Leila caminaba en dirección al centro como en los viejos tiempos, riendo y platicando con Kate, una oleada de esperanza la invadió; de pronto dejo de sentirse sola, cuando creyó que lo había perdido todo, vio la luz al final del túnel.
-¿Quieres pasar a algún café?
- ¿Tus padres no se molestaran?, deben estar esperándonos...
Kate rió e hizo un gesto con la mano para restar importancia.
- No lo creo... Les dará gusto verte
El tono que uso para decir eso último se sintió extraño, pero Leila no hizo mucho caso, no quería arruinar el momento con preocupaciones bobas.
Entraron a un pequeño establecimientos donde vendían hamburguesas, papas fritas, hotdogs y demás comida pensada para los estudiantes.
- Hace mucho que no veníamos por aquí...
Leila asintió, miro una de las mesas, la misma donde solían sentarse, de nuevo ahí estaba su hermano, platicaba animado con ella y sus amigos, ahí estaba Kate, ¿cómo nunca se dio cuenta de lo suyo con él?. Suspiro, tal vez era momento de soltar el pasado, de dejar todo atrás y preocuparse por lo que estaba por venir; su hermano volteo y la miró desde la mesa. No, no podía hacerlo, nunca podría olvidar a su hermano, cerro su puño con fuerza, no podía dejarse olvidar el dolor de perderlo y el odio creciente a quien quiera que los mantenía reclusos.
- ¿Leila te encuentras bien?
Su hermano desapareció y volvió a ser une mesa vacía, Kate buscó lo que Leila observaba.
- Sí, estaba pensando ... es todo-
Intentó sonar relajada, pero no pudo.
- claaaro - Kate la miro como queriendo saber que pasaba en su mente.
- ¿Hamburguesa o pizza? - dijo Leila apresurada por alejar el incomodo ambiente que había creado.
-Pizza suena bien.
Una vez que terminaron de comer caminaron a casa de Kate; desde que tenía memoria, Leila se había pasado la mitad de su vida ahí.
Al llegar al sendero de entrada, vio un par de siluetas frente a la puerta, eran los padres de su amiga que las esperaban en la entrada.
- Leila, que bueno verte por aquí, pasa pasa, estás en tu casa.
- Gracias señora C.
La madre de Kate le sonrió amorosa, una vez dentro ambas dejaron sus abrigos y botas en la entrada.
- Pero que frío hace ahí afuera, por suerte ya pronto tendrán un receso.
El padre de Kate, puso su mano sobre el hombro de su hija.
- ¡uf! Sí que es necesario
Todos rieron. En ese momento bajo la hermana menor de Kate por la escalera, cruzó una mirada de desagrado con Leila, pero al ver a sus padre con ella, la saludó sin muchas ganas para después dirigirse a su madre.
- ¿Mamá, puedo salir con unos amigos?
- Salir, pero pronto oscurecerá
- No nos tardaremos, solo vamos a comer algo y vuelvo
- No Sarah, sabes lo delicado de la situación desde lo que les paso a esos pobres chicos. - respondió su padre
- ¡Papá no es justo, no vamos a ir lejos!
- No es no, Sarah
La niña pateó el suelo y subió las escaleras molesta, pasados unos segundos se escuchó un portazo.
Los padres de Kate voltearon a ver a Leila con grandes sonrisas, lo cual la puso nerviosa, algo estaba mal.
- Umh... ¿Qué chicos? - pregunto ella
Las expresiones en sus rostros cambiaron
- ¿No te enteraste?
Leila se encogió de hombros
- Fue terrible - dijo la señora C.
- Eran cuatro adolescentes... Y bueno intentaron escapar, pero los oficiales los encontraron.
Eso no le sonaba extraño, pero de cierta forma la reconfortó, si se hubiera sabido que ella había intentado lo mismo, ahora se encontraría en el cuartel.
- Pero el más pequeño no fue detenido - continuó su amiga - dicen que quedó traumado por el susto de ser capturado; ahora solo dice disparates sobre luces en los enrejados.
Al escuchar eso Leila sintió que el corazón le caía a los pies, recordó la conversación de las dos mujeres en el café; había sido cierto y lo peor es que solo ella sabía la verdad o al menos, eso creía.
- seguramente cuando sus amigos vuelvan de los cuarteles él se pondrá mejor.
Pero ellos no volverían, de nuevo más mentiras.
- oh... - tenía la boca seca y podía sentir su propio pulso en todo su cuerpo, de pronto se sintió mareada.
- seguramente que sí - dijo con una sonrisa tan falsa como la de sus anfitriones.
Después de un momento de silencio el señor C habló
- chicas por qué no van a estudiar mientras preparamos la cena
-mis libros están en mi casa...
- eso no es problema, usemos los míos
Leila asintió, comenzaba a preocuparle el seguir ahí, pero no quería levantar sospechas; los padres de Kate las miraron hasta que se perdieron de vista en la escalera, <<¿en qué me metí?>>Kate parecía no notar el nerviosismo de Leila mientras estudiaban, ambas metidas en sus libros, era fácil pretender que leía cuando en realidad solo pensaba en la forma de volver a casa antes del toque de queda; por mala suerte eso no duró demasiado y cuando su amiga termino de estudiar ella tuvo que aparentar lo mismo, ahora se encontraba cara a cara con Kate, Leila quería saltar por la ventana.
- ¿de qué querías hablarme?
Después de todo para eso había venido.
Kate solo la miró, perdida en sus pensamientos, Leila identificó la misma mirada que le había dado en los baños, <<¿en qué está pensando?>>
Su amiga se acomodó lista para hablar, pero se escucharon un par de golpes en la puerta, la señora C entro y miró a las chicas.
-hora de cenar
Leila notó que la mamá de Kate miró los libros cerrados a un lado de su amiga y la forma en la que cruzó miradas con ella.
- veo que terminaron de estudiar - una sonrisa forzada, más parecida a una mueca, se formo en su rostro - vamos, ya tendrán tiempo para platicar.
Mientras cenaban, Leila no dejaba de observar a sus anfitriones, muchas dudas se formaban en su mente, <<¿habrán sido así siempre?, ¿sabrán algo sobre mí... O Josh?>>
No quería creer que algo malo pasaba, pero lo sentía.
Cuando la cena finalmente termino Leila hizo su mayor esfuerzo por no parecer grosera al retirarse de casa de Kate, rechazando una y otra vez la oferta de pasar la noche ahí.Una vez que perdió de vista a la familia se hecho a correr lo más rápido que pudo, ¿a qué le tenía miedo?, ¿a los chicos,temía verlos por ahí, sus fantasmas? o era a lo que estaba detrás de los enrejados, lo que ella había visto, esa neblina amarilla que le gritaba desde el otro lado. Necesitaba respuestas, ahora más que nunca y solo había una forma de encontrarlas.
Intentó calmarse mientras abría la puerta de su hogar, empujo la puerta y en ese momento una mano le tapo la boca mientras un brazo la rodeaba la cintura desde atrás, arrastrándola al interior de su propia casa.
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Silent In The Trees
General Fiction¿Qué pasaría si tu vida ya no te perteneciera?, ¿Qué harías si seguir órdenes dejara de ser lo correcto?. Cuando Tyler conoce a una extraña joven, que podría significar una nueva era para el mundo, seguir el protocolo podría significar la vida o la...