El niñero de los Byun [Hiatus]

Capítulo 13. ¿Qué es el amor?

Este capítulo se lo dedicaré especialmente a esas personas que comienzan clases. Mis condolencias a ustedes. Sobrevivirán a un año escolar más, ya lo verán. Les deseo lo mejor.

Ahora más que nunca sentía la necesidad de permanecer al lado de BaekHyun. No es como que antes no la tuviera, pero ahora era una sensación de vacío que se albergaba en mi pecho cada vez que me encontraba lejos de él.

Demonios. ¿En qué estoy pensando?

Desde que Chen me advirtió sobre la posibilidad de que BaekHyun se quitase la vida, no podía sacármelo de la cabeza. Pasaban los días y no hacía más que mirarlo siempre que estaba a mi alcance, sin disimulo alguno. Lo cual visto desde otra perspectiva, era un poco enfermizo.

No era capaz de borrarlo de la mente, y siempre estaba al cuidado de todo lo que el bajito hiciera.

A ese paso se convertiría en paranoia, pero la demencia también era sinónimo de esta intranquilidad que inundaba mi conciencia.

— ¡ChanYeol!

Escuché la mención de mi nombre y fue entonces cuando caí en cuenta de que inconscientemente había llegado hasta la habitación del susodicho. Todo aquello me tenía tan descontrolado que dudaba de mi cordura.

— ChanYeol... ChanYeol... —Tao corría hacia mí con su celular en mano y una molesta melodía proveniente del mismo.

Me llevé una mano a la cabeza frunciendo el ceño en mi intento por volver a tener los pies en la tierra.

— ¿Qué ocurre?

— Es Kris. —Incluso escuché como alargaba su nombre en taldos conforme daba saltos en su lugar y me mostraba la pantalla.

— ¿Qué esperas? Contesta.

— ¿Qué le digo? —Me observó ansioso y horrorizado.

Yo enarqué una ceja sin comprender su inquietud.

— No lo sé. Sólo... habla con él. —En esos momentos no era el ser más paciente de la estancia.

Inmediatamente frunció el ceño y me propinó un golpe en el brazo. Mentiría si dijera que eso no dolió.

Le miré desconcertado y disgustado a la vez. Me tenía en la incertidumbre de toda esa situación.

— ¡Dijiste que me ayudarías con él!

Suspiré. El moreno tenía toda la razón. No debí responder de esa manera pero es que en momentos como ese estaba un poco distraído y saturado de tanto estrés. Demasiadas cosas rondaban por mi cabeza, demasiadas responsabilidades, demasiada información... necesitaba un descanso, unas vacaciones, y eso que apenas llevaba 1 escaso mes en este retorcido mundo.

— Contesta el teléfono e intenta hablar con naturalidad ¿sí?

La clara expresión confundida de Tao me demostró que su 'naturalidad' de siempre no sería la más adecuada.

El celular seguía repicando a espera de ser contestada la llamada. Así que debía darme prisa antes de que su oportunidad se fuese por el inodoro.

Supongamos que eres el protagonista de esta historia. Tu personaje en la siguiente escena debe actuar con serenidad e indiferencia, pero sin perder ese toque amable, cariñoso y diplomático.

Excelente idea. Tuve que felicitarme internamente. Ahora el chico parecía más centrado en sus objetivos.

No planeaba hacerle fingir ser una persona que no era solo para agradarle a otra, para nada, mi intención únicamente era conseguir que Tao se diese su puesto con orgullo frente a Kris, que le demostrara no ser tan vulnerable cuando de él se trataba, poder llevar la situación con madurez, y le enseñara que no dependía de nadie para sentirse completamente a gusto.