Una luz cegadora lo sacó de la obscuridad, la temperatura de su cuerpo se entibiaba, ya no sentía dolor.
Frente a él, había una casa, su vista apenas se estaba adaptando a la luz que lo rodeaba, pero eso no le impidió reconocerla de inmediato. A su lado había un hermoso jardín, todo parecía muy tranquilo.
Caminó a la entrada y escucho voces, abrió la puerta; dentro no había nadie, solo una casa normal, se dirigió a la cocina buscando a las personas, antes de llegar escuchó una plática animada en la parte de arriba, subió las escaleras y cuando pisó el último escalón dejo de escucharlos.
Sorprendido intento llamarlos, pero no pudo hablar, trato de gritar y fallo nuevamente, frente a él un largo pasillo lleno de puertas se extendía infinitamente, desesperado fue a la primera puerta, estaba cerrada; corrió a la segunda, obtuvo el mismo resultado, una tras otra lo intentaba, finalmente logró abrir una, el cuarto parecía vacío. Tuvo miedo de entrar, algo le decía que no era buena idea, antes de poder cerrar la puerta, fue succionado dentro.
Miles de imágenes comenzaron a pasar por las paredes, reconocía muy pocas, las voces fueron en aumento, pero no distinguía ninguna; gritos, pláticas, risas, llantos, todas se mezclaban y se repetían sin sentido.
Cubrió sus oídos y cerró los ojos, pero fue inútil, aún podía ver y escuchar el terrible alboroto.
Gritó para callar las voces, desesperado golpeó la puerta para poder salir, pero esto pereció enfurecer al cuarto pues de repente las imágenes y los sonidos se hicieron más violentos, asustado continuó golpeando hasta hacerle un hoyo a la puerta, intento salir pero antes de logarlo sus fuerzas se desvanecieron, cayó de rodillas, poco a poco todo se iba apagando, antes de poder escapar, perdió el conocimiento.
***
-¡Leila!.
<<oh no..>>
-¡Leila!, permiso por favor, ¡Leila!.
<<estaba casi fuera ¿por qué?>>
Kate jaló de su hombro y la abrazó.
-Leila, no te había visto en todo este tiempo, me tenías muy preocupada.
Aprovechando que su amiga no veía su rostro, rodó los ojos, sin más opción soltó un pequeño suspiro y fingió una voz tierna.
-aw Kate, lo lamento, es que estaba ocupada estudiando... Ya sabes.
Se separaron del abrazo.
-Tú siempre tan disciplinada, Leila te he extrañado mucho, tengo tanto que contarte, ¿quieres venir a mi casa?.
<<¿cómo me zafo de esta?>>
Ideó algunas excusas: me siento enferma... No, sólo la llevaría con su mamá; tengo que seguir estudiando... Va a decir que estudiemos juntas; ¡Tengo alergia a tus hermanas!, no, Leila, piensa.
Kate estaba a punto de decirla algo cuando la hermana mayor de su amiga llegó.
-Kate, ¿qué haces perdiendo el tiempo?, vamos a llegar tarde a casa, mamá dijo que no nos retrasáramos.
Kate le dio a Ana una mirada fulminante antes de volver con Leila.
Se golpeó la cabeza en un gesto de "ups".
-Lo había olvidado, jaja.
-Qué mal, pero no te preocupes.
Kate la volvió a abrazar.
-Quedamos para después, cuídate.
- tú también.
Aliviada vio como las hermanas se alejaban de ella, siguió su camino, hoy no estaba de malas y cómo no tenía nada que hacer decidió tomar otro camino.
Era una vereda cercana al bosque, solía cruzarla para llegar al centro comunitario dónde trabajabajó la mayoría de los veranos, este había sido el último pues pronto ya no estaría en la escuela. Comenzó a ver los distintos edificios donde había trabajado: el invernadero, la pequeña fábrica textil, el edificio de lavandería; pasó por la cafetería, dónde solía comer con los demás chicos de su grupo. Finalmente a lo lejos vio el edificio más pequeño de todos, ahí se publicaba el periódico de todas las semanas, recordó que nadie quería terminar trabajando ahí pues era el más aburrido y tedioso de todos, pero a Leila le había encantado, los tristes periódicos de AE-N4 no eran para nada interesantes, pero el señor que estaba a cargo era de las pocas personas que realmente le agradaban, su hermano y ella lo habían pasado muy bien estando con él, era amable, divertido y usualmente les contaba historias alocadas de cuando era joven.
Se detuvo por un momento a mirar el pequeño edificio, se preguntó qué estaría haciendo Tane.
"Vuelvan a mi cabaña cuando quieran" lo escucho decir mientras se despedía de ellos.
Tal vez lo visitaría en la semana hacía mucho que...
<<"Vuelvan a mi cabaña...">>
<<a mí cabaña...>>
¡La cabaña de la carta!, no había nada en el bosque, a eso se refería su hermano. Se quedó observando el pequeño edificio, <<¿qué debo hacer ahora?>>. Un grupo de estudiantes salió de otro edificio, Leila siguió caminando, un solo nombre le vino a la mente,<< Kurt, él me ayudará>>.
Cuándo llegó a su casa ya era de noche, las luces estaban apagadas, abrió la puerta y una vez cerrada susurró:
- ¿Kurt?
No escuchó nada.
Fue a la sala, nada, subió las escaleras.
-¿Kurt, dónde estás? - susurro de nuevo.
La puerta frente a la escalera se abrió.
- Aquí - susurró él de vuelta, se río y habló en un tono de voz medio.
-¿por qué susurras?, tus vecinos están a cinco metros cada uno, no creo que nos puedan escuchar.
Leila no respondió.
-¿Qué haces en el cuarto de Josh?
Kurt le sonrió y se encogió un poco de hombros.
-Quería seguir buscando, pero nada.
Leila supuso que su cara debió preocupar a Kurt porque su expresión cambio.
-¿Estás bien?
Leila quería gritarle lo que había visto, lo que había recordado.
-¿Leila?
- yo... Sí...
Kurt se acercó para escucharla
- ¿Leila, qué pasa?
Leila lo miró a los ojos
-yo sí encontré algo>>>>>>>>>>>>><<<<<<<<<<<<
Hola mis queridos lectores, estoy muy feliz de que les esté gustando mi historia, realmente me siento alagada por todos los que han votado, comentado, seguido y agregado a listas. 💕Sé que me tardo mucho en escribir, una disculpa, les pido me tengan paciencia y espero no decepcionarlos.
¡Gracias de nuevo, un abrazo!.
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Silent In The Trees
General Fiction¿Qué pasaría si tu vida ya no te perteneciera?, ¿Qué harías si seguir órdenes dejara de ser lo correcto?. Cuando Tyler conoce a una extraña joven, que podría significar una nueva era para el mundo, seguir el protocolo podría significar la vida o la...