-XVIII-

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Antes de salir, Leila guardó el paquete en su abrigo, el sol comenzaba a ponerse, tenía que apresurarse.
A pesar de que comenzaba a obscurecer, las calles estaban llenas de movimiento, Leila también notó que el número de oficiales había aumentado. Se sintió abrumada y se vio forzada a tomar otro camino, dió vuelta detrás de la panadería, escabulléndose por los diminutos espacios entre edificios. Intentó recordar si todos los años eran así, pero eso no le preocupaba antes, en estas fechas estaba celebrando con su familia o amigos el fin del año escolar, tal vez justo ahora estaría comiendo en algún lugar con Kate y Josh, o tal vez estaría ayudando a la Señora C a preparar la cena en casa de Kate, nunca se había cuestionado la seguridad en las calles antes de todo esto.

Utilizo todo los atajos que pudo recordar, evitando cualquier interacción humana lo cual la retrasó, debían ser más de las 9 cuando comenzó a acercarse al conjunto habitacional, al ver su casa a la distancia, notó que las luces estaban encendidas, lo que le resultó extraño.
<<¡¿en qué está pensando Kurt?!>>.
Se apresuró a llegar, pero antes de poder acercarse a la puerta vio a alguien junto a la ventana...había un oficial adentro.
Asustada, se quedó en shock por unos segundos, al entender por completo la situación buscó alrededor y rápidamente se escondió detrás de un árbol, observó la casa, habían oficiales rodeándola y un par de camionetas estacionadas al frente; le sorprendió que ningún vecino se hubiera acercado a ver de qué se trataba el alboroto, observó las ventanas de las casas vecinas, no logró ver a nadie, todo parecía vacío. <<probablemente todos estén en el centro>>. Volvió la vista a su casa, habían siluetas moviéndose por todas las habitaciones a través de las ventanas.
Entonces uno de los oficiales salió de la casa.
- revisamos todo, señor.
Estaba lo bastante cerca para que ella pudiera escucharlo claramente, conversaba con su superior, pero sólo alcanzaba a escuchar al primero.
- Nadie sabe a dónde pudo haber ido, señor, pero ya hemos enviado patrullas a buscarla.

Hablaban de ella, tenía que escapar enseguida, asomó la cabeza para buscar a Kurt dentro de las camionetas, pero no podía ver bien, le preocupó que hubieran capturado a su amigo, si es que no lo habían matado ya. Quería seguir escuchando, saber que más ocultaban.

-llévense todo e infórmenme en cuanto sepan su ubicación. -Grito uno de los oficiales

Se estaba quedando sin tiempo. <<lo lamento Kurt>> agarro con fuerza el paquete que traía en su abrigo, lo que le hizo recordar su mochila, la había dejado en la sala, muy seguramente los oficiales ya la tenían.
<<tranquila Leila, tines el paquete, eso es lo importante, no pueden hacer nada sin esto>>
Dio por perdido todo lo demás, era hora de escapar. No tenía idea de cómo llegar al drenaje, sólo podía recordar que salía de la lavandería pero era suicida volver después de lo que había escuchado, <<piensa Leila, piensa>>
Estrujo su cerebro, nunca se había alejado de los edificios en otra dirección que no fuera el sur, ¿qué pasaría si llegaba a la alambrada? Muy seguramente la estarían esperando. Maldijo a Kurt por no haberle dicho la ruta.
<<¿qué más dijo?>>
Algo sobre un río....
Intento recordar sus paseos por AE-N4, sus clases de geografía, cualquiera cosa que le ayudará a encontrar su dirección.
Se estaba quedando sin opciones.
- ¡todo listo, señor!
Escucho desde dentro, ya  no había tiempo, salió corriendo a la parte trasera de las casas, esperando que nadie la viera. No tenía idea de hacía donde ir y un ejército de oficiales la estarían buscado, no tenía otra opción, se dirigía al alambrado.
De nuevo corría a una muerta segura, sus piernas le ardían y la sensación del paquete en su abrigo le quemaba. Pronto dejo la zona residencial atrás, siguió escabulléndose por detrás de los pocos edificios que quedaban  mientras intentaba ver con la poca luz que quedaba, cuando la planicie se abrió ante ella, miró a los lados desesperadamente buscando cualquier cosa, pero sólo encontró algunos árboles, ningún camino, ni señal de drenajes, era la primera vez que cruzaba por esa zona, el silencio de la noche le dio miedo, no sabía que se escondía en ella, tal vez en es momento estuvieran siguiéndola esperando a que se alejara más para que nadie pudiera presenciar lo que estaba apunto de pasar, pensó en Kate, ¿sabría que habían ido a su casa? ¿Su padre sabría lo que le había dicho?, Tal vez después de todo sí se trataba de una trampa, entonces pensó en Tane, ¿qué le harían si lograban descifrar la carta y daban con él?. Las lágrimas amenazaban con escapar, clavó sus uñas en el interior de sus palmas, tenía que ser fuerte si quería salir de esta. La obscurida se hacia más densa, la falta de luz llamó su atención, miro a los lados, no habían postes de luz, sólo árboles, volteo sobre su hombro, podía ver el pequeño brillo del centro, <<alejado de los edificios>> creyó que debía estar por buen camino, hasta que chocó contra algo o mejor dicho alguien; por el impacto el paquete cayó al suelo, la figura se abalanzó a él en seguida.
-¡Nooo! - grito Leila con todas su fuerzas
Salto sobre la figura la cuál la lanzó a un lado con facilidad.
-¡quieta! - le ordenó.
Intento levantarse, para volver a pelear, pero la figura rápidamente la apresó contra el suelo, puso sus rodillas sobre sus brazos y le cubrió la boca.
Leila tuvo mucho miedo, sabía que todo había terminado, forcejeo aterrada.
-que ingenua eres al pensar que podías escapar.
Leila pataleo con fuerza <<no puede terminar así>>. Miró al rededor en busca de alguien, pero aunque lo encontrara, nadie la ayudaría.
Miró al cielo, la luna estaba sobre ellos iluminado parte del rostro del oficial, sus ojos se clavaron en los de ella.
Con la mano que le quedaba libre, el oficial buscó su radio, pero antes de que pudiera contactarse se escucharon pisadas cerca de ellos, una segunda figura golpeó con algo al oficial, dejándola libre.
-¡vámonos!
Era Kurt.
Leila corrió por el paquete, el oficial comenzaba a reaccionar. Kurt la tomo del brazo y la arrastró tras de él, corrieron en dirección al bosque, pronto escucharon al oficial gritándo detrás de ellos, se internaron al bosque, Leila miró al rededor mientras seguían corriendo, <<¿dónde está el alambrado?>>, la maleza no le permitía ver muy lejos, de rrepente Kurt la hizo girar con brusquedad y calleron por una pequeña pendiente, Leila abrazo el paquete con todas sus fuerzas mientras caían, cuando por fin llegó al suelo intento levantarse de nuevo, pero Kurt la arrastró al espacio de tierra que quedaba libre debajo de donde habían caído,
-silenció - le susurró.
Escucharon los pasos del oficial pasar sobre ellos, Leila tenía miedo de hablar así que sólo escucho con atención. Esperaron unos segundos sólo escuchando.
- sígueme
Kurt gateo hasta una pequeña abertura en la pared de tierra.
-Entra, rápido.
Leila obedeció aunque no podía ver que había dentro, el hueco era estrecho y podía sentir la tierra húmeda entre sus manos, Kurt estaba detrás de ella. Gatearon por unos 5 minutos hasta que Kurt le ordenó que se detuviera, Leila escucho que tanteaba las paredes en busca de algo, pasó junto a ella para poder guiarla, tomó su mano y la dirigió dentro de otro hueco, estaba vez el suelo era de un material sólido y terroso.
-cuidado con la cabeza, ya casi llegamos.
Después de unos minutos Leila siento una pequeña brisa en su cara, el túnel ya no se sentía estrecho.
-creo que es aquí, espera.
Kurt se levanto y la ayudo después.
-estamos a salvo... al menos por ahora, dudo que encuentren la entrada...
Leila se apresuró a abrazarlo con fuerza.
-creí que te tenían, estaba muy asustada
Respiraba con fuerza, aún tenía miedo.
-¿cómo lograste escapar?
Kurt le devolvió el abrazo.
- perdóname por dejarte...
- eso no importa, me salvaste.
Se separaron del abrazo. Kurt la tomó del brazo.
-vamos, aún no estamos seguros, prometo contarte todo, pero debemos seguir.
Leila no podía ver su rostro; sin embargo notó nerviosismo en su voz.
Se aferró al paquete y dejó que Kurt la guiará por la obscuridad.

Silent In The TreesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora