Capítulo 13

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Mi corazón dejó de latir, todo estaba en silencio, como si el volumen estaría muy bajo. Las personas se movían tan despacio mientras mis ojos enfocaban a la víctima que Harry tenía enfrente de él.

Era un viejo amigo de mi madre, y el mejor amigo de mi padrastro. Pero estaba segura de que él no era vampiro.

—Oh vaya, ¿le conoces? —Preguntó James apareciendo de la nada.

—Tú ya lo sabías.

—Si... tu madre me hablaba mucho de él, pero a mí nunca me cayó bien.

—Me dijiste que no ibas a hacerme daño, por mi madre.

—Una cosa es no dañarte a ti, y otra no dañar a la gente que te rodea.

Entonces me di cuenta de un pequeño detalle que había intentado ignorar, pero estaba presente.

—Tú la amabas, ¿verdad?

—¿A tu madre? —asentí con la cabeza—. Qué más da eso, ella está muerta y todo porque no me hizo caso.

—¿Qué ocurrió?

—¿De verdad quieres saberlo?

—Claro.

—Entonces te lo contaré, pero no ahora. Estoy trabajando.

—¿Qué sentido tiene matar a un humano?

—¿Qué sentido tiene que sigas amando a Harry?

Fui a contestarle negando lo evidente, sin embargo, no tardé en entender lo que buscaba acabando con la vida de aquella persona.

—Quieres que le olvide, que me aleje de él.

—Enhorabuena, Lia, eres tan rápida como tu madre. Qué pena que tengas los ojos de tu padre.

—No dejaré que le mate, no dejaré que nada me paré.

—Lo suponía, por eso la próxima víctima será tu padrastro.

Aquello sí que me asustaba, la idea de meter a alguien de mi familia era la única forma de dañarme y él lo sabía.

—Antes de que le tocaras un pelo ya te hubiera matado.

—¿Crees que voy a ser tan estúpido de hacerlo yo? Será Harry, querida, quien lo haga.

—Él nunca tocaría a mi padre, sabe que es muy importante para mí.

—Ya... puede que le mienta diciendo que piensa matarte, o quizá que te ha matado. Hay muchas excusas que cambiarían la forma de pensar de Harry sobre él.

—Yo sé que nunca le tocaría, le digas lo que me digas.

Estaba segura de que Harry no se tragaría la estupidez de que mi padre me había matado.

—Tú te creíste que él había matado a vuestro amigo humano.

—Espera... ¿lo sabías?

—Así es.

—¿Y porque no lo mataste?

—Porque ahora Harry cree que le odias, y eso es más importante que matar a un mundano.

—Harry....

—Vamos, es la hora, ¿no quieres ver como mata a tu amigo?

—¡No! —Aullé viendo como Harry le apuntaba con una pistola.

Intenté llegar hasta él, pero uno de los esbirros de James me golpeó y arrastro hasta el cuerpo del amigo de mis padres. Quien tenía una bala incrustada en el hombro, la bala que Harry le había clavado.

—Lia... —pronunció el chico sin entender que hacía.

—Lia... —Repitió el hombre sintiéndome como podía—. Tu padre me ha hablado muy bien de ti, y veo que no se equivocaba, te has convertido en una jov... —respiró ahogando su dolor—. Una joven muy guapa, igualita a tu madre.

—Fran—nombre recordando su nombre y muchas de las escenas del pasado con él. Aquellos recuerdos parecían tan cercanos que no pude evitar soltar unas lágrimas.

—No llores pequeña, solo quería verte una vez más. Solo quería ver a mi ahijada una última vez.

—No... Por favor no mueras.

—Siento no haber estado contigo tofo este tiempo, pero estaba buscando una cosa para ti— me susurró depositando una bolsita pequeña con algún objeto más pequeño dentro— Era de tu madre, ella me lo dio cuando se casó con tu padrastro. Fui tan estúpido que lo aposté jugando a póquer y lo perdí. La vergüenza que sentía era tan grande que me alejé de vosotros y cuando supe que había muerto, yo.... juré que lo encontraría y te lo daría. Y lo he cumplido, ahora puedo morir en paz, Lia.

—No vas a morir —asegure mintiéndome a mí misma—. No lo permitiré.

—Lia, no tengo cura, no soy vampiro.

—Me da igual, habrá alguna forma.

—Sí, la hay —aseguró agarrando la daga que tenía en mí cinturón y dejándola en mis manos—. Acaba con esto por favor.

—¿Qué? No puedo.... yo...

—Mejor tu que ellos.

Tenía razón, no obstante, era incapaz de imaginarme clavándole la daga en el pecho.

—¿Era su familia? —Susurró Harry sin poder escucharle—. ¡Tú los sabías y por eso me pediste que le matará!

—Por favor, Harry, acusarme de algo tan grabé a mí... a quien te dio la mano cuándo todos te la apartaban —respondió con cierta ironía James—. No me lo esperaba de ti.

—Eres.

—Ten cuidado con lo que dices, te recuerdo que prometiste quedarte a mi lado hasta que pagarás tu deuda. Y lo divertido es que lo hiciste cuando te deje irte. Siempre me he preguntado el motivo de tu regreso.

—¡Cállate!

De pronto algo surgió en mi mente James intentaba que odiase a Harry, o, más bien, intentaba que él creyera eso. Por lo que debía hacer era obvio, aunque no quisiera hacerlo.

—Gracias —fue la última palabra que pronunció mi amigo después de que le clavara la daga en el corazón.

—Lia —dijo preocupado Harry.

—Pero que... —siguió James.

Me limpié las lágrimas y dejé que mis ojos perdieran su color.

—Lia —repitió cada vez más confuso y preocupado Harry.

—Eso no te lo esperabas ¿verdad?

—No cambia nada.

—Lo cambia todo, James— no me prive de lanzarle una sonrisa malévola a este— ¡Ahora! —Bramé haciendo que los cazadores amigos de Danic rompieran en la escena, acompañado por este, y comenzarán a matar a los malos.

—Atrévete a tocar a mi padre y te juró que ni pestañeare clavándote la daga.

—Yo no soy el enemigo, Lia.

—No, pero Harry tampoco.

Este último me miró mientras yo le miraba seria. Quería que no creyera que le odio, pero no quería que supiera mis sentimientos cuándo él mismo me los había negado.

—Está bien, Lia. Tu ganas — se rindió James al ver a sus amigos caer— hace tiempo que aprendí que no podía luchar contra tu madre y no lo haré contigo. Por eso os ofrezco un trato. —Todos los cazadores le miraron curiosos y rabiosos—. Vosotros queréis acabar con los asesinos que matan a vampiros, pero no somos nosotros. Solo somos parte de las fichas que mueven. Aliémonos, nosotros también estamos hartos de ellos.

—¿Cómo sabemos que podemos fiarnos de vosotros?

—Harry — llamó Danic mirándolo con delicadeza, como si se pudiera romper o como si sintiera algo raro con él.

—Es verdad —afirmó este retirando la mirada a Danic y dirigiéndomela a mí—. Es todo cierto.

Amor vampirico (SpV#3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora