XIX

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Los ojos transparentosos se clavaban en su alma, una extrañeza sonrisa se formaba en su rostro.
-¿comienzas a entender cierto?
Tyler estaba aterrado, no podía quitar la mirada de ella, en su vista periférica podía ver el suicudio colectivo que seguía en marcha.
-¿por qué estoy aquí?
La chica continuó sonriendo.
-¡HABLA!
Tyler gritó desesperado
- ¡habla de una vez, dime!
La mano de la chica lo apresó del brazo, sus dedos se clavaron como garras, de ellos emanada un frío que lo congelaba desde dentro.
-¡por favor detente, no sé quien eres, déjame ir!
La chica se acercó más a su rostro.
- Ese es el problema, no quieres recordar.
La frase le causó escalofrío, intentó zafarse de su agarre, pero su cuerpo no respondía.
- ¡no sé quién eres, ni que hago aquí! ¡¿Qué quieres de mí?!
En ese momento todo se detuvo, el mar, ella, las siluetas, no hubo un solo ruido más que su respiración, miró al rededor, las extrañas formas, que antes se arrojaban sin pensar al mar, voltearon al unísono en su dirección y se quedaron así. El silencio se rompió después de unos segundos, primero fue imperceptible, un susurro entre la multitud, después otro y uno más, rápidamente comenzó a formarse un murmuro, palabras al azar que no conectaban entre sí, conforme el ruido fue creciendo se asemejó al sonido del mar, el cual continuaba quieto en el horizonte; los murmuros se iban unificando, una y otra vez la misma frase que Tyler no podía distinguir con exactitud.
- no entiendo qué quieren de mí
La frase continuaba repitiéndose, pero llegaba cómo un sonido hueco a sus oídos, la cara de la chica seguía a pocos centímetros de la suya, observándolo en silencio.

                                 ***
Tras unos minutos de caminata Kurt se detuvo y tanteó de nuevo la pared.
-Espera un segundo.
Soltó su mano, Leila escucho sus pasos alejándose unos metros y después nada, tenía miedo de hacer cualquier movimiento o ruido, la poca visibilidad que tenía la ponía nerviosa así que se valía de sus otros sentidos, por lo que era consiente de cualquier pequeño sonido a su alrededor. Finalmente pudo escuchar unos pasos que regresaban, Kurt chocó levemente con su pecho.
-lo siento
Tomó sus manos y las extendió al frente, en ellas deposito un bulto, era su mochila.
-¡las mochilas!, creí que lo habíamos perdido todo.
-por suerte esos estupidos oficiales no fueron nada discretos y pude salir a tiempo de la casa.
Leila sintió remordimiento.
-no debí haberte dejado, lo lamento.
-no fue tu culpa
-pudiste haber muerto... o peor...
Kurt buscó sus hombros y los apretó con seguridad.
-Escucha, si alguien debe disculparse soy yo, no te di todas las indicaciones para llegar aquí y casi te atrapan por ello... lo lamento, no hiciste nada malo, yo fui el que te falló.
Leila medito por un segundos, tenía razón, pero realmente ninguno sabía que los oficiales llegarían a su casa y ella no se molesto en preguntar por el camino.
-supongo que ambos cometimos errores...
Kurt volvió a tomar su mano para guiarla.
-anda debemos continuar.
Caminaron al rededor de dos horas en completo silencio, aveces daban un giro en alguna esquina o Kurt se detenía a tantear las paredes para asegurase de que iban por el camino correcto, Leila se mantenía atenta a cualquier alteración de su entorno, pero sólo podía escuchar el sonido de sus pasos, el cansancio comenzaban a alterar a Leila, necesitaba hablar con Kurt, pero no estaba segura de sí eso los pondría en riesgo, aguanto unos minutos más hasta que fue demasiado.
-¿Kurt?
-¿sí?
-dime lo qué pasó después que me fui, ¿cómo escapaste sin que te vieran?
Kurt lo pensó antes de contestar.
-creo que la suerte estaba de mi lado, después de que te fuiste termine de empacar y arregle un poco la casa, así se les dificultara saber qué había pasado; estuve alerta de cualquier alteración, me mantuve cerca de una ventana y pude ver cómo a unas cuantas casas de distancia se aproximaba un oficial. Al principio creí que estaba siendo paranaico, pero no quise tomar riesgos y me escondí en la cocina, escuche como llegó hasta la entrada y tocó la puerta un par de vesces, después vi su rostro asomándose por cada ventana de la planta baja, una vez que se aseguró de que no había nadie dio la orden por el radio para que llegaran los refuerzos; cuando escuché que se alejaba volví a la ventana, lo vi caminando en dirección al centro. No quedaba alternativa, tome las mochilas y escapé por una de las ventanas traseras; pensé en buscarte en el centro comunitario, pero era demasiado arriesgado, vine lo más rápido que pude para esconder todo y volví a las orillas del bosque, con la esperanza de que encontraras el camino, estuve esperando por unos 4o minutos cuando escuché gritos a la distancia, en el momento en el que reconocí tu voz, corrí lo más rápido que pude, cuándo vi al oficial abalanzarse sobre ti, tome la primer rama gruesa que encontré y lo golpeé con todas mis fuerzas... básicamete así fue cómo pasó... me alegra que no te hayas ido en dirección contraria.
- ya somos dos...
hubo un momento de silencio, Leila pensaba en lo cerca que ambos habían estado de que los atraparan.
-ahora cuéntame lo qué pasó en la imprenta
Le pidió Kurt.
-fue sorprendente, Tane, el jefe de la imprenta, ya sabía sobre el paquete, Josh se lo confío, dijo que se lo entregó unos días antes de su partida. No te preocupes me aseguró que no tenía idea de lo que contiene, solo sabe que dentro está lo que dejaron Josh y  Kate...

Pensó en lo que le había dicho Tane, sobre su hermano y ella "no son cómo los demás", no lograba entender a qué se refería... tal vez que eran buenas personas ... pero el tono en el que lo dijo hacía que Leila tuviera un sentimiento extraño en el estómago.

- ¿y después, cómo encontraste el camino?
Leila volvió de sus pensamientos.
- ah...llegue a la casa repleta de oficiales, al no encontrarte supuse lo peor... en realidad aún no entiendo la suerte que tuve para correr en la dirección correcta, era la que me resultaba más lógica, pensando en cómo llegaste sin que te atraparan...
Entonces Leila recordó que Kurt nunca le había contado toda la historia de cómo había llegado a AE-N4, de cómo supo dónde encontrarla o incluso antes de todo eso, ¿cómo sabía sobre el reclutamiento de Josh si se habían conocido cuando eran niños?, ¿cómo su familia logró escapar y dónde estaban ellos ahora?.
-Kurt...
Pero antes de que pudiera preguntarle algo, escucharon un ruido entre las tuberías, ambos se detuvieron, cuando el sonido se acrecentó se dieron cuenta de que se trataba de pisadas.
Kurt comenzó a correr y la jaló del brazo detrás de él, Leila volteo sobre su hombro, no vio nada hasta que unas pequeñas luces moradas aparecieron a la distancia.
-Kurt mira...
Las luces se acercaban rápidamente.
-maldición
Kurt apreto el paso.
-¿Qué son?
-Lentes de visión nocturna...no podemos escondernos... sostentente vamos a perderlos.
Leila se aferro a Kurt con fuerza mientras seguían corriendo, daban vuelta y cruzaban por caminos que perecían elegidos al azar, en un intento desesperado por escapar, pero no lograban perderlos.
-esto no está funcionando
-confía en mí, ya casi llegamos
Los oficiales estaban cada vez más cerca, Leila temió por su vida, fácilmente podrían matarlos y nadie sabría que les pasó.
-mantente cerca de la pared, estamos por llegar
Dieron vuelta un par de veces más antes de que Leila pudiera ver a lo lejos una pequeña abertura que iba creciendo cada vez más, estaban llegando al final de los ductos, afuera continuaba obscuro, pero estaba relativamente más iluminado que dónde se encontraban, Leila sabía que tendrían más oportunidad de perderlos; sin embargo, eso significaba que saldrían por el bosquen y aunque lograran perder a los oficiales, Leila sabía que algo peor asechaba ahí afuera.

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