SIN CONTROL. #2 || Liam Dunbar (Teen Wolf)

Capítulo 17 - Recompensar lo de sexto.

LIAM POV'S

De: Scott

Liam, hemos quedado para leer juntos el libro. Si quieres venir, a las 8 en mi casa.

Siempre he estado dispuesto a ayudar a mis amigos, a mi manada, pero esta vez es diferente. Las cosas son diferentes y yo me noto diferente.

Para: Scott

No puedo, lo siento. Iría si pudiese.

O si quisiese.

Ver a April en una habitación mientras el silencio nos acoge para poder realizar la lectura... No es lo que se dice buena idea.

He estado intentando esquivarlos a todos, por si ella aparecía o si hablaban de ella. No he querido saber nada de April en estos días.

Pero supongo que es lógico. Estuve a punto de decirle dos palabras que jamás he dicho a nadie. Ni siquiera a mi madre. Y que ella interrumpió con lo peor que podía haber oído.

Aunque en parte sé que me lo merezco, eso no significa que sea más sencillo aceptarlo. Tampoco se lo conté a Mason, pues él siempre me había dicho que si seguía tratando de esta manera a April, al final se descolgaría de mí. Y así ha sido. Lo que no iba a imaginar es que alguien aparecería tan pronto para ayudarla.

Thomas es otra de las razones por las que ignoro a mis amigos. Tanto él como el primo perdido de April han estado quedando con mis amigos. No podría permitir quedarme un solo minuto a solas con ese tipo.

Es odioso, no sé qué se piensa que es. Ni siquiera es un hombre lobo. Es humano y físicamente tampoco es nada del otro mundo. Es un poco más alto que yo, ¿pero y qué? No sé qué tiene él que yo no pueda tener. Aunque me interesa bien poco.

Tampoco quiero preguntárselo a Mason, porque vive enamorado de Thomas y poco le falta para crearle un club de fans. Menudo idiota, tener amigos para esto. ¿Qué demonios le ven? Si hasta es rubio y con los ojos azules, como yo.

Qué original, April.

Pero sea como sea, él no me importa. Ella me importa poco ya. Y creo que necesito ser egoísta y pensar en mí.

Salgo de casa después de haber cogido el dinero y me coloco la chaqueta. Es de noche, y el frío se empieza a notar a medida que van pasando las horas.

Camino con la cabeza agachada, aún cerca de mi casa, cuando choco con alguien que iba demasiado deprisa y que evidentemente tampoco estaba mirando. Al levantar la cabeza y ver que se trata del increíble y fantástico Thomas, mis puños se aprietan en un acto indirecto.

―Lo sient...―Calla al mirarme a la cara. ― ¿Liam? ¿Eres Liam no?

Una sonrisa sarcástica aparece en mi rostro. Tengo ganas de aplaudirle en la cara por la cosa tan genial que acaba de descubrir, pero prefiero reservarme.

―Adiós. ―Le digo sin responder a sus preguntas.

Puede sonar grosero y maleducado, pero es lo único que puedo decirle antes de que comience a expresar lo que verdaderamente siento al mirarlo a la cara.

― ¡Espera! ―Me pide. Volteo a mirarlo de nuevo y saco toda la fuerza que hay en mi interior para aguantar el momento.

A fin de cuentas, si ambos peleamos, probablemente todos me viesen a mí como el malo.

―Qué quieres.

―Solo decirte una cosa. ―Se acerca a mí en un intento por intimidarme, pero que no consigue. Por supuesto que no lo va a conseguir. ―Aléjate de April. ―Dice y esboza una pequeña sonrisa. ―Por su bien, por el tuyo y por el mío.