Justo en el momento en el que atravieso las puertas, noto algo oprimiéndome el pecho. Solo han sido cinco días, pero, unos muy maravillosos cinco días.
-¿Cómo está lo más bonito del internado? –dice alguien tapándome los ojos.
-Max. –me giro y le abrazo.
No puedo evitar sentirme rara. Tengo miedo a que no funcionemos como amigos.
-¿Qué tal las vacaciones? –le pregunto al separarnos. -No estás muy moreno.
-No cojo color con facilidad, y la verdad, me he pasado bastante tiempo en el spa del hotel. ¡Qué jacuzzi!, y había una sueca... ¡Qué sueca! –dice gesticulando con las manos. -¿Tú qué tal en casa?
-Bien, he estado con O'Donnell, visitado familia, de fiesta. Hubo un día que fui a la piscina. Eso es casi como un spa ¿no?
-No sé, ¿había una latina dándote un masaje de chocolate?
-Bueno. Tenía a Paula y luego nos tomamos un chocolate. Es casi lo mismo.
Ambos reímos.
-¿Qué tal O'Donnell? Sois, ¿novios?
-¿Novios? ¿Qué es eso? ¿Se come?
-Solo si él te deja. –río sin poder evitarlo, aunque ya se veía venir el chiste malo.
-No, de momento estamos viendo a ver qué pasa. Ya sabes. –me encojo de hombros.
-Como nosotros. Bueno, antes...
-Bueno, tengo que irme a deshacer la maleta y las cosas para mañana. –sonrío.
-Nos vemos.
Le doy un abrazo y cuando nos separamos me sonríe y se va. Qué raro todo...
Vuelvo a la habitación y dejo la maleta a un lado de la cama tirándome en ella. Mientras miro las placas de la litera superior pienso en todo lo que ha pasado este puente: la cena en el bosque; mis amigos; mi familia; Sonia; Paula y Lucas; Noah y yo en el coche; Izan...
Ha sido inesperado encontrarme de nuevo con él, pero creo que reconfortante, me ha ayudado a zanjar por fin esa historia. Pero ahora tengo otra entre manos. Me gusta Noah, se ha portado muy bien, y lo está intentando de verdad. Pero no puedo evitar acordarme de Max y me preocupa lo que pueda pensar o sentir él.
De repente una náusea me atraviesa el cuerpo y me escabullo al baño antes de armar un desastre.
-Ash, ¿te encuentras bien? –dice Noah llamando a la puerta.
-Sí, ahora salgo.
Me echo agua en la cara y salgo a la habitación.
-¿Qué te pasa? –dice acercándose y dándome un pequeño beso en la frente.
-Depresión post-vacacional.
-Y eso que solo fueron cinco días, llega a ser un verano y te pegas un tiro. –empieza a reír y yo me uno a él. Aunque en parte no es mentira.
-¿Seguro que te encuentras bien?
-Claro -asiento. -Descansaré un rato.
-¡Ash! –chillaron Sophia y Chloe.
Corren hasta mí para darme un fuerte abrazo.
-¿Y para mí? –dice Paula desde la puerta.
-Nos vemos luego. –le doy un beso en la mejilla, él capta la indirecta y se va.
-¿Qué hacemos? ¿Vemos algo en el portátil? –dice Chloe.
-Va venga, un culebrón.
Noah POV
-¡Qué pasa capullo! ¿Qué tal de vacaciones? –me saluda Alejandro.
-Pues muy bien –sonrío yo.
Se frota las manos.
-Eso suena a triunfo. –dice convencido.
-Por supuesto –presumo. –Todo gracias a Holland.
-¿Y mi rubia qué tal de vacaciones?
Suelto una enorme carcajada.
-¿Tu qué?
-Joder, Paula. –bufa.
-Pues, Paula, digamos que se lo ha pasado muy bien. –río.
-¿A qué te refieres? –me pregunta intrigado.
-Joder, que se lo pasó bien, sobre todo cuando se lió con un amigo de Ash.
-¿Qué? ¿Estás de coña?
-No. –río. –Se te adelantaron.
-Tengo que hablar con ella. Se suponía que estábamos juntos ¿No?
-No sé, tú sabrás. –me encojo de hombros. -¿Ha pasado algo entre vosotros?
-Joder si ha pasado, follamos de vez en cuando, desde el día que te la traje. Voy a verla.
-Eh Alex espera, espera. ¿Qué se supone que le vas a decir? No digas nada de lo que te dije.
-Pues le preguntaré qué tal las vacaciones. –se gira y se va.
Alex POV
Cierro la puerta y me dirijo a su habitación. Estoy enfadado y quizás algo...
Dolido.
Nos hemos enrollado un par de veces y estábamos bien, ¿Qué demonios le pasa?
Llego a su puerta y las escucho hablar. La curiosidad puede conmigo, asique no llamo y me quedo a escuchar.
-Buah, un bebé. Menuda mierda. –reconozco su perfecta voz.
-Bueno, tampoco está tan mal. Quiero decir, no es el mejor momento, pero... –dice Ash.
-¿Enserio? –pregunta Paula con voz asustada.
-Claro, míralo por el lado positivo. Él es un pringado. Al bebé no le faltará de nada. Ni siquiera canguro, porque lo cuidará él.
-Viéndolo desde esa perspectiva. –ríe Paula. –Pero aun así no sé cómo puedes alegrarte Ash, es una putada.
-La verdad es que sí Ash. Es una mierda. ¿Qué va a pasar ahora? –dice una de sus compañeras.
-Joder, yo no sé para qué os digo nada. Pues yo me alegro mucho.
Dicen algo más que no logro oírlo y ambas estallan a carcajadas.
Dios mío... Ash está embarazada ¿de Noah?
Corro hacia la habitación, ya hablaré con Paula en otro momento.
Abro la puerta y me lo encuentro guardando su ropa.
-¿Qué pasa? –pregunta al ver que vine corriendo.
-Ash está embarazada.
Su cara queda blanca de un instante a otro y el pantalón de su mano cae al suelo.
-¿Qué? –susurra.
-Tío, tendríais que haber tenido más cuidado.
Niega con la cabeza aún con los ojos muy abiertos por el pánico.
-No... no puede ser mío.
-¿Cómo que no? –me acerco un poco más.
-No puede ser mío... si usamos...
-A lo mejor el condón estaba caducado...
-No, no. Estaba bien. Perfectamente. Además fue hace dos días.
-Entonces... ¿De quién es? –pregunto curioso.
-No lo sé. –dice aún más pálido. –Me ha mentido. Soy un estúpido.
ESTÁS LEYENDO
Tuviste que ser tú .COMPLETA.
Ficção Adolescente¿Cómo actuarías tú si la persona en la crees confiar, te decepciona? Ash siempre fue una persona difícil, pero tras una ruptura complicada se vuelve desconfiada, e incluso algo escéptica. Noah, por su parte parece el típico chico guapo adicto a a la...