contenga vitamina C.- Él me dijo.- Y que comas para volver al peso ideal.- Terminó.

-Lo sé, doctor. Estoy deseando llegar a casa para comer todo lo que haya por el medio.- Me reí.

-Está bien, le vamos a dar el alta ya que no tiene ningún riesgo. Pero es necesario que venga cada semana para hacer una revisión de su peso y las vitaminas que le faltan.- Él dijo sonriendo.- Con eso es todo. Que pase un buen día y puede volver a su casa en cuanto se firmen los papeles del alta.- El terminó.

-Voy a firmar esos papeles.- Dijo mi padre saliendo de la habitación.

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GoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora