Mamá estaba cabreada con papá y tenía toda la razón.
-Son gemelos.- Mamá susurró poniendo una mano en su vientre.
-¿Dos?- Preguntó papá, mamá solo asintió.- Estoy cansada y estoy segura de que vosotros también lo estáis. Deberíais volver a casa a descansar. Estoy segura de que mi madre ya habrá llegado a por mí.
-¿Qué harás cuando la abuela Ella venga a por ti?- Pregunté.
-No lo sé. Quizá me ayude a buscar trabajo y un apartamento o quizá tenga que volver a Rosewood hasta que encuentre un trabajo aquí.- Dije.
-Pero... si vuelves a Rosewood no te podré ver.- Susurré y más lágrimas aparecieron en mis ojos.
-Si tengo que venir aquí cada día para verte, lo voy a hacer. No voy a perderme ni un minuto más de tu vida.- Ella susurró.
-¡Basta! Siento mucho haberte echado de casa. Estaba cansado, no había dormido en todas las horas en las que habías desaparecido, estaba cabreado. No debí haberte gritado esa mañana, no fue tu culpa. Pero no pienso volverte a perder de nuevo.- Papá gritó levantándose de la silla en la que estaba sentado.
-¿Estás seguro que lo dices porque me quieres o lo haces porque te sientes obligado por los niños?- Mamá preguntó.
-Joder, Aria. Te quiero desde que te conocí con 16 años, estos años que casi no te hemos visto han sido una tortura para mí. Cuando –A me mandó esa foto de ti atada a una silla me sentí el hombre más mierda del mundo porqué prometí protegerte y en vez de eso fui un gallina y no te protegí. Me quedé escondido mientras tu estaba luchando por salvarte la vida.- Él dijo.
-Yo te pedí que salieses de mi vida con Claire por una buena razón. No quería que os pasase nada a ninguno de los dos y estaba segura de que iban a hacer daño si sabían que Claire existía. Sabía que la iban a amenazar a ella y se lo capaces que eran.- Mamá dijo comenzando a llorar.
-Lo siento, Ar. Siento por hacerte pasar un mal momento, siento haberte echado de casa, siento haberte dejado sola con el embarazo. Lo siento.- Papá dijo abrazando a mamá.
-Yo también lo siento, Ezra. No debí de haber sido tan niña y haber dejado que todo se metiese en mi cabeza. No debí de haberme obsesionado con lo que estaba pasando con Claire.- Mamá lloró en sus brazos.
-Te quiero, Aria. Te quiero y no voy a parar de hacerlo hasta que lo sepas.- Yo me senté allí mirando a mis padres con una gran sonrisa en la cara. Por fin se estaban reconciliando, reconciliándose de verdad.
-Vamos a casarnos, Ezra.- Mi madre dijo unos minutos después.
-¿Qué?- Preguntamos papá y yo a la vez.
-Vamos a casarnos, no tenemos por qué esperar más tiempo. Hemos querido hacerlo por más de 10 años, vamos a hacerlo de una vez. Solo necesitamos estar tú, Claire y yo en ese momento.
-¿Estás segura?- Preguntó papá con una gran sonrisa.
-Por supuesto, Ezra. Llevo queriendo hacerlo desde que tengo 16 años.- Ella susurró.
Efectivamente, cuando la abuela Ella vino estaba asustada por lo que había pasado. Mamá no le dijo nada de la boda. Se quedó unos días con nosotros y un día, cuando mamá necesitaba salir de casa nos pasamos por una iglesia y papá y mamá se casaron ese mismo día. Papá tuvo que correr durante dos horas para encontrar los anillos y yo le ayudé a buscar un bonito vestido para mamá.
Cuando se lo contamos a la familia nadie se lo creía, los abuelos estaban un poco enfadados porque no les habían dicho nada y mi madre había caminado por iglesia sin el abuelo a su lado. No pasó nada porque papá fue con ella.
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Gone
RomanceAria y Ezra tienen una hija en común, pero es Ezra quien está en la vida de su hija. Una mañana, Ezra recibe un mensaje y tiene que volver a Rosewood con Claire y todos los fantasmas que le seguían se le echan encima.