Capítulo 32: Vuelta a Prisión

399 29 2
                                    

Justo en el momento en el que atravieso las puertas, noto algo oprimiéndome el pecho. Solo han sido cinco días, pero, unos muy maravillosos cinco días.

-¿Cómo está lo más bonito del internado? –dice alguien tapándome los ojos.

-Max. –me giro y le abrazo.

No puedo evitar sentirme rara. Tengo miedo a que no funcionemos como amigos.

-¿Qué tal las vacaciones? –le pregunto al separarnos. -No estás muy moreno.

-No cojo color con facilidad, y la verdad, me he pasado bastante tiempo en el spa del hotel. ¡Qué jacuzzi!, y había una sueca... ¡Qué sueca! –dice gesticulando con las manos. -¿Tú qué tal en casa?

-Bien, he estado con O'Donnell, visitado familia, de fiesta. Hubo un día que fui a la piscina. Eso es casi como un spa ¿no?

-No sé, ¿había una latina dándote un masaje de chocolate?

-Bueno. Tenía a Paula y luego nos tomamos un chocolate. Es casi lo mismo.

Ambos reímos.

-¿Qué tal O'Donnell? Sois, ¿novios?

-¿Novios? ¿Qué es eso? ¿Se come?

-Solo si él te deja. –río sin poder evitarlo, aunque ya se veía venir el chiste malo.

-No, de momento estamos viendo a ver qué pasa. Ya sabes. –me encojo de hombros.

-Como nosotros. Bueno, antes...

-Bueno, tengo que irme a deshacer la maleta y las cosas para mañana. –sonrío.

-Nos vemos.

Le doy un abrazo y cuando nos separamos me sonríe y se va. Qué raro todo...

Vuelvo a la habitación y dejo la maleta a un lado de la cama tirándome en ella. Mientras miro las placas de la litera superior pienso en todo lo que ha pasado este puente: la cena en el bosque; mis amigos; mi familia; Sonia; Paula y Lucas; Noah y yo en el coche; Izan...

Ha sido inesperado encontrarme de nuevo con él, pero creo que reconfortante, me ha ayudado a zanjar por fin esa historia. Pero ahora tengo otra entre manos. Me gusta Noah, se ha portado muy bien, y lo está intentando de verdad. Pero no puedo evitar acordarme de Max y me preocupa lo que pueda pensar o sentir él.

De repente una náusea me atraviesa el cuerpo y me escabullo al baño antes de armar un desastre.

-Ash, ¿te encuentras bien? –dice Noah llamando a la puerta.

-Sí, ahora salgo.

Me echo agua en la cara y salgo a la habitación.

-¿Qué te pasa? –dice acercándose y dándome un pequeño beso en la frente.

-Depresión post-vacacional.

-Y eso que solo fueron cinco días, llega a ser un verano y te pegas un tiro. –empieza a reír y yo me uno a él. Aunque en parte no es mentira.

-¿Seguro que te encuentras bien?

-Claro -asiento. -Descansaré un rato.

-¡Ash! –chillaron Sophia y Chloe.

Corren hasta mí para darme un fuerte abrazo.

-¿Y para mí? –dice Paula desde la puerta.

-Nos vemos luego. –le doy un beso en la mejilla, él capta la indirecta y se va.

-¿Qué hacemos? ¿Vemos algo en el portátil? –dice Chloe.

-Va venga, un culebrón.

Noah POV

-¡Qué pasa capullo! ¿Qué tal de vacaciones? –me saluda Alejandro.

-Pues muy bien –sonrío yo.

Se frota las manos.

-Eso suena a triunfo. –dice convencido.

-Por supuesto –presumo. –Todo gracias a Holland.

-¿Y mi rubia qué tal de vacaciones?

Suelto una enorme carcajada.

-¿Tu qué?

-Joder, Paula. –bufa.

-Pues, Paula, digamos que se lo ha pasado muy bien. –río.

-¿A qué te refieres? –me pregunta intrigado.

-Joder, que se lo pasó bien, sobre todo cuando se lió con un amigo de Ash.

-¿Qué? ¿Estás de coña?

-No. –río. –Se te adelantaron.

-Tengo que hablar con ella. Se suponía que estábamos juntos ¿No?

-No sé, tú sabrás. –me encojo de hombros. -¿Ha pasado algo entre vosotros?

-Joder si ha pasado, follamos de vez en cuando, desde el día que te la traje. Voy a verla.

-Eh Alex espera, espera. ¿Qué se supone que le vas a decir? No digas nada de lo que te dije.

-Pues le preguntaré qué tal las vacaciones. –se gira y se va.

Alex POV

Cierro la puerta y me dirijo a su habitación. Estoy enfadado y quizás algo...

Dolido.

Nos hemos enrollado un par de veces y estábamos bien, ¿Qué demonios le pasa?

Llego a su puerta y las escucho hablar. La curiosidad puede conmigo, asique no llamo y me quedo a escuchar.

-Buah, un bebé. Menuda mierda. –reconozco su perfecta voz.

-Bueno, tampoco está tan mal. Quiero decir, no es el mejor momento, pero... –dice Ash.

-¿Enserio? –pregunta Paula con voz asustada.

-Claro, míralo por el lado positivo. Él es un pringado. Al bebé no le faltará de nada. Ni siquiera canguro, porque lo cuidará él.

-Viéndolo desde esa perspectiva. –ríe Paula. –Pero aun así no sé cómo puedes alegrarte Ash, es una putada.

-La verdad es que sí Ash. Es una mierda. ¿Qué va a pasar ahora? –dice una de sus compañeras.

-Joder, yo no sé para qué os digo nada. Pues yo me alegro mucho.

Dicen algo más que no logro oírlo y ambas estallan a carcajadas.

Dios mío... Ash está embarazada ¿de Noah?

Corro hacia la habitación, ya hablaré con Paula en otro momento.

Abro la puerta y me lo encuentro guardando su ropa.

-¿Qué pasa? –pregunta al ver que vine corriendo.

-Ash está embarazada.

Su cara queda blanca de un instante a otro y el pantalón de su mano cae al suelo.

-¿Qué? –susurra.

-Tío, tendríais que haber tenido más cuidado.

Niega con la cabeza aún con los ojos muy abiertos por el pánico.

-No... no puede ser mío.

-¿Cómo que no? –me acerco un poco más.

-No puede ser mío... si usamos...

-A lo mejor el condón estaba caducado...

-No, no. Estaba bien. Perfectamente. Además fue hace dos días.

-Entonces... ¿De quién es? –pregunto curioso.

-No lo sé. –dice aún más pálido. –Me ha mentido. Soy un estúpido.

Tuviste que ser tú .COMPLETA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora